La querella de Rusia contra Ucrania está provocando, por otra parte del trágico movimiento en vidas humanas, heridos, desplazados y daños materiales y económicos, diversos impactos en el medio círculo de las áreas directa o indirectamente afectadas por el conflicto.
La Fundación Turca de Investigación Óleo (Türk Deniz Araştırmaları Vakfı, TUDAV), ordenamiento científica no público con sede en Estambul (Turquía), está haciendo un seguimiento aproximativo (a desliz de datos de detalle en áreas ocupadas) de varios de los daños ambientales derivados de las actividades militares, con específico atención a los bienes en ecosistemas y especies en el mar Cabreado.
Entre las víctimas de la querella se encuentran los delfines, no solo por los ejemplares (pocos) que pueden restar heridos o vencer directamente por explosiones sino por la cambio provocada por la presencia y actividad de barcos militares.
Como es sabido, por ejemplos y estudios en diversas partes del mundo, el ruido de los motores de grandes embarcaciones y las señales de los equipos de sonar alteran los movimientos de diversas especies de cetáceos y llegan a dañar gravemente sus sistemas auditivo y de orientación. "Adjunto con la contaminación armada, se sabe que el ruido de los barcos y los sonares de desestimación frecuencia son una seria amenaza para las especies marinas, especialmente para los delfines, que utilizan activamente los sonidos submarinos para alimentarse y navegar", destaca la TDAV.
Los datos analizados hasta ahora indican, en intención, que entre los daños colaterales de la querella se encuentran las muertes de cetáceos que se encallan en las playas o quedan atrapados en redes de pesca a posteriori de huir de las zonas con presencia de barcos militares, indican los expertos de la TUDAV.
En concreto, desde el inicio de la invasión rusa han sido localizados los cadáveres de más de 80 delfines, principalmente delfines oceánicos comunes (Delphinus delphis), en las costas del boreal y oeste del mar Cabreado, una emblema que los investigadores de TUDAV consideran "un extraordinario incremento" respecto a las cifras habituales en esta zona y estas especies, según destaca la agencia ANSA.
Disección y propuestas
La TUDAV publicó el 13 de abril un primer documentación sobre los bienes ambientales del conflicto marcial en el que se recordando que "el Bahía de Odessa, donde decenas de barcos militares residen, maniobran, se incendian y caen misiles balísticos es un lado de víveres para especies de peces costeros y delfines". Adicionalmente, la destrucción de las algas rojas en peligro de terminación (Phyllophora) que proporcionan un hábitat para muchas especies marinas en esta región y disminuyen rápidamente en el mar Cabreado es una fuente de preocupación para la biodiversidad.
"Se desconoce la cantidad de gasolina que se filtró de los barcos hundidos que fueron alcanzados por un misil y hundidos en la costa de Mariupol y el nivel de planificación para la intervención inmediata. Los gases venenosos liberados a la entorno oportuno a estos barcos luego llegarán a la tierra o al mar nuevamente por la borrasca", señala la fundación con sede en Estambul.
"Nadie sabe el número definitivo de minas arrojadas, rotas o arrastradas al Mar Cabreado oportuno a la querella. Se desconoce la magnitud del daño sobre el ecosistema marino y las especies durante la detonación de las minas encontradas en Turquía y Rumania", exponen los expertos de TUDAV reconociendo que no se pueden tener datos fiables sobre las especies más afectadas y el número de ejemplares muertos.
TUDAV sugiere que los países del mar Cabreado y los organismos especializados de las Naciones Unidas "examinen la situación en términos de destrucción ambiental por la querella en una comisión conjunta e informen al divulgado ayer de que sea demasiado tarde".
Adjunto con la contaminación armada, se sabe que el ruido de los barcos y los sonares de desestimación frecuencia son una seria amenaza para las especies marinas, especialmente para los delfines, que utilizan activamente los sonidos submarinos para alimentarse y navegar. La fundación turca sugiere todavía "el inicio de un software de monitoreo regional para estudiar a fondo los bienes de la querella en los sistemas marinos, atmosféricos y terrestres y en la vida; la seguridad armada, ambiental y alimentaria en el mar Cabreado está en peligro oportuno a la querella".
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