El excanciller germano Gerhard Schröder, cada vez más incomunicación y presionado en su país y en el extranjero por sus vínculos rusos, dejará la presidencia del consejo de supervisión de Rosneft, la longevo petrolera de Rusia, según un comunicado difundido este viernes por la compañía. Sin requisa, Schröder, de 78 abriles, mantiene su cargo de presidente del comité de accionistas de Nord Stream AG, el consorcio que gestiona los gasoductos Nord Stream entre Rusia y Alemania por el mar Báltico. Nord Stream AG tiene sede jurídica en Suiza y se halla en un procedimiento de suspensión de pagos.
El jueves, la comisión presupuestaria del Bundestag (cámara desvaloración del Parlamento) había decidido despojar a Schröder de algunos privilegios derivados de su etapa de canciller de Alemania (1998-2005), en concreto el derecho a despacho y a algunos colaboradores, por no romper sus lazos con Rusia desde el inicio del ataque ruso a Ucrania. Adicionalmente, en Bruselas, los diputados del Parlamento Europeo votaron por amplia mayoría una resolución no vinculante pidiéndole por su nombre que dimitiera de sus cargos en empresas rusas.
Según el comunicado de Rosneft, “los señores Gerhard Schröder y Matthias Warnig indicaron que les es irrealizable extender sus funciones en la acoplamiento directiva”. En emoción, anejo a Schröder se marcha el incluso germano Matthias Warnig. Uno y otro eran consejeros independientes en Rosneft, consorcio dirigido por Igor Sechin, muy cercano al presidente ruso, Vladímir Putin. El Gobierno ruso posee el 51% de las acciones de Rosneft, y Putin es amigo de Schröder desde hace abriles.
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