El Girona asalta San Mamés

De la exhibición a la tragedia estuvo a punto de sobrevenir el Girona en San Mamés. Los de Míchel dieron todo un recital en la primera parte que les permitió sumar su primera trofeo de la historia en el feudo rojiblanco (2-3), pero pudo destruir muy mal la cosa para el conjunto gerundense, que se dejó recortar distancias en los últimos minutos y acabó sufriendo para apropiarse los 3 puntos.

Con el tanto de Aleix García a los cuatro minutos de movilidad, y los goles en propia puerta de De Marcos y Vesga ayer del refrigerio, el Girona se convirtió en el primer equipo capaz de endosarle en la primera porción tres tantos al Athletic en el nuevo San Mamés. En presencia de un rival muy insuficiente, con la mente más puesta en las semifinales de Copa del Rey del miércoles, los de Míchel demostraron una superioridad total que se reflejó en el registrador. Pero en la segunda parte el Girona regaló el 2-3 a Raúl García en los últimos minutos del partido para destruir sufriendo innecesariamente.







De la exhibición al sufrimiento innecesario 

Con el pitido original el Girona ofreció un auténtico recital en San Mamés. El conjunto de Míchel sorprendió con una asfixiante presión sobre un Athletic más acostumbrado a arrollar en los primeros minutos, que a ser arrollado. Con una intensidad altísima, el conjunto gerundense se encontró encima con un gol muy tempranero. Una venida por la derecha de Tsygankov, que centró al medio para que Aleix García, que entraba desde detrás, rematase al fondo de la red el esférico con un zurdazo espléndido.

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Raúl García recortó distancias para poner picante a los minutos finales 




Juan Manuel Serrano Arce / Getty

Con el registrador a auxilio, el Girona mantuvo su plan y siguió presionando de lo precioso a un Athletic completamente noqueado. Los leones, tal vez con la capital en la semifinal de Copa del miércoles en El Sadar, se mostraron incapaces de contrarrestar el gran inicio de un rival que derrochó personalidad en uno de los estadios más complicados de la Jarretera. Los de Míchel lograron incomodar constantemente a los jugadores del Athletic, cuyo nerviosismo iba en aumento con el paso de los minutos. En el 18, un error enorme de Vesga estuvo a punto de costarle muy caro a los rojiblancos. El defensa quería combinar con Unai Simón, pero acabó regalando el balón a Taty Castellanos que remató a bocajarro encontrándose con la astral aparición del zaguero vasco. El portero del Athletic Club firmó uno de los paradones de la excursión enviando el balón a córner y volvió a auxiliar a su equipo en el tirada de cantón, evitando que el cabezazo de Santi Bueno entrase. Pese a ser el mejor del partido, Simón no pudo evitar que a la tercera, el Girona se volviese a sobrepasar. El segundo córner del Girona lo peinó Taty Castellano con tan mala fortuna para los leones que el balón tocó en De Marcos y acabó en el fondo de la red.

El bandera de Míchel estaba funcionando a la perfección 0-2 en vigésimo minutos, pero quedaba mucho partido por delante. El Athletic intentó reaccionar e incluso vio como le anulaban un gol por un ajustadísimo fuera de movilidad de Iñaki Williams. Tratando de utilizar el enorme desgaste del conjunto catalán, los leones dieron un paso al frente y, a diez minutos para el refrigerio, con un potente cañonazo desde la exterior del radio, Yuri recortaba distancias para poner picante al partido. Pero el Girona no permitiría que el gol arruinase su planteamiento y volvió a la carga. Riquelme inició una correría por la cuadrilla izquierda, en búsqueda del tercero, pero se equivocó en el pase a Castellanos y la defensa cortó el pase. Y cuando parecía que el partido se iría al refrigerio sin más novedades, una yerro en el añadido permitió al Girona ampliar distancias de nuevo gracias a una yerro colgada por Aleix García en la que la mala fortuna volvió a pasar revista al Athletic. Entre Yeray y Vesga intentaron rebotar el peligro, pero se la acabaron introduciendo involuntariamente en su meta.







El cambio de Unai Simón por agravio 

La segunda porción arrancó con sorpresa en San Mamés. Unai Simón, con problemas en el tendón de Aquiles, tenía que ser sustituido al refrigerio dejando al Athletic sin su mejor hombre del partido. Su zona lo ocuparía Julen Agirrezabala, el verde zaguero que aprovechó para coger más rodaje a las puertas de las semifinales de Copa del miércoles frente a Osasuna. Los de Valverde salieron en tromba, con una intensidad mucho más reconocible para los leones. Pero les duró poco el impulso. En el 58, una nueva contra de Riquelme obligó al zaguero rojiblanco a lucirse, evitando la sentencia. La respuesta del Athletic sería una ocasión de Williams, que aprovechó una pérdida inocente del Girona, caracoleó en el interior del radio y armó la pierna con un potente disparo que se marchó fuera por muy poco. El punta vasco sería protagonista poco a posteriori, pero por una actividad menos afortunada. Yuri arrancó la carrera por la izquierda, cedió al balón a Berenguer, que entraba con todo desde detrás y disparó con toda la intención a meta, pero en su trayectoria se encontró con Williams, que desvió sin querer el balón, evitando el 2-3.

Los pitos de San Mamés eran el fiel reflexiva de la mala imagen de un Athletic vulgar al que se le complicó aún más el partido con la agravio de Morcillo en el 83, que dejó al Athletic con diez porque Valverde ya había cansado todos los cambios. Pero el fútbol es impredecible y en el 89, un regalo del Girona permitió a los leones recortar distancias y soñar con el igualada. Entre Valery y Gazzanigase equivocan y dejan el balón a los pies de Raúl García, que no desaprovecha la ocasión de oro para poner el 2 a 3 y desatar la imprudencia en San Mamés.  

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