Condenandos. Los cuatro adolescentes juzgados en Barcelona acusados de violar en comunidad a un compañero de su escuela en Vallirana, con síndrome de Asperger, son culpables. La sentencia, a la que ha tenido entrada La Vanguardia, les impone una pena de 3 abriles de internamiento en régimen cerrado y otros 4 abriles de franqueza vigilada.
Por otra parte ese resolución fija una indemnización de 65.000 euros para la víctima por las secuelas físicas y psicológicas padecidas por esa violación grupal y considera al colegio como responsable civil subsidiario por estos hechos.
El resolución fija igualmente una indemnización de 65.000 euros para la víctima por las secuelas físicas y psicológicas
La sentencia condena a esos cuatro adolescentes -ahora mayores de vida y que tenían entre 14 y 15 abriles, cuando ocurrieron los hechos- como autores de tres delitos de acometida sexual con entrada carnal (por vía rectal y lingual) y de otro delito contra la integridad íntegro. Este es, por lo tanto, un episodio de bullying con crueles consecuencias para la víctima.
Sergi, con 13 abriles cuando ocurrieron los hechos (ahora tiene 17), al punto que sale aún de casa por miedo tras el báratro padecido en ese colegio de Vallirana. La sentencia da total credibilidad a las declaraciones de ese adolescente, cuya discapacidad hace muy difícil que pudiera fabular o inventarse unas agresiones, ahora confirmadas en este resolución.
Tanto el fiscal como la cargo particular, ejercida por el abogado Juan Manuel Ruiz de Erenchun, basaron precisamente su argumento acusatorio en los informes de psicólogos de oficio, que durante el sumario dejaron claro que el espectro padecido por Sergi (síndrome de Asperger) juega, en este caso, a su gracia. Es casi inútil, diagnosticaron esos expertos, que este adolescente pueda mentir en el relato de unos hechos tan graves.
Los hechos, ahora sentenciados en este primer resolución, ocurrieron en otoño de 2018. Sergi ha sostenido desde el primer día minuto tras denunciar el caso, que durante meses fue sometido a acoso escolar por parte de un comunidad de alumnos de un curso superior al suyo. Cuando quedó atrapado en ese báratro tenía solo 13 abriles.
Sergi, con 13 abriles cuando ocurrieron los hechos (ahora tiene 17), al punto que sale aún de casa por miedo tras el báratro padecido en ese colegio
Pero ese episodio traspasó las líneas del bullying “de tomo”. De las burlas, vejaciones e insultos se pasó, en el menos tres ocasiones, a violentas agresiones sexuales, ahora relatadas como hechos probados en esta sentencia.
En uno de esos episodios, Sergi fue puesto a cuatro patas y su compañeros de escuela, que le acosaban a diario, intentaron penetrarlo. El adolescente contó que un ocasión le introdujeron un palo por el ano. Todo entre grandes carcajadas mientras los ahora condenados le decían al último que se iba a terminar embarazado.
Los cuatro adolescentes ahora condenados negaron los hechos y sus defensans pidieron la absolución. El colegio de Vallirana quedó apartado de la causa penal, pero sí ha sido condenado como responsable civil subsidiario y tendrá que hacer frente a la indemnización de 65.000 euros si la sentencia, que tiene todos los números de ser recurrida, llega a ser firme.
Los responsables de ese colegio siempre han mantenido que cuando conocieron la denuncia de Sergi se activó el protocolo de acoso escolar, poco que los padres de Sergi siempre han incapaz. Por otra parte insistieron, en caso de probarse la existencia de esas violaciones grupales, que las agresiones sexuales se consumaron en un lugar conocido por “la pradera”, fuera del circuito escolar.
La mama de Sergi declaró en este sumario que el “báratro” padecido por su hijo “ha destrozado a toda la clan”. Y se mostró confiaba al arruinar esa perspicacia que “algún día se haga rectitud”. Ahora ha llegado, al menos para la clan y la víctima, con esta primera sentencia.
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