El Madrid se complicó la Confederación en Son Moix donde cayó (1-0) en presencia de un Mallorca que supo desquiciar a los blancos, incómodos todo el partido, un duelo que afrontaron con bajas muy sensibles, como la de Benzema, Militão y Courtois, el belga dañado en los prolegómenos, cuando calentaba sobre el césped.
El Mallorca de Javier Aguirre es una rara avis en el flagrante fútbol castellano. Practica un cerrojazo de otro tiempo, presiona con gran belicosidad (cometió 29 faltas, a una del record), interrumpe el conjunto de forma constante y así se las apaña para ir tirando con un cancerbero y un punta excelentes, Rajkovic y Muriqi, respectivamente. Es un equipo con un catálogo muy acotado, pero lo que hace lo hace muy correctamente. Este año le vale para moverse por la zona media de la tabla.
Vinícius
El brasileño estuvo muy apagado
Para el Madrid todo resultó una tortura. Ya de entrada sabía que el partido empezaba caliente, con el conocido muy encrespado por las polémicas sobre Vinícius y sus rifirrafes con jugadores del Mallorca. El brasileño no supo sobreponerse a los factores en su contra y tuvo una de sus actuaciones más grises.
El Mallorca demostró su fortaleza defensiva. Acumulaba tres partidos seguidos en casa sin percibir un gol, pero los de Aguirre igualmente tenían dos bajas en defensa, Valjent, con fiebre, y Copete, sancionado. La defensa de cinco impuesta por Aguirre se le atragantó al Madrid, incapaz de crear una sola ocasión de peligro en todo el primer tiempo, obligado a chutar desde allí sin ningún peligro para los de casa.
El merienda blanco
Kroos y Modric en el banquillo
No puede decirse que Ancelotti no preparase al equipo para un partido de pico y pala. Dejó en el banquillo a Kroos y Modric y sacó un centro del campo de pugna con Tchouaméni, Valverde y Ceballos. Camavinga siguió de anexo izquierdo.
Todo se le empezó a complicar al Madrid muy pronto. Con el partido aún por definirse el Mallorca marcó en su primera enfoque al ámbito blanca, a los 13 minutos, un gol afortunado que caldo en un centro de Dani Rodríguez y un cabezazo en dirección a a espaldas de Nacho que pilló a Lunin mal colocado y el balón entró por la escuadra. El cancerbero ucraniano no jugaba desde el 3 de enero en presencia de el Cacereño en la Copa. Nunca dio sensación de seguridad. El Mallorca no creo una sola ocasión más de gol en el resto del partido.
El Madrid reaccionó mal al gol. El Mallorca le cedió el balón y se replegó en torno a su cancerbero, pero los blancos movieron lentos el cuero, casi siempre en horizontal. No encontraron ninguna rendija para inquietar a los bermellones, que siquiera se molestaron en retornar a cruzar el centro del campo, todo un conjunto muy trabado, con faltas y conjunto subterráneo.
La segunda parte empezó sin cambios. El Madrid se encontró con mas de lo mismo, un Mallorca colgado de su apoyo y obstruyendo el conjunto con faltas allí del ámbito y constantes pérdidas de tiempo.
El penalti
Rajkovic adivinó la intención de Asensio
Delante una defensa tan estática y sin metros para valer al Madrid se le vieron otra vez sus viejos defectos, más sin un Benzema que descolgara el conjunto a los costados.
En medio de un conjunto confuso el Madrid encontró un penalti en el 57 por un derribo de Rajkovic a Vinícius muy protestado por el Mallorca, pero confirmado por el VAR. Lo tiró congruo mal Asensio y Rajkovic respondió con una buena parada.
Los cambios
Cuatro cambios para mínimo
Tan mal vio las cosas Ancelotti que ordenó cuatro cambios muy pronto: primero Modric por Valverde y luego tres de cachete: entraron Mariano, Kroos y Alaba y se fueron Tchouaméni, Asensio Ceballos, ayer muy desaparecido.
Los cambios aliviaron poco al Madrid, que siguió acosando sin ideas a un Mallorca muy encerrado en su ámbito pero sin crear tan pronto como ocasiones de gol. La únicas medio claras fueron dos remates de Mariano que no encontraron puerta y un cabezazo final de Rüdiger. El partido se fue entre interrupciones y histerismo. En toda la segunda parte el Mallorca logró con interrupciones continuas que tan pronto como se jugara mínimo. El traspié deja la Confederación muy en el canción para el Madrid.
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