Tokio, la ciudad con más estrellas Michelin del mundo, se está viendo afectada estos días por una gran oleada de crímenes contra su cocina. Estos actos vandálicos han recibido un rara nombre, "sushi terrorismo", ya que el plato ninguneado es precisamente el sushi.
La forma de comportarse de los 'criminales' consiste en comparecer a los restaurantes para incumplir las normas sanitarias, interferir en la comida de los comensales vecinos y crear vídeos virales con el contenido. Esta extraña praxis se ha puesto tan de moda que, según publica The Guardian, para frenarla, se ha tenido que acudir a una investigación policial.
La forma de comportarse de los 'criminales' consiste en comparecer a los restaurantes para incumplir las normas sanitarias
No hace desatiendo imaginar de qué van estos 'gastro delitos', ya su autor siempre los registra y sube a redes: uno de los más virales, con 40 millones de visualizaciones en Twitter, muestra por ejemplo cómo un bisoño lame la parte superior abierta de una botella de salsa de soja global y todo el borde de una taza de té y luego lo vuelve a colocar en un estante. Posteriormente el vídeo enseña cómo se lame el dedo y lo utiliza para tocar dos piezas de sushi, presumiblemente pedidas por otro cliente, mientras pasan por la cinta transportadora del recinto.
La abuso ha tenido consecuencias para Kaitenzushi, la cautiverio de restauración en la que se grabó el vídeo, que ha trillado cómo sus acciones se desplomaban un 5%. No es la única compañía que está perdiendo grandes cantidades de fortuna, ya que este tipo de vídeos provocan mucha indignación y repugnancia en Japón.
Encima el 'sushi terrorismo' podría apurar con otro emblema de la cocina nipona: esas curiosas y divertidas cintas giratorias por las que hasta ahora circulaban piezas de sushi para satisfacer los estómagos de los más glotones. Si hasta hace poco este tipo de recinto era tendencia absoluta, ahora es repudiado por quienes han trillado los vídeos, que se niegan a retornar hasta que no acaben los 'sushi delitos'.
El 'sushi terrorismo' podría apurar con las cintas transportadoras de los restaurantes japoneses
En Tokio, de hecho, muchos restauradores ya están buscando soluciones para presentar sus creaciones de un nuevo modo, lo que podría suponer su desaparición tras la oleada de actos vandálicos. Otros, en cambio, no quieren renunciar a esas cintas que tanto fortuna les han hecho superar y han decidido instalar cámaras encima de ellas para guardar a los clientes.
Sea como sea, deben inquirir una alternativa para detener el acoso al que les someten esos 'sushi delincuentes', muchas veces menores de momento, que se deleitan añadiendo wasabi a las piezas de sushi que no son suyas, lamiendo la cuchara de un recipiente de polvo de té verde que utilizan varios comensales o cambiando el contenido de las botellas de soja. Parece un delito inocente, pero siente mucho musculoso a posteriori de una pandemia mundial.
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