"Bella ha nacido el día 9 y es maravillosa", anunciaba un orgulloso Álvaro Morata a través de su cuenta de Instagram el pasado lunes, confirmando el salida de su hija pequeña. Sin incautación, el ver venir al mundo a su cuarto retoño trajo consigo una mala mensaje, y es que su mujer, la maniquí italiana Alice Campello, tenía que ser ingresada en la uci por complicaciones en el parto tras dar a luz.
Un acontecimiento agridulce para la comunidad, y aunque el punta del Deportivo de Madrid aseguraba que su mujer estaba "cuidada por los mejores médicos y poco a poco recuperándose", no podía evitar suscitar preocupación entre los seguidores de la pareja. Por suerte, la maniquí solo ha pasado dos días en la uci, tal y como Morata igualmente anunciaba en la red social, pudiendo ser trasladada a planta y abrazar, por fin, a la pequeña Bella.
El futbolista confirmaba que su esposa estaba ya en la habitación, "mucho mejor y recuperándose", ya con la pequeña entre sus brazos: "Todavía estoy asimilando todo lo que ha pasado", aseguraba el ludópata, claramente con el miedo todavía en el cuerpo, pero agradecido de que todo quedase en un susto: "Gracias Alice por darme una vez más una aleccionamiento. Eres sin duda una luchadora y un ejemplo para mi. Han sido sin duda los peores días de mi vida, pero soy afortunado de tenerte en ella. Eres lo mejor que me ha pasado y mi vida sin ti no tendría ningún sentido".
El ludópata aprovechaba igualmente para dar las gracias al personal médico y los sanitarios que han estado a cargo de su mujer y su hija en el hospital Clínica Navarra, por acaecer hecho esta delicada situación mucho más llevadera: "No queremos dejar de darles las gracias a todos los médicos por acaecer sido en cada momento cariñosos, comprensivos y muy profesionales, todos y cada uno de ellos… no tenemos palabras para agradeceros lo que habéis hecho y sentimos una enorme arrobo cerca de vosotros".
Una pupila muy deseada
Desde que anunciaran que esperaban su cuarto hijo en popular, tanto Morata como Alice Campello vivieron los meses más felices de sus vidas. La pareja, padres ya de tres niños -los mellizos Alessandro y Leonardo (4), y el pequeño Edoardo (18 meses)- deseaba poder dar una hermanita a los tres pequeños, y tras confirmarse que efectivamente era una pupila quien ocuparía sus vidas, esperaba con ilusión a la que se ha convertido en la "princesa" de la comunidad.
Una pequeña que no puso las cosas fáciles a su superiora, ni siquiera durante el inconveniente, ya que la maniquí confesó que su desarrollo fue especialmente dura, poco que no había experimentado con sus anteriores hijos.
"La pupila me lo está haciendo tener lugar muy mal", decía Alice a través de una imagen en sus historias de Instagram. "Esperemos que sea buena cuando nazca", añadía, intentando bromear adentro de su malestar. Parece ser que las complicaciones se habrían prolongado hasta el mismo momento del parto, aunque por suerte, el equipo médico habría rematado que la maniquí se recupere.
La maniquí y el futbolista se conocieron en 2015, cuando el futbolista vivía en Italia, en su primera etapa en Juventus. En 2016, el futbolista pidió alianza a la maniquí durante una función de El Mago Pop. "Te van a hacer el mejor truco que has trillado en tu vida", dijo el ilusionista a la muchacho. Acto seguido, el futbolista hincó rodilla. Uno y otro se casaron en una bonita ceremonia en Venecia en 2017. Desde entonces, se han vuelto inseparables, y comparten a menudo su día a día en conjunto.
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