Barcelona prohibirá todos los supermercados espectro en la ciudad y solo permitirá desobstruir macrocinas en la Zona Franca con una serie de limitaciones. Esta es la propuesta definitiva presentada este viernes del plan de usos que regula esta actividades tras su aprobación original en marzo. Por otra parte, los restaurantes y bares que realizan reparto de comidas a domicilio tendrán que solicitar un permiso específico para ello. Aquellos negocios con más de 200 metros cuadrados incluso deberán disponer de un espacio para sus repartidores.
La propuesta da un paso más para arruinar con las macrocinas -conocidas incluso como dark kitchen que agrupan diversas cocinas industriales dedicadas al reparto de comida- y solo se podrán desobstruir en la Zona Franca, a diferencia del documento original que preveía en otras zonas industriales, como en el ámbito del Besòs, ahora un espacio vetado por su proximidad a núcleos urbanos. Con la nueva regulación solo se podrán instalar en la Zona Franca siempre y cuando haya un mayor de este tipo de locales en un radiodifusión de 400 metros cuadrados, lo que equivaldría a unas tres islas del Eixample.
Sobre todo en el Eixample y en Sarrià-Sant Gervasi
El Junta tiene contabilizados 21 supemercados espectro en la ciudad
Por otro banda, quedarán totalmente prohibidos en la ciudad los supermercados espectro, denominados incluso black stores, almacenes de alimentos donde se preparan los pedidos online para entregarlos a domicilio. En un comparecencia conjunta del gobierno sociocomún, el Junta ha explicado que ha detectado un total de 21 negocios de este tipo que operan en la ciudad, la mayoría concentrados en los distritos del Eixample y de Sarrià-Sant Gervasi. El gobierno municipal da dos dos expectativas para los que están abiertos actualmente: se transforman en almacén comestible sin reparto a domicilio o en supermercados abiertos al divulgado tras diligenciar la correspondiente inmoralidad.
Estos negocios habían suscitado quejas vecinales por los problemas de movilidad y la ocupación en la calle de los repartidores con sus motos, patinetes y bicicletas. Los ruidos y los olores generados de la propia actividad eran otras de las molestias que han denunciado los vecinos.
En cuanto a los bares y restaurantes que ofrecen comida a domicilio tendrán que pedir un permiso específico para esta actividad durante los dos abriles que entre en vigor el plan. Aquellos negocios con más de 200 metros cuadrados incluso han de reservar un espacio para los repartidores en función de sus dimensiones. Así, los locales entre 200 y 300 metros cuadrados estarán obligados a destinar 10 metros cuadrados para este uso y los más de 300 metros cuadrados cinco metros cuadrados cada 100 metros cuadrados. Los bares y restaurantes de menos de 200 metros no tendrán que reservar un espacio pero deberán permitir el golpe a los riders y que puedan usar los lavabos.
Tras la comisión municipal
El gobierno sociocomún aplazamiento aprobar la nueva regulación en el pleno de enero
Con el objetivo de evitar que los supermercados fantasmas o macrococinas camuflen su actividad con un permiso para reparto a domicilio de comida como actividad complementaria, se exigirá a los establecimientos que dediquen un reducido del 40% de su superficie a uso divulgado.
Se aplazamiento que la propuesta se apruebe de forma definitiva en el pleno de enero tras su paso por la comisión municipal de la próxima semana.
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