Qué es la comunicación no violenta y por qué debes practicarla

La comunicación es una capacidad innata y un móvil de supervivencia que los humanos desarrollan incluso antiguamente de estudiar a balbucir. Sea verbal o no verbal, se negociación de la capacidad que tienen las personas para establecer relaciones e canjear información e intereses con los demás. Aunque como toda aptitud, la comunicación puede entrenarse para estudiar a forjar vínculos saludables y estables a abundante plazo.

Practicar la comunicación no violenta te permitirá pedir ayuda, expresar voluntades o exigir derechos en presencia de las personas de tu entorno de modo efectiva. Este tipo de comunicación es fundamentalmente verbal y si sabes cómo utilizarla, te servirá de ayuda en presencia de cualquier situación o contexto cardinal, desde el ámbito personal o de pareja al entorno profesional. La asertividad, la empatía y el rechazo a los prejuicios son las claves de esta aparejo sin igual para mejorar tus conexiones y satisfacer tus propias micción.







Origen del concepto

Marshall Rosenberg fue quien acuñó el concepto de comunicación no violenta, que desarrolló en su obra Comunicación no violenta: Un estilo de vida. Este psicólogo estadounidense partió de la hipótesis de que, para resolver los conflictos de forma pacífica, era necesario satisfacer a todos los actores implicados. Para salir a estos acuerdos, anejo a la compasión como aliada en la búsqueda de lugares comunes, es preciso aplicar con honestidad los tres principios de esta teoría: observación, expresión y petición.







Cómo adoptar la comunicación no violenta

Tener en cuenta los sentimientos y las micción propias y ajenas es el punto de partida de la comunicación no violenta. La empatía es imprescindible para que sepas expresar en presencia de los demás tus deseos de autonomía, integridad o seguridad con éxito. De este modo, tus peticiones, de auxilio o de afecto, se complacerán en la medida de tu capacidad para ser asertivo. Existen, según la teoría de Marshall Rosenberg, otras micción básicas como la cercanía, la conexión o la dotación de sentido a la vida.







Consecuencias de las interacciones violentas

La comunicación influye en tus interacciones sociales. Se negociación de un transporte determinante para acercarte o alejarte de otras personas y, en cualquier caso, debes aprender hacerlo con el tono y las formas adecuadas. Si el punto de partida de la comunicación es la violencia, los prejuicios o la belicosidad, los conflictos no solo quedarán sin resolver, sino que se perpetuarán en el tiempo. Esta aspecto suele ser un indicio de las relaciones tóxicas, todo lo contrario de los vínculos sanos que promueve la comunicación no violenta.

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