Antaño de una excursión el próximo fin de semana o de ir a producirse las reposo haciendo esquí, llega el dudoso momento de preparar la mochila o la maleta. En invierno, aunque la amplitud térmica sea pequeño y pienses que el frío está resguardado, el clima se vuelve más extremo a maduro nivel. Si vas a producirse varias horas o días en la montaña, puede que no sepas qué debes transigir exactamente, sobre todo si has de prepararte para situaciones de copia, de cocaína o de singladura robusto.
La ropa que vistes en la montaña debe persistir tu cuerpo lo más caliente y seco posible, al tiempo que te protege de los fenómenos meteorológicos adversos y de las bajas temperaturas. En función de la actividad física que desarrolles, necesitarás transigir prendas que faciliten la traspiración para desocupar el sudor y evitar el refrigeramiento súbito. En los primaveras 80, la marca noruega de ropa deportiva Helly Hansen, patentó un sistema de tres capas de ropa con el que cualquiera debe equiparse para la montaña. Con ligeras variaciones, este método se mantiene en vigor en la presente, ya que permite prescindir de una u otra capa en función del tiempo.
El método 3 capas
Estas son las prendas que necesitas para cumplir con el método 3 capas:
La primera capa es una prenda interior que va pegada a la piel. Su función es persistir la humedad alejada del cuerpo y desocupar el sudor alrededor de la segunda capa. El objetivo es mantenerse seco y retener el calor. Una camiseta térmica de gancho merina es una opción recomendable, por su irreflexión y por ser uno de los tejidos que mejor absorbe la humedad y evita la acumulación del sudor y de los malos olores.
La primera capa
La segunda capa debe ayudarte a persistir el calor corporal. Su tarea es guardar la humedad expulsada de la primera capa y evacuarla alrededor de el extranjero. Las chaquetas finas rellenas de poliéster u otros materiales sintéticos son más idóneas como capa intermedia que los forros polares de maduro corpulencia, pues dificultan la transpiración. Estas prendas son adicionalmente las preferidas por los deportistas alpinos, ya que pueden utilizarse en situaciones de frío moderado y son resistentes a los roces.
La segunda capa
La tercera capa es la que debe protegerte del mal tiempo a la vez que evacúa la humedad interior. Las chaquetas con membrana, impermeables y transpirables cumplirán las funciones de chubasquero y cortavientos, y te garantizarán comodidad y movilidad.
La tercera capa
Es posible que a lo espacioso del día se produzcan cambios en la meteorología y en la sensación térmica. En función de cada momento, podrás prescindir de la última capa si el frío aminora, o de la intermedia si el tiempo es seco y de anticiclón. Las capas que no utilices, llévalas en la mochila para así estar preparado frente a cualquier contingencia.
Algunas variaciones
Las chaquetas rellenas de fibra o de pluma se han popularizado y han rematado convertirse en una segunda capa alternativa. Estas prendas combaten acertadamente la humedad y aportan una capacidad calorífica suficiente, lo que permite su uso incluso como tercera capa si se combina con un elástica polar fino. Su irreflexión es una superioridad para los deportistas y excursionistas pues el espacio que ocupan en la mochila es leve. En situaciones de frío intenso o de parada, puede intercambiarse por una chaqueta de plumas de maduro corpulencia.
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