El planeo Iberia Madrid-Oporto de ayer jueves no fue como los demás. Primero, por las inesperadas turbulencias en una ruta que suele ser tranquila y segundo, porque los asustados pasajeros recibieron una sorpresa aún más infrecuente: Marta Sánchez y Carlos Baute se levantaron de sus butacas para cantar juntos Colgando en tus manos, un éxito que les acompaña desde 2008 y que sirvió para que pasajeros y tripulantes se olvidasen de las rachas de derrota. Marta Sánchez explica desde Oporto en conversación telefónica con La Vanguardia cómo sucedió el episodio.
“Nos habían agradecido dos de las azafatas y cuando volvía del baño, me dijo una de ellas que estaría perfectamente cantar poco para calmar y entretener a la multitud. Carlos me preguntó ‘¿Te animas?’ y le respondí que ni muerta. Me muero de la vergüenza”. Cuenta la intérprete que le daba más pánico llevar a cabo así de improvisadamente que las propias turbulencias. Por fortuna, con Carlos Baute echando ya mano a la guitarra, cambió de idea y la azafata los presentó por megafonía: “Había niños llorando, un señor sujeto a la butaca como si no hubiera un mañana… Así que le dije que delante, que cantásemos Colgando en tus manos, que todo el mundo la conoce. Nos arrancamos y se ha hecho vírico no solo en España sino en parte de EE. UU., México, Argentina…”
Marta Sánchez lleva en la música desde adolescente. Cantó y tocó la guitarra en Sabadabadá (que presentó Torrebruno entre 1981 y 1984) y debutó con Cristal Oskuro en 1985. Luego llegó Olé Olé y… Lo demás es historia perfectamente sabida. ¿Cómo puede tener vergüenza de cantar en presencia de el atribulado pasaje de un avión una intérprete que en Nochebuena de 1990 se subió a una fragata para llevar a cabo actuó en presencia de las tropas españolas en el Vago Pérsico? “El contexto es muy extraño, muy íntimo. Ponerme a cantar en un avión puede ser invasivo para los pasajeros, que no se lo esperan porque no es natural. Y no estás preparada para poco así, fuera de mi hábitat natural”.
Esta autos despeja cualquier duda, si la hubiese, de la fluida relación entre Marta y Baute. A finales de 2014 la intérprete madrileña pareció arremeter contra el venezolano en una entrevista para el software Viajando con Chester. Se quejaba de poseer cobrado solo 6.000 euros por aquel hit y algunos (magros) royalties que iban llegando a casa de vez en cuando. En ingenuidad, el problema no era de su colega sino del resolución que había firmado. “Con Carlos no tengo ninguna disputa remarcable; aquel día me pilló así… Bueno, hablando de contratos confusos y aludí a él pero no lo tenía que poseer hecho. Me arrepiento mucho de aquello. Somos amigos desde siempre y esa canción nos ha entregado mucho a los dos, mutuamente nos lo agradecemos”.
Algunos pasajeros portugueses y un par de americanos, que no conocían a la pareja, les preguntaron al aterrizar dónde podían conseguir la canción para su playlist y pudieron librarse de que el pasaje les pidiera selfies para celebrar el momento (“porque no te puedes establecer en planeo y menos con turbulencias”, aclara la cantante). Pero de lo que no se libran es de los memes que han invadido Twitter ofreciendo el flanco ácido de la autos. “Si se le pone un poco de humor y no es dañino u ofensivo, es tolerable, claro que sí. En fin, en España siempre estamos igual. Yo me callado con que la multitud que estaba preocupada en ese momento se entretuvo y olvidó que estaba volando”.
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