El rey Felipe VI entregó este miércoles el Premio Escuela del Año 2021 al IES Ramón y Cajal de Zaragoza. El galardón, concedido por la Fundación Princesa de Girona, reconoce al centro por promover un maniquí “inclusivo e inspirador” y por ser un referente en la integración en el mundo gremial de jóvenes con diferencia práctico.
El monarca se desplazó este miércoles al centro educativo del casco histórico zaragozano para hacer entrega del galardón y conocer de primera mano la punto de esta comunidad educativa, que cuenta con 36 nacionalidades entre sus más de 450 alumnos.
En su turista estuvo acompañado por la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría; el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán; el corregidor de la ciudad, Jorge Azcón; y numerosas autoridades locales.
Durante la entrega de galardones, Felipe VI destacó el emblema del centro -“igualdad, inclusión e innovación”-, que más que una “magnífica” revelación de intenciones, es “un alegato” que la escuela comercio de resistir a la habilidad cada día y que sirve “de ejemplo para otros”.
Educación
Felipe VI destacó el emblema del centro: “igualdad, inclusión e innovación”
El rey asimismo recalcó la esencia de un plan arribista cuyo fin es promover “una educación de calidad para todos”, en la que el debate, la advertencia, la difusión de la civilización y la ciencia ocupan “un papel central”.
Encima, alabó un maniquí en el que el trabajo por proyectos o la transversalidad se conjugan de forma natural con un trato personalizado y el respeto a la individualidad de cada educando.
La “igualdad, inclusión e innovación” fue el hilo conductor de la turista al centro que empezó con una representación de acrosport. Se comercio de un plan multigrado que, a través de la educación física y la volatín, descubre al alumnado la historia del arte y de las civilizaciones dando forma con sus cuerpos a grandes monumentos como el Coliseo o el Partenón.
El monarca asimismo pudo ver las aulas donde el alumnado con diferencia práctico confecciona monederos y cojines cosidos a máquina que luego venden para seguir comprando nuevo material, el laboratorio o el invernadero, donde se fomenta el cultivo de proximidad y la patrimonio circular.
“Nos ha dicho que nosotros somos los protagonistas”, apuntó Daniel Sánchez, uno de los estudiantes de 1º de bachillerato que tuvo oportunidad de interactuar con el monarca, que no lucía ninguna señal visible de pena por el fresco fallecimiento de su tío Constantino de Grecia
Especialmente satisfecho se mostró el director del centro, Guillermo Sánchez, para quien el premio supone un examen al esfuerzo de los últimos primaveras y un motivo más para seguir trabajando en esta dirección.
“Buscamos la excelencia educativa a través de una preparación científica, cultural, artística exhaustiva y, sobre todo, el bienestar social y emocional del alumnado”, señaló.
Tras su turista y posterior entrega de premios, el monarca se desplazó hasta el cercano Palacio de la Aljafería para presidir el acto conmemorativo del 25 aniversario del final de la restauración del engorroso monumental.
Se trató de un evento cargado de simbolismo en el que se rememoró cómo hace 37 primaveras fue el entonces príncipe de Asturias el encargado de poner la primera piedra de las obras para recuperar La Aljafería y transformarla en la sede de las Cortes de Aragón que es hoy.
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