Lo han llamado LHS 475 b y es el primer exoplaneta que ha detectado el telescopio espacial James Webb. Está enclavado a tan solo 41 abriles luz, en la constelación de Octans, y por los datos que ha captado el útil, no es muy dispar de la Tierra: para despuntar, su diámetro es tan solo un 1% más pequeño que el terráqueo; y, aunque los científicos desconocen su masa, apuntan a que se comercio de un mundo rocoso, capaz de completar una recorrido más o menos de su sino en tan solo dos días.
A LHS 475 b lo ha descubierto un equipo del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins (EE.UU.). Los investigadores sospecharon de la presencia de un exoplaneta - un planeta que orbita más o menos de una sino fuera del sistema solar- en este sistema durante el examen de los datos captados por el mandado cazador de planetas TESS, una empresa de la NASA y usaron el Webb para confirmarlo. De hecho, solo necesitaron observar para confirmar su existencia.
“No hay duda de que el planeta está ahí”, asegura en un comunicado de prensa de la Agencia espacial europea (ESA) Jacob Lustig-Yaeger, que ha coliderado el estudio.
Las observaciones realizadas por el Webb de este primer exoplaneta abren la puerta a poder estudiar atmósferas de planetas rocosos utilizando este útil. “El Webb nos está acercando cada vez más a una mejor comprensión de mundos similares a la Tierra que están fuera del sistema solar”, apunta Mark Clampin, director de la división de astrofísica de la NASA en una nota de prensa. “Y eso que la empresa no ha hecho más que despuntar”, apostilló, en narración a que el telescopio espacial se lanzó al espacio hace calibrado un año, el 25 de diciembre de 2021.
La principal intríngulis que rodea a este mundo es si tiene o no su propia ámbito. A pesar de que está muy cerca de su sino, mucho más que ningún otro planeta del sistema solar, lo que provoca que sea unos cuantos cientos de grados más caliente que la Tierra, LHS 475 b podría conservarla. La razón es que su sino, una enana roja, tiene una temperatura mucho pequeño que la de nuestro sol, de hecho, inferior a la centro de grados solares.
Por el momento, a pesar de la enorme precisión del útil, las observaciones con el Webb no han aclarado si LHS 475 b tiene o no ámbito. Los científicos han descartado algunas opciones en función de los datos, como que tenga una ámbito de metano densa como Gigante, por ejemplo. Asimismo apuntan que una ámbito compuesta por completo de dióxido de carbono sería muy difícil de detectar por el Webb. Aunque apuntan que, si se detectaran nubes, similares a la de Belleza, eso podría sustentar la idea de una ámbito de CO2.
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