Feijóo insinúa que si no gana las elecciones dejará de ser presidente del PP

Alberto Núñez Feijóo está cada día más convencido de que es posible, de que la vencimiento del PP en las elecciones, sean las de mayo, o las generales de fin de año, es posible. Se lo dicen las encuestas que obran en poder de la dirección popular, y el condición que vive el PP, que este fin de semana se exacerbó en presencia de la presencia de José María Aznar y Mariano Rajoy, y convenció a muchos de que el triunfo puede darse.

Quizá deslizado por ese sentimiento de entusiasmo que se vivió este fin de semana en Valencia, el presidente del PP hizo una confesión, una insinuación e incluso un anuncio, el de que él no es como otros candidatos que ha tenido el PP, que han tardado tres veces en conseguir conservarse al Gobierno, que él se lo juega a cara o cruz, que sólo habrá una oportunidad, la de las elecciones de fin de año. No tendrá una segunda oportunidad para ser presidente del Gobierno.







Feijóo emplaza a los candidatos a obtener mayorías "absolutamente indiscutibles"

"Si no lo consigo, no merezco ser presidente del partido, así que ayudadme a estar un poco como presidente del partido". Fue el mensaje de Alberto Núñez Feijóo a los candidatos del PP que se presentan el 28 de mayo a las elecciones municipales y autonómicas, a las que sigue dando una importancia primordial, porque deben ser la antesala de lo que ocurra posteriormente cuando esté en placer el gobierno de España.

Quizá por eso, el presidente del PP pidió a todos los candidatos esas mayorías contundentes: "La mayoría que hay que pelear es una mayoría absolutamente indiscutible". Hasta se atrevió a platicar de mayorías absolutas, porque reivindica "las mayorías de Manuel Fraga en Galicia, y las de los presidentes Rajoy y Aznar", e incluso sus mayorías absolutas incluso en Galicia, y en Andalucía. De hecho Feijóo reconoció que el día más adecuado que ha tenido desde que llegó a la presidencia del PP fue la oscuridad en la que Juanma Atezado consiguió en Andalucía la mayoría absoluta.

Es la única forma, subrayó, de asegurar que el PP podrá hacer en el Gobierno lo que quieren hacer y lo que prometerán a los ciudadanos que harán en la campaña electoral. Y es que, como explicó, no pide esas mayorías "contundentes" para él, o para los candidatos que tienen una cita con las urnas el 28 de mayo, aunque les reconoce que "cuando tienes una mayoría absoluta, no lo olvidas en la vida". Pide esas mayorías "porque son las que nos legitimarán para hacer cosas".

Eso es lo importante, subrayó Feijóo, "tener una mayoría suficiente para poder administrar", porque, encima, esas mayorías, son las que les permiten "al pueblo pedirle responsabilidades a sus gobernantes", No se proxenetismo de administrar por administrar, subrayó, sino de conseguir "que España tenga un mejor gobierno".







Feijóo ve a sus adversarios, de un flanco y de otro, nerviosos "y hacen cosas raras"

No sólo las encuestas le dicen que administrar esa posible. Alberto Núñez Feijóo se cicerone incluso por la aspecto "de mis adversarios a un flanco y a otro, que están muy nerviosos y hacen cosas raras". De lo que hace a su derecha Abascal, no dijo nadie, aunque seguramente estaba pensando en el ofrecimiento que le hizo a Ramón Tamames para que encabece la moción de censura que tiene anunciada contra Pedro Sánchez. Feijóo de centró en lo que hace Pedro Sánchez, que fue al Senado, para platicar de las últimas medidas económicas, "y parecía más el debate sobre el estado de Feijóo", y eso le pide al presidente "que hable más de España y menos de mi".

Feijóo está confiado en el resultado electoral, y sabe por qué es, una conjunción de demérito del contrario, y de tacto del PP. "Lideramos las encuestas porque mientras Sánchez y los suyos cada vez están más allá de la clan, nosotros estamos más cerca de la clan", porque, subrayó, "mientras Sánchez y los suyos han perdido el pulso de la sociedad, nosotros, y el PP, somos lo más parecido a España". Por eso, animó a los militantes del PP y a sus posibles votantes, a que no se amilanen en presencia de las críticas: "Ni siquiera Sánchez puede atemorizar a España porque vaya a administrar el PP".

A esos votantes les explica que su tesina no se limita al objetivo de "cambiar un presidente", sino lo que es más importante, "hacer los cambios que necesita un país y que reclaman los ciudadanos". Cambios en materia económica, pero incluso territorial, para "impedir el avance del independentismo" y no tener a los independentistas "por aliados", o retornar a hacer una política extranjero que sea buena para España "en vez de dejar que se la humille", en remisión a la cumbre de Marruecos. Un cambio que suponga incluso "defender los servicios públicos, y no utilizarlos para hacer política", y un cambio que en materia económica "afronte las reformas estructurales que el país necesita".

Todo esto lo dijo Feijóo en presencia, de nuevo de José María Aznar y Mariano Rajoy, que no tuvieron problema en quedarse a la clausura de la intermunicipal, hoy, posteriormente de su intervención el sábado. Fueron meros espectadores, pero se dieron un baño de masas al más puro estilo de sus mejores tiempos. Y Feijóo sacó pecho, por la presencia de los expresidentes del gobierno, pero incluso por la de todos los presidentes autonómicos, gobiernen o no, toda la dirección doméstico del PP y todos los candidatos a alcaldes, que Feijóo cree llamados a convertirse en la demostración de su poder, el 28 de mayo, como en su día ocurrió con Luisa Fernanda Rudí, Celia Villalobos, Soledad Becerril, Teófila Martínez, o el regalo, siempre, de Rita Barberá, que estuvo muy presente este fin de semana, en Valencia.

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