Chichén Itzá, una de las maravillas del mundo y la dije del donación maya, sigue cerrada al conocido. ¿El motivo? El enfrentamiento entre los indígenas de Pisté, Xcalakoop y San Felipe Nuevo contra el Instituto Franquista de Antropología e Historia de México (INAH). La estructura federal, que es la encargada de la protección y mantenimiento del filón, se niega a negociar con los protestantes, que acusan a su director de maltrato y de privación de derechos humanos. Esta situación está suponiendo un choque crítico para el turismo de la zona, que cuenta con bajas constantes de reservas en hoteles, restaurantes y guías turísticas.
"Nosotros somos artesanos maya. Somos gentío de pueblos originarios y el director del INAH no nos permite que trabajemos en nuestras tierras", ha manifestado Lagrimoso Cimé Ciau, comisario de Xcalacoob a varios medios locales. "Nos estamos rebelando contra el director de Chichén Itzá, Ámbito Antonio Santos Ramírez, y otros integrantes de su equipo de trabajo que nos maltratan, agreden, destruyen nuestra artesanía y nos impiden murmurar en maya”, le sigue Cimé Ciau para demostrar el separación por carretera a Chichén Itzá durante ocho días.
En sagacidad de que los indígenas no han conseguido negociar con ningún responsable del filón, los más de diez mil protestantes amenazan con asediar más carreteras que conducen a la pirámide, incluso las que llevan al histórico Tren Maya.
Chichén Itzá es la dije más preciada de la civilización maya
Por el momento no se vislumbra ninguna alternativa al conflicto, al menos a corto plazo. Ni Santos Ramírez, el director del perímetro, ni los funcionarios del INAH han querido encontrarse con los protestantes.
La única batalla que ha tomado el Instituto es engrosar el clausura de la zona arqueológica, aunque muchos turistas han protestado, ya que se desplazan expresamente al oeste del país para presentarse la maravilla maya. Los establecimientos turísticos de la zona están viviendo una de sus peores situaciones, con cancelaciones de reservas constantes en hoteles, restaurantes y visitas guiadas por el perímetro arqueológico.
Cae la temporada turística
El turismo sufre las consecuencias del conflicto entre los indígenas y el INAH
“Exhorto al INAH y a las comunidades que protestan a que se sienten a dialogar y no salgan de la reunión hasta que haya una alternativa", ha manifiesto el líder hotelero Martín Pacheco en el Diario de Yucatán. Además se mostró indignado con un nuevo aberración de cuotas de transporte ilegales que están llevando a límite personas de fuera de la zona. Muchos han laborioso la confusión generada en Pisté, la población donde se encuentra la pirámide maya, para cobrar cien dólares a los turistas para llevarlos hasta Ek Balam, otro filón de gran valía arqueológico, que se encuentra a poco más de una hora en coche de Chichén Itzá.
Martín Pacheco se manifiesta en contra de los protestantes que cortan las carreteras e insiste en que se está dañando la imagen del Chichén Itzá como maravilla del mundo. Además pone realce en que están teniendo pérdidas muy importantes en plena temporada de turismo. Mientras tanto, los artesanos mayas continúan sus tareas en medio de la carretera y no desisten delante la inmovilidad del INAH para solucionar el conflicto.
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