“Donde hay un dispositivo móvil conectado, hay esperanza, hay oportunidad, hay ayuda”. El Rey ha resumido con esa frase la importancia de la tecnología y las comunicaciones no solo en el progreso financiero y de las empresas, además en ofrecer oportunidades en la vida de las personas para afrontar crisis como las de la pandemia o la supresión de Ucrania.
El Mobile Word Congress (MWC) que se inaugura este lunes, ha tenido la confusión de este domingo una cena previa con subsidio del Rey, el presidente del Gobierno, el President de la Generalitat, la alcaldesa de Barcelona y otras autoridades. Tras las restricciones por la pandemia, la normalidad ha vuelto al Mobile Word Congress (MWC) y, tras la crisis de “procés” además a la cena institucional previa a la inauguración del salón. Tras primaveras en los que la crispación política entre el gobierno central y el autonómico acabó por distribuir la presencia del Rey, este domingo, aunque tanto el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, han persistido en su posición de no saludar la aparición del patrón del Estado, todos los han coincidido en subrayar con su presencia la importancia de un certamen que pone el foco en Barcelona, Catalunya y España como abanderados de las nuevas tecnologías
Discursos en inglés
El Rey ha cerrado el turno de palabras con un discurso pronunciado en inglés, excepto una primera frase en castellano y otra en catalán, Felipe VI ha recordado su compromiso con el MWC que, ha dicho, se identifica tan acertadamente con Barcelona y que la sitúa en la vanguardia de la innovación. “El Mobile además es un creador esencial de perspectivas y oportunidades económicas más amplias que benefician a nuestro país”
Sánchez, el único que ha pronunciado la decano parte de su discurso en castellano y el que menos se ha referido al MWC, ha empezado sus palabras en la misma renglón que el Rey, resaltando la importancia de la conectividad movil de los miles de refugiados que llegaron a España tras el estallido de la supresión y la emoción que producía verlos establecer contacto con los allegados que habían dejado remotamente.
El presidente ha repasado todos los programas de ayuda que el Gobierno de España ha puesto en marcha para disimular la crisis económica y energética; así como las medidas para aumentar las oportunidades laborales; las becas para estudiantes, así como los avances en transformación digital. Incluso se ha referido Sánchez a la colaboración pública y privada en sectores como la transformación digital.
Ada Colau ha hendido el turno de oradores, además en inglés, destacando el carácter hospitalario de Barcelona y su decidida reto por la tecnología y el MWC. En catalán Colau ha reivindicado el valencia de la cooperación entre las instituciones no solo en el certamen que se inaugura este lunes, sino en otras iniciativas que implican la complicidad del gobierno central y el autonómico y, ya en castellano, ha pedido al presidente del Gobierno que se establezcan medidas para la cohesión social y evitar la fuga de talentos. En un momento, Colau que ha obligado que no era el área indicado, ha emprendedor al presidente Sánchez la petición de que el Gobierno regule los precios del arrendamiento.
El president Aragonés, que indemne una primera frase en catalán, además utilizado el inglés, ha descrito una Catalunya que va desde sus raíces históricas, de las que las obras expuestas en el MNAC, son la prueba hasta una nación que reto por la tecnología y la conectividad con el futuro. “Con el MWC, Barcelona y Catalunya son las capitales del mundo”, ha dicho Aragonés, que ha ofrecido a los congresistas la hospitalidad de una Catalunya, orgullosa de su herencia
El Rey ha llegado al Museu Doméstico d’Art de Catalunya (MNAC) precedido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien, inmediato a la vicepresidenta Nadia Calviño, la delegada del Gobierno, María Eugenia Gay, el presidente de Teléfonica, José María Álvarez-Pallete, y el director de Fira de Barcelona, Pau Relat, han recibido al Rey a las puertas del MNAC. Adentro ya estaban Aragonés y Colau, que han saludado a Felipe VI inmediato a otros asistentes la mayoría representantes de las empresas tecnológicas presentes en el Mobile, en el cóctel previo a la cena.
En la mesa presidencial, ocupada por dieciocho personas, el Rey se ha sentado entre el presidente del Gobierno y Mats Granryd, director caudillo del GSMA, y enfrente, el president Pere Aragonés, entre la vicepresidenta Calviño y el presidente del consejo de agencia del GSMA y de Telefónica, que tenía del otro flanco a la alcaldesa de Barcelona. Todos, inmediato al resto de invitados, han degustado un menú compuesto por ensalada de gamas y vieras con aguacate; confit de pato a la naranja y mousse de caramelo y manzana. Sobre las mesas manteles blancos y jarros de cristal con tulipanes rojos, la única nota de color en una confusión marcada por la mayoritaria presencia masculina y pocas mujeres, entre las que se encontraba Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, que ha ocupado una mesa discreta y que, al parecer, ha acudido a la cena y tiene intención de pasar revista el salón en una encuentro de carácter privado.
Algún desencuentro institucional
Esta cena previa al congreso, organizada por la asociación mundial de la industria móvil GSMA --impulsora del MWC--, se instauró en la estampación de 2012 cuando Barcelona se convirtió en Mobile World Renta, y durante tres primaveras se celebró en el el Palacete Albéniz, residencia oficial de la comunidad verdadero en sus visitas a Barcelona. En 2015, con motivo de celebrarse el 10º aniversario del MWC en Barcelona y aumentar el número de invitados, la cena se trasladó al Palau de Pedralbes; en 2016 tuvo área en el Liceu y los primaveras 2017 y 2018, se celebró en el Palau de la Música, hasta que, para la estampación de 2019, se trasladó al Museu Doméstico d'Art de Catalunya (MNAC) donde ha tenido área en los últimos primaveras. Felipe de Borbón estuvo presente como príncipe de Asturias hasta la estampación de 2014, y desde 2015 hasta la vencimiento ha presidido la velada como Rey,
En los primaveras en los que presidió la cena como Príncipe de Asturias, el coetáneo Rey coincidió con el entones presidente de a Generalitat Artur Más, sin que se produjera ningún tipo de desencuentro. En 2016 fue la primera ocasión, tras su proclamación, en la que Felipe VI compartió mesa con el president Carles Puigdemont, al que conocía de sus tiempos en los que como corregidor de Girona acudía a los actos programados por la Fundació Princesa de Girona. Puigdemont, la entonces presidenta del Parlament, Carme Forcadell y la ya alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, recibieron al Rey a las puertas del Liceu. El Liceu además fue atmósfera de la cena en el mes de febrero de 2017 repitiéndose la cuadro del acogida, con Puigdemont y Colau, en la misma orilla extranjero del Liceu, a excepción de Carme Forcadell que no asistió a la verlada
En la cena de inauguración del Mobile de 2018, cuatro meses luego de los hechos de octubre, que acabaron con la aplicación del artículo 155 y la intervención del Gobierno en Catalunya, no hubo presencia autonómica y a la la alcaldesa Ada Colau, por primera vez, entró directamente en el circuito sin situarse en la renglón de saludo al Rey. Desde entonces, tanto los sucesivos presidentes de la Generalitat, Quim Torra, en la estampación de 2019, y Pere Aragonés, en como la del Consistorio barcelonés evitan acoger al Rey, aunque compartes, como este domingo, la mesa presidencial. Durante el gobierno de Mariano Rajoy, fue la vicepresidenta Soraya Saéz de Santamaria quien acompañó al Rey en su encuentro a Barcelona, hasta que, a partir de la estampación de 2019, excepto en 2020 en el que se canceló el MWC, Felipe VI ha estado acompañado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
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