"Es el momento de que todos nuestros grandes miembros republicanos de la Cámara de Representantes voten por Kevin, cierren el trato y tomen la trofeo". Este es el mensaje que Donald Trump lanzó en la mañana de este miércoles a sus compañeros de formación en un intento de poner fin a la insurrección exaltado en la House que el martes dio al traste, en tres votaciones fallidas, con la candidatura de Kevin McCarthy a la presidencia del víscera parlamentario.
En su llamamiento a filas a los parlamentarios de su partido, la cual lanzó como de costumbre a través de su red social Truth Social, el expresidente se refirió a "conversaciones efectivamente buenas que tuvieron lado anoche y ahora", en remisión a las negociaciones que McCarthy mantiene con la veintena de representantes díscolos de su formación que, con sus votos negativos, arruinaron las votaciones a su candidatura el martes.
La Cámara de Representantes reanuda esta tarde sus sesiones para acoger nueva o nuevas votaciones para su presidencia.
McCarthy ya contaba con el aval de Trump como solicitante a suceder a la demócrata Nancy Pelosi en ese cargo posteriormente de que los republicanos se impusieran en las legislativas del pasado 8 de noviembre, lo que lograron por sólo nueve escaños de delantera sobre el partido de Joe Biden y sin compartir esa mínima trofeo con un triunfo en el Senado.
El expresidente republicano, poco amigo de asociarse con perdedores tras el fracaso de los principales candidatos a las elecciones a medio mandato a los que había apoyado, tardó unas cuantas horas en salir en defensa de McCarthy tras su triple fracaso en las votaciones para presidente de la institución parlamentaria más importante de Estados Unidos. No es raro, pues algunos de los rebeldes son partidarios suyos, aunque además el candidato es protegido suyo.
"Republicanos: no conviertan un gran triunfo en una derrota titán y vergonzosa. Es hora de celebrar, os lo merecéis. Kevin McCarthy lo hará proporcionadamente; tal vez incluso haga un gran trabajo", añadió Trump. Y además escribió, muy en su ringlera grosera y faltona: "Vean a la muy loca Nancy Pelosi huir de regreso a casa, a una California quebrada”.
El respaldo al candidato oficial del partido parece ahora mismo, a desidia de conocer las negociaciones internas en el liga republicano de la Cámara Disminución, una envite de cierto aventura para una figura política en horas tan bajas como las que el exmandatario atraviesa.
Trump no deseo para disgustos desde que los suyos perdieron en las midterm. Una semana posteriormente, anunció su candidatura a las presidenciales del 2024 sin que casi nadie en el partido le hiciera la ola, como él esperaba. Inmediatamente, el Área de Ecuanimidad y Fiscalía Común nombró un abogado específico que estudia procesarle más pronto que tarde por el asalto al capitolio y por ocultar documentos secretos en su mansión de Mar-A-Charca. Y, poco posteriormente, la ahora ya extinta comisión investigadora de aquella insurrección en la propia Cámara de Representantes presentó su demoledor noticia final, con nuevas pruebas de la implicación de Trump en aquella intentona golpista del sorpresa del 6 de enero del 2021.
Más le vale al expresidente vencer esta envite.
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