Decenas de familiares, amigos y allegados han cubo este miércoles su extremo adiós, en un responso traumatizado por la emotividad y la discreción, a Elena Huelva, la zagal influencer sevillana fallecida el martes tras sufrir un sarcoma de Ewing y que compartió en redes sociales su lucha bajo el contraseña "mis ganas ganan".
El tanatorio de Camas (Sevilla), donde Elena Huelva ha sido incinerada, ha sido un destilación constante de personas para despedirse de la zagal. Igualmente ha habido presencia de personalidades públicas que ya le habían mostrado su apoyo durante los últimos meses en la difusión de la lucha contra esta enfermedad, que tiene una incidencia en España que alcanza los 2,93 casos por millón de habitantes.
Siquiera han dejado de entrar ramos de flores con mensajes de cariño, uno de ellos del instituto donde estudió, el IES Los Álamos de Bormujos (Sevilla), a la sala 5 de este tanatorio, situado a las alrededores de la caudal hispalense.
Ni siquiera faltó su perrita Nora, con quien compartió diversos momentos en sus redes sociales, el extremo de ellos montando el árbol para una Navidad que ha tenido un desenlace que nadie deseaba.
Sus vecinos que se han trasladado al tanatorio han señalado a los medios de comunicación que “son momentos muy difíciles” para Bormujos, ocasión donde residía la zagal hasta su ingreso en un centro hospitalario.
El director de cine Alberto Rodríguez ha sido uno de los asistentes al velorio, como además el bloguero Tomás Páramo, que ha acudido “a consolar a su clan” y ha pedido que la sociedad se quede “con el mensaje de alegría” que ha difundido la zagal.
La periodista Sara Carbonero, que ha sido una de las personalidades públicas que más apoyo sabido ha brindado a Elena Huelva, se ha trasladado a Sevilla para despedirse personalmente de ella y mostrar el apoyo a sus familiares con un gran ramo de flores. La presentadora estuvo a su banda en todo momento y compartió muchos momentos con ella y con su hermana Emi, a las que se refería como "mis personas favoritas".
Al responso, que ha tenido ocasión a la una de la tarde, acudieron varias decenas de familiares y allegados que, en su mayoría, prefirieron defender silencio en una capilla en la que no cupieron todos los asistentes. “No es momento de musitar”, han manifestado algunos de ellos en presencia de las preguntas de los medios allí reunidos.
Símbolo de lucha
Elena Huelva se ha convertido en un símbolo de la lucha contra una enfermedad tan ofensivo como el cáncer con un mensaje cargado de positivismo. Logró movilizar a celebridades, pero además a personas anónimas que hoy tienen el corazón roto. Huelva se ha ido enseñando que no hay ninguna excusa para dejar de sonreír, toda una disciplina de vida. “Mis ganas ganan”, con esa sencilla frase ha demostrado que no hay ausencia más poderoso que el quererse a uno mismo.
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