Dani Martín, cantante y exvocalista de El Canto del Chalado, ha anunciado por redes sociales que deja la música temporalmente. En un hilo extenso de Twitter, ha explicado lo afortunado que se siente por sobrevenir tenido una extensa y exitosa carrera musical cuando, desde su punto de audiencia, sus habilidades no invitaban a presagiarla. Arguye que no es un gran cantante, que se ve incapaz de cultivarse a tocar un aparato de la modo que él entiende que es la correcta y que todo eso le ha llevado, durante 22 primaveras de trayectoria, a sufrir el síndrome del impostor. Pero, ¿qué es y qué consecuencias tiene el síndrome que menciona?
Se describe como el aberración psicológico por el que personas competentes se sienten incapaces de internalizar sus logros, se perciben como un fraude y no creen en su propia competencia. Es poco que se encuentra con frecuencia, según arguye el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid en su blog, en mujeres de éxito en sus carreras profesionales.
Fueron las psicólogas clínicas estadounidenses Pauline R. Clance y Suzanne A. Imes quienes acuñaron el nombre en 1978. Este síndrome guardaría relación con el denominado intención Dunning-Kruger, “sesgo cognitivo descrito en 1999”, explica el mismo blog, que muestra cómo los individuos incompetentes tienden a sobreestimar sus habilidades, mientras los que son en extremo competentes tienden a subestimar su diplomacia en relación con la de otros.
Son muchas las personas famosas que han admitido padecer el síndrome del impostor. Jaime Lorente, actor que participó en la exitosa serie La Casa de Papel (Netflix), y Amaia Romero, cantante y exconcursante de Operación Triunfo, explicaron este año en un software de Salvados que los dos padecían este problema.
Ella relató que las inseguridades “se magnifican mucho” más con la éxito y que cuando iba al estudio de vídeo con otros artistas que admira se sentía “pequeña” y “tenía miedo de desilusionar y a que se dieran cuenta de que no valía”.
Lorente subrayó todavía los problemas que le generan sus inseguridades y que “el miedo a no sentirse querido, a no dar la talla y decidir” lo podía perdurar en secreto mucho mejor antiguamente porque “no estaba expuesto”. “No soy suficiente es la frase que más me ha acompañado en mi vida”, aseveró.
Actrices como Meryl Streep, Emma Watson o Natalie Portman han confesado padecerlo
Personas de contrastado éxito, como las actrices Meryl Streep, Emma Watson o Natalie Portman e incluso Michelle Obama, que goza de una gran popularidad, todavía han confesado sufrir este síndrome.
¿Se puede pasar? “Sí, pero no es viable, y puede requerir de ayuda”, explica en su web el psicólogo Alberto Soler. “Asiduamente es poco que la persona lleva arrastrando muchos primaveras, a veces desde la principio”, esgrime. El objetivo –prosigue- será “romper la dependencia respecto a las opiniones de los demás, triunfar objetividad a la hora de valorarse a uno mismo (y hacerlo, al menos, del mismo modo que valoramos a los otros), cultivarse a rebuscar las propias capacidades y limitaciones, así como a aceptar y devolver los cumplidos”.
Publicar un comentario