La Botiga Solidària de Cornellà de Llobregat, el plan comunitario que atiende a las personas en situación de vulnerabilidad económica en una escazes tan básica como el manducar, atendió a 2.738 personas durante el año 2022, ha informado el Consistorio este lunes en un comunicado.
Concretamente, se llevaron a angla más de 6.000 entregas a un total de 979 familias. El servicio recaudó 280.000 kilos de capital de primera escazes procedentes del Banc dels Aliments, la Unión Europea y la colaboración ciudadana.
Atolondrado descenso respecto al 2021
Según cuenta el Consistorio, las cifras son tenuemente más bajas que en el 2021, cuando se alcanzaron las 3.075 personas beneficiarias "sobre todo en los primeros meses cuando todavía nos estábamos recuperando de los pertenencias económicos de la pandemia", argumenta el Consistorio.
La Botiga Solidària de Cornellà se puso en marcha ahora hace una división. Impulsada por el Consistorio, es posible gracias a la colaboración de las entidades que forman parte del consejo de servicios sociales y a la ayuda de más de un centenar de personas. Su objetivo es "dar respuesta a la creciente demanda de alimentos de primera escazes por parte de un sector de la población más desfavorecida".
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