El uso obligatorio de mascarillas en la mayoría de interiores tiene las horas contadas. El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar el martes un decreto que hará que a partir del miércoles día 20 ya no sean obligatorias, aparte en centros sanitarios, sociosanitarios y el transporte sabido. Una medida para la que habría que esperar poco más, según algunos científicos, aunque para otros ha llegado ya el momento, y todos coinciden en no descartar que, en algún momento, puedan retornar a ser necesarias.
Sólo se mantendrán las mascarillas en centros sanitarios, sociosanitarios y transporte sabido
Esta medida llega luego de otras ya adoptadas como el fin de las mascarillas en las aulas a partir del próximo martes o el hecho de que los casos confirmados de covid-19 con síntomas leves ya no tengan que aislarse o el fin de las cuarentenas para los contactos estrechos de un positivo.
A valía de esperar
La viróloga del Centro Doméstico de Biotecnología (CNB-CSIC) Sonia Zúñiga cree que sería “prudente” esperar a ver cómo funcionan esas otras medias ayer de suprimir las mascarillas y “podría ser sensato” retirarlas de “guisa progresivo”, comenzando por ambientes con beocio peligro, como los colegios, pues los niños tienen “mucho beocio peligro de sufrir enfermedad severa”.
Los datos del pasado día 12 indican que la incidencia covid en mayores de 60 primaveras era de 435 casos por cada 100.000 habitantes a catorce días, pero para la inmunóloga Carmen Álvarez, de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), habría que esperar a una incidencia inferior a 50 casos.
Incluso varias sociedades médicas y organizaciones de pacientes se oponen a la retirada de las mascarillas en interiores, alegando que habría que esperar a la crecimiento de la pandemia durante la Semana Santa. Para la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) la retirada "en una aniversario determinada" como el 20 de abril "no puede ser una medida basada en la evidencia de la situación epidemiológica", porque se hizo sin memorizar la crecimiento de la pandemia en estos días de Semana Santa.
En la misma tangente se pronunció la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), que pidió perdurar la cometido del uso de la mascarilla en personas con síntomas respiratorios y que la ciudadanía mantenga la prudencia en presencia de la posibilidad de nuevas variantes del virus.
Incluso algunas asociaciones de centros de mayores como la Convenio de Organizaciones Andaluzas de Mayores (FOAM), han hecho manifiesta su concurso tildando la medida de "auténtica temeridad".
'Ha lledado la hora'
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha aclarado este domingo que la mascarilla seguirá siendo obligatoria en todos los transportes públicos "sin ninguna excepción", así como en centros, servicios y establecimientos sanitarios, incluyendo las farmacias.
"Va a ser obligatoria en el interior de los centros, de los servicios y de los establecimientos sanitarios. Es proponer, en los hospitales, en los centros de vitalidad, de transfusión de familia y va a ser obligatoria en las farmacias, como establecimientos sanitarios a los que va concurrencia todavía desvalido", asegura la ministra en una entrevista en El País.
El Gobierno no es el único para el que ya ha llegado la hora. Incluso lo es para el bacteriólogo de la Universidad de Navarra Ignacio López-Goñi, quien matiza que el hecho de que no vayan a ser obligatorias “no significa que no sean recomendables”.
La pandemia -dice- no ha terminado, el virus sigue circulando y “el peligro cero no existe”, pero “todo es cuestión de evaluar riesgo-beneficio”, pues la covid-19 no es lo mismo que en 2020, ya que la cantidad e inmunizados es muy reincorporación, adecuadamente porque se han infectado o vacunado.
“El peligro cero no existe”, pero “todo es cuestión de evaluar riesgo-beneficio”, dice bacteriólogo de la Universidad de Navarra Ignacio López-Goñi
En todo caso, un sitio cerrado, mal ventilado y con mucha concurrencia "sigue suponiendo un cierto peligro", por lo que es "recomendable" mantenerla en el transporte sabido, lugares concurridos, centros sanitarios y "siempre que estemos con personas vulnerables", agrega.
La variación predominante en España es ómicron silenciosa (sublinaje BA.2) que -explica Álvarez- es "la más contagiosa hasta ahora, aunque parece menos virulenta". Por otra parte circulan otras como XE, de la que ha alertado la Estructura Mundial de la Sanidad, y que "parece aún más" contagiosa que ómicron silenciosa.
Sin mascarilla en interiores es posible que los contagios suban, pero "no hay que obsesionarse -dice López-Goñi- con el número diario de contagios, sino con el finalidad que puedan tener en la enfermedad y la hospitalizaciones. Estar contagiado no es parecido de estar enfermo".
El uso de la mascarilla o del respeto de la distancia social tienen un importante componente de responsabilidad personal y Zúñiga quiere pensar que "la decano parte de las personas actúan con responsabilidad y lo seguirá haciendo".
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