El Reservas deberá venir este año a los mercados a realizar emisiones brutas de deuda por 256.846 millones de euros, de los que la maduro parte corresponde a la renovación de la existente y una porción último, de 70.000 millones de euros, a nueva, según indicó hoy el secretario universal del Reservas, Carlos Cuerpo, en la rueda de prensa de la logística de financiación de este año.
Este esfuerzo es un 10% superior al del 2022 y se producirá en un contexto de encarecimiento del coste de la deuda, en el que se prevén nuevas subidas de tipos de interés y la retirada de las compras por parte del BCE. El mensaje del Gobierno es que su tratamiento será "conservadora" y podrá revisarse durante el año, conforme "se clarifiquen las principales incertidumbres".
Acelerará las emisiones para explotar la demanda récord
La logística para hacer frente al cambio de atmósfera consistirá en acelerar las emisiones en la primera parte del año, en la que previsiblemente se acumularán más de dos terceras partes de las colocaciones gracias entre otras cosas a una demanda que se encuentra en niveles récord.
El Reservas buscará por otra parte colocaciones más a derrochador plazo con el objetivo de ampliar la vida de la deuda, recurrirá a bonos verdes y buscará fuentes de diversificación en la matriz de inversores. "Iremos partido a partido, como el BCE", señaló.
Incluso se recurrirá a las sindicaciones bancarias y, sobre todo, se confiará en los 85.000 millones de euros solicitados en la adenda del plan de recuperación de la UE, que permitirá obtener fortuna adicionales que eviten la puesta en circulación de nueva deuda. El impresión de esta adenda "empezará a revaluarse en la segunda porción del año", dijo.
Irá "partido a partido" y adaptándose a las micción de cada momento
La gran incertidumbre está en el aumento del coste de la deuda. "La previsión es que el coste de puesta en circulación siga subiendo y que las subidas trasladables al coste medio estén muy amortiguadas", indicó Cuerpo. "La idea es ir adaptándonos a lo que vaya marcando el mercado", con la certeza de que "es muy difícil que volvamos a ver la excepcionalidad de un coste medio de puesta en circulación en imagen".
Como parte de la prudencia a la que obliga el coetáneo contexto, el Gobierno ha tumbado el freno en la puesta en circulación de nueva deuda. Será de 70.000 millones de euros, la misma que en el 2022, cuando el cuantía ya se rebajó en 5.000 millones, y mucho menos que los 110.000 millones del 2020.
El Gobierno confía en los bancos españoles para suplir al BCE en la negocio de deuda
Una de las incógnitas del año tiene que ver con quién sustituirá al BCE como gran comprador de deuda española. La institución ha puesto en marcha su plan de reducción del balanceo y "cerca de esperar que esta progresiva retirada se traduzca en un futuro en un progresivo aterrizaje y en la venida de inversores que vayan ocupando su circunstancia sin ningún tipo de disrupción".
El año pasado, los bancos e inversores españoles lograron por primera vez en una término convertirse en los segundos mayores de deuda española, por delante de Francia, que acabaró el 45%. España ha superado por primera vez, con cerca del 40% de las adquisiciones, a Alemania como segundo maduro comprador de la deuda soberana.
Cuerpo tiene mucha confianza en los bancos españoles para comercializar la deuda. "Estamos observando un aumento de la billete de los bancos domésticos, con un incremento de 6.000 millones de euros en la adquisición de deuda", lo cual no hace sino restituir una situación parecida a la precursor, ya que "la entrada del BCE en la negocio de deuda se produjo en su momento a coste de la reducción de la billete de los inversores residentes".
Invita a los particulares a comprar deuda
Los particulares tamabién están invitados. "Recomiendo a los ahorradores españoles, domésticos y extranjeros, que compren deuda pública. No solo porque es un aspecto de rentabilidad, sino por el aspecto de estabilidad y de seguridad". Es una opción "segura y rentable", señaló.
El Gobierno además destaca que, hasta la data, "no se ha producido un repunte en la prima de peligro" ni un incremento significativo del coste de la deuda. El año pasado, el coste conjunto de la deuda se elevó tenuemente, del 1,64% al 1,73%.
Demanda de 13.000 millones en la primera gran colocación del año
Incluso destaca la robusto demanda en el mercado. La primera subasta del año con referencias a medio y derrochador plazo ha servido para colocar 7.000 millones de euros posteriormente de que la demanda alcanzase los 13.000 millones. "Es una de las mayores demandas en subastas de la última término".
La vida media ha ido aumentando en la última término en cerca de dos primaveras, hasta situarse en 7,9 primaveras. El Gobierno seguirá potenciando este aspecto con el objetivo de montar a los 8 primaveras, lo que vendrá acompañado de un plan para colocar más deuda verde, hasta 3.200 millones en el 2023. "Estamos en 8.200 millones de deuda verde y queremos montar a unos 20.000 millones".
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