Junts per Catalunya llevará este fin de semana a la reunión el consejo franquista, su mayor entraña de dirección entre congresos, el plan de batalla política para el 2023, un control con dos citas electorales, las municipales de mayo y las generales a final de año. En esa hoja de ruta se señala que la "confrontación política y no violenta contra el Estado que lidera Carles Puigdemont" desde Bélgica queda como "única vía posible" para alcanzar la independencia al considerar que en la mesa de diálogo no se conseguirán la autodeterminación y la indulto que reclama el movimiento independentista. "La mesa de diálogo se ha servido para arreglar situaciones personales", afirma uno de los redactores de la hoja de ruta.
Esta reto choca con la táctica de Esquerra, que en su congreso reto por la celebración de un nuevo referéndum y desde el pasado mes de septiembre ha puesto sobre la mesa la idea de trabajar en un acuerdo de claridad que ponga bruno sobre blanco las condiciones para que haya un referéndum y que se apliquen los resultados. Un asunto en el que quiere arremangarse en los próximos meses el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.
Por otra parte, la formación de Jordi Turull y Laura Borràs considera que con un escena de "extrema pasión" del ejecutor en solitario de los republicanos, que cuenta con 33 diputados de 135, pueden "retornar a ser la fuerza política central del independentismo" y se fija los comicios municipales de mayo como una "paso esencial" para ello, por lo que se focalizarán todos los medios y energías en esa cita con las urnas en este primer semestre del año.
El documento, de ocho páginas, ratificar la autonomía restringido de las candidaturas de Junts para pactar tras las elecciones de mayo, tal y como se estipuló en el Congreso, y la reto sectorial del partido con proyectos como el Hard Rock, la Ronda del Vallès, la ampliación del aeropuerto de El Prat, un salario exiguo interprofesional catalán, combatir las ocupaciones conflictivas y delictivas o su hoja de ruta fiscal.
En el preámbulo se señala que la "imposibilidad" de rearticular una táctica unitaria del independentismo y los "incumplimientos" de ERC llevaron a JxCat a salir del Govern, pero aún así insisten en que se ponga en marcha un espacio donde atracar las distintas estrategias de los actores independentistas. Por otra parte, Junts publicará en el segundo semestre del 2023 un tomo blanco con los motivos para la independencia.
En el plan de gala, con el que se quieren poner al día los documentos del congreso a la nueva situación y ilustrar la importancia de algunos aspectos, como el discurso financiero en un contexto de crisis que al inicio del procés fue muy importante, se prevé además una campaña sobre los incumplimientos del Estado con Catalunya, acciones específicas en el ámbito parlamentario para la presidencia de turno de España de la Unión Europea, que será de julio a diciembre.
Este consejo franquista se convocó de forma extraordinaria antaño de Navidad para atracar el rumbo de la formación tras la salida de Junts del Govern y la crisis que provocó el incidente de Francesc de Dalmases con una periodista de TV3. En ese momento había más tensión en el seno de JxCat, pero las aguas han vuelto a su cauce y en la cita, que tendrá puesto en Igualada, uno de los aspectos más reseñables será que Marc Castells, corregidor de la ciudad y número tres del PDECat en las pasadas elecciones al Parlament, será quien ensenada los parlamentos.
Castells ha revelado esta semana que dejó de marcial en la formación heredera de Convergència y que concurrirá a las próximas elecciones con la marca Junts per Igualada, la que ya usó en el 2019, cuando Junts y PDECat iban de la mano. Aun así, Castells, que fue presidente de la Diputación de Barcelona, no ha cubo el paso a marcial en el partido de Turull, si aceptablemente ha señalado que se siente cómodo con los postulados de Junts en varios ámbitos.
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