No están siendo fáciles los últimos abriles para Alonso Caparrós. A sus 52 abriles, el presentador es consciente de cuáles han sido sus errores, tanto en su situación personal, como en su inestabilidad financiera. El presentador no está pasando un buen momento, y prueba de ello fue su última aparición en Sálvame, donde se derrumbó completamente, y hasta se vio con pocas posibilidades de seguir con la entrevista. Ahora, el agradecido rostro de la televisión ha concedió una entrevista en monopolio a la revista Lecturas en la que ha hablado sobre esos problemas financieros.
Aquella tarde en Sálvame, Alonso se mostró totalmente indefenso. Fue una broma entre los colaboradores Kiko Matamoros y Kiko Hernández, quien notaron al presentador muy desanimado, y decidieron averiguar en la cuestión, preguntando en tono sarcástico: "¿Alonso está vivo?", causando que Caparrós confesara que efectivamente no está en su mejor momento. "Me han pasado hace poco una serie de cosas a nivel personal que me tienen un poco fuera de mí. No quiero seguir, no es el momento. Estoy abastraído pero tengo mis motivos", dijo Alonso entonces, entre lágrimas.
Poco a posteriori, se supo gracias a Joya López que Alonso acababa de sufrir la pérdida de un amigo cercano, y que encima los problemas económicos eran otro de los motivos por los que estaba tan desanimado. Ahora, en una entrevista en monopolio, Caparrós ha contado a Lecturas que sus preocupaciones económicas volvieron a atormentarle hace poco más de un mes. Poco que viene manteniéndolo en vilo.
"En febrero veo que tengo un confiscación en la salario del que no tenía ni idea", expresa delante el medio antiguamente citado. Alonso asegura que es su pasado "turbulento" de donde proviene esa deuda, y reconoce que este estuvo "ahíto de errores". "Me preocupaba que la nueva llegara a la tele y que pensaran que había recaído en mis adicciones. Tuve miedo de que estuviera relacionado con mis padres. Temí que se hiciese notorio, se tergiversase y se reabrieran heridas. Falta de eso ha sucedido", explica ahora.
La deuda que le reclaman es importante para una riqueza modesta como es la suya en este momento. "Debo 55.000 euros, es mucho patrimonio", confiesa. La deuda procede, según explica al citado medio, de unas casas que eran de su propiedad. "Tenía dos casas, una la vendí para retribuir a la Agencia Tributaria. La de Almería la compré con el parcialidad y cuando no pude retribuir se la quedó el parcialidad, pero me siguió cobrando", justifica.
Gran cantidad
La deuda de Caparrós sube hasta los 55.000 euros
Ahora debe tratar de tirar con destino a delante con esta importante deuda. "Estoy negociando la deuda. Ahora tengo que abrir de cero, todo lo que he conseguido estos abriles de trabajo se ha esfumado. Se han roto mis sueños", asegura. A pesar de estos duros momentos, Alonso cuenta con el incondicional apoyo de su clan, que ha sido un cifra secreto a la hora de retomar sus ganas de seguir luchando con destino a delante.
Arropado por su mujer, Angélica Delgado, y sus dos hijos, Andrés y Claudia, está dispuesto a pelear por él y por su clan para salir delante. "Empecé a trabajar en Sálvame hace cuatro abriles, los dos primeros abriles seguí pagando deudas. Los últimos dos había conseguido librarse, nuestro sueño es concluir nuestros días al flanco de la playa. Había trillado una casa, de momento, ese sueño se ha esfumado", sentencia Alonso delante Lecturas.
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