“En Almassora hemos hecho un carril bici con fondos europeos y, al principio, eso provocó una riña de los vecinos porque quitábamos plazas de aparcamiento. Creo que en este cambio de canon, errata aún el seguimiento de la ciudadanía, que no va al mismo ritmo que la Suministro”, explicó ayer Merche Galí, alcaldesa de este municipio de la Plana Reincorporación.
Educar, convencer en definitiva al ciudadano, igualmente es un prueba del nuevo tablas ‘verde’, tal como señalaron todos los participantes de la primera mesa de debate de la etapa sobre sostenibilidad resiliente en la Comunidad Valenciana Las alianzas como motor de exposición sostenible, impulsada por La Vanguardia y la Cátedra Kiwa de la Universitat Politécnica de València (UPV).
Un evento que, en su primera mesa redonda, ha abordado los objetivos que afectan a los municipios valencianos, con particular atención a las dificultades para penetrar a los Fondos Next Generation. Y el primero en plasmarse ha sido el de cómo educar en sostenibilidad, teniendo en cuenta “las resistencias”.
Así lo definió el corregidor de Alzira, Diego Gómez, quien explicó que en temas de movilidad -como el señalado por Merche Galí- la visión de las ciudades debe hacer un cambio súbito, pues estas atienden a criterios pensados en el siglo pasado.
“Nuestras ciudades se diseñaron y crearon en los abriles 70 para los coches y hacer ese cambio es muy complicado, pero es necesario. Es cierto que hay resistencias a esos cambios, incluso hay quien te dice ‘esto es la asesinato de mi comercio’, pero luego los valoran proporcionadamente”, señaló el primer concejal de la renta de La Ribera Reincorporación.
Por su parte, Júlia Company, directora genérico del Instituto Valenciano de la Competitividad (IVACE), apuntó que “la principal dificultad es conseguir la complicidad ciudadana, que debe ser consciente que ser más sostenibles pasa por el compromiso de todos”.
En secreto municipal, el debate igualmente destacó con particular atención las complejidades para penetrar a los fondos europeos, una crítica que puso de relieve el presidente de la Diputación de Castellón, José Martí, con ejemplos concretos.
"No sería mínimo descabellado que en la nueva movilidad se pensara en que los Next Generation igualmente llegaran para el arreglo de carreteras, porque aún hay pueblos en los que hace mucha errata”, explicó, al mismo tiempo que cifró en un 45% el porcentaje de calzadas que gestionan las administraciones provinciales.
Cristobal Aguado, de AVA; Rafael Juan, de FEDACOVA; Salvador Enguix; Maite Ros, del Consell Català de la producción integrada y Ricardo Fernández Casal, de Carrefour España. 
La segunda parte del evento quiso reponer a cuánto cuesta ser sostenible, una cuestión que preocupa especialmente a la comunidad empresarial, arreciada estos meses por las consecuencias de la pandemia y el elevado coste de las materias primas.
Por ello, el patrón Rafael Juan, presidente de la Asociación Empresarial de Agroalimentación de la Comunidad Valenciana, fue elocuente al demandar que “no es el momento para aplicar más tasas ni más impuestos. Sí para seguir apostando por la sostenibilidad, pero no con más tasas porque el sector pierde competitividad”.
A su flanco comparecía igualmente Cristóbal Aguado, presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores, quien dijo que “el objetivo sostenible tiene que ser poco consensuado, dialogado y establecido”, pues necesita una “consejo más profunda”.
Aguado, claro siempre en sus parlamentos sin circunloquios, recordó que el sobrecoste para el sector primario ha sido de un 30% de media y eso obliga a una “planificación inteligente” sobre las peticiones de sostenibilidad, en directa mención a las normativas europeas.
Asimismo intervinieron en el debate la directora del Consell Catalá de la Producció Integrada, Maite Ros, quien sostuvo que la burocracia es “nefasta” para el sector agroalimentario. Inmediato a ella, Ricardo Fernández Casal, director de Calidad y Exposición Sostenible de Carrefour España, declaró que “tenemos que atemperar la regulación”.
El directivo cifró en 950 el número de proveedores de Carrefour que son pymes, a quienes compran más de 480.000 toneladas de producto, tanto en el campo como en el mar castellano. “Tenemos que trabajar de guisa colaborativa entre los productores y los distribuidores, porque entreambos somos el motor de la riqueza”, sentenció.
Alberto San Bautista, director de la Cátedra Kiwa, clausura la etapa celebrada en la UPV. 
En la UPV La Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos fue tablas de este debate moderado por el delegado de La Vanguardia en la Comunidad Valenciana, Salvador Enguix, con la público del presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig y el rector de la UPV, José E. Capilla Romà. Uno y otro participaron en la bienvenida, en la que el primero glosó las bondades del centro universitario, pues tal como publicó este diario ha sido aposento secreto para conseguir la instalación de la gigafactoría de baterías de Seat-Volkswagen en Sagunt. “Esta es la mejor universidad de España. Entre los más de 100 ítems que se valoraron a la hora de tomar la intrepidez sobre la gigafactoría, uno de esos estaba vinculado a la educación y los capital humanos y ahí la posición de la UPV fue muy importante”, señaló Puig.
“Las universidades tenemos un papel fundamental en la consecución de los objetivos del milenio”, señaló en su presentación el rector Capilla, quien ya avanzó que “se aportarán muchas ideas, pero no tenemos soluciones ni respuestas a muchas preguntas”. En la conversación y en la búsqueda de respuestas estaba la esencia del encontronazo, en el que igualmente intervinieron el director genérico de Kiwa España, Juan Cardona; y la directora genérico de People are Science, Rosa Valenzuela, así como el director de la Cátedra Kiwa, Alberto San Bautista, quien clausuró el evento.
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