La lactación es una experiencia única tanto para la superiora como para el bebé, con beneficios para uno y otro. Pero no está exenta de ciertas molestias, sobre todo al principio. Dolor en el pecho, un mal agarre o succión por parte del bebé y molestias en la espalda por malas posturas. Precisamente esto zaguero puede resultar especialmente incómodo durante el resto del día.
Es relativamente frecuente que muchas madres presenten dolores en el cuello, en la zona dorsal o lumbar o en los brazos. Por eso es importante tener en cuenta una serie de consejos que pueden ayudar a evitar o aliviar estas molestias. Estos son cinco de ellos.
Copular boca hacia lo alto, la mejor postura para sostener la curvatura lumbar y respirar sin rotar el cuello. Si existe un inconveniente para hacerlo, Si no puede acostarse en otra postura, debería intentar hacerlo sutilmente de costado, flexionando la cadera y la rodilla, y con los hombros y la cabezazo adaptados a la almohada.
Es importante evitar una postura forzada. Para aquellas mujeres que den el pecho sentadas, hay que agenciárselas un sillón cómodo, no demasiado dócil, con los pies en parada (con un escabel, por ejemplo) y que recoja correctamente la zona lumbar. Se puede poner algún tipo de cojín o respaldo. El bebé debe colocarse con la boca a la cúspide del pezón y apoyarse en el extremidad sin forzar. Para las que prefieren dar el pecho tumbadas, hay que ponerse de banda con el cuello apoyado en una almohada y sin estirar demasiado el cuello. Amamantar en una buena postura
Es importante tener cuidado durante el tiempo de la lactación en no realizar ningún movimiento imprevisto. No solo al terminar de dar el pecho, sino en cualquier momento del día: la mujer se debe incorporar y bajar despacio, por ejemplo. A la hora de levantarse de la cama, en espacio de hacerlo directamente desde la posición de decúbito súpino, es mejor apoyarse en un costado y luego, apoyándose con los brazos, incorporarse de banda. Y cuando se esté sentado, es mejor apoyar los brazos en la apero o sillón. Cuidado con los movimientos bruscos
El momento de levantarse puede ser bueno para padecer a punta una serie de ejercicios de estiramientos que alivien las molestias de espalda y prevengan contracturas. Acostada sobre la espalda, hay que extender brazos y piernas lo mayor posible. A continuación, para la zona lumbar, se colocan las rodillas en el pecho y se retraso así unos minutos. Incluso se pueden hacer torsiones rotando las rodillas y piernas a cada banda mientras se deja la espalda apoyada en la cama. Ya de pie, se estira el cuello posando el extremidad sobre la parte superior de la comienzo e inclinando a cada banda estirando con relativa fuerza. Estirar suavemente incluso alrededor de delante o alrededor de a espaldas. Principiar el día con estiramientos
Es uno de los mejores ejercicios para estirar la espalda. Consiste en ponerse a cuatro patas en el suelo y arquear la columna alrededor de hacia lo alto, flexionando el cuello alrededor de debajo y estirando y metiendo vientre. Perdurar cinco segundos y luego arquear la columna alrededor de debajo, estirando todo lo posible la zona lumbar. Perdurar otros 5 segundos.Gimnasia del felino
Durante esta etapa hay que ser especialmente precavida con las tareas domésticas, pues es proporcionado frecuente que provoquen algún tipo de agravio, como una contractura. Hay que sostener recta la columna a la hora de barrer o suceder la aspiradora, agacharse doblando las rodillas, no forzar al cuerpo a alcanzar demasiadas gloria y apoyar el pie en un objeto para planchar o alejar los platos.Precaución con las tareas del hogar
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