La nueva ley de residuos de Catalunya, que la Generalitat prevé aprobar durante el primer semestre de 2023, prevé someter en ocho abriles a más de la fracción los residuos que son depositados incorrectamente en el contenedor de la materia orgánica.
Actualmente, la media de impropios en la recogida selectiva de bioresiduos es de un 12%; monograma que la nueva ley sitúa en un 10% en 2025 y en un 5% en el horizonte del año 2030, según ha explicado esta mañana durante el congreso Waste in progress, celebrado los últimos tres días en Girona, el director de la Agència de Residus de Catalunya (ARC), Isaac Peraire. "Hay que ser más puntilloso con los residuos depositados en fracciones que no les corresponde", indicó.
Beneficio de mejoramiento
Actualmente el 12% de residuos del contenedor castaño son vertidos incorrectamente
Según el director de la ARC, la nueva ley -de la que el pasado 9 de mayo se aprobó el anteproyecto- "quiere certificar un correcto tratamiento de los bioresiduos" y supondrá un "paso delante" con el proceso compostaje. Actuamente, el 95% de la población dispone de servicio de recogida de fracción orgánica y un 5% restante tiene llegada al autocompostaje.
Bioresiduos es el nombre que reciben aquellos residuos biodegradables que proceden de jardines y parques, los residuos alimentarios y de cocina procedentes de hogares, oficinas, restaurantes, mayoristas, comedores o establecimientos de consumo al por último, entre otros.
Implantación
El 95% de población catalana dispone de servicio de recogida de fracción orgánica
Entre las novedades de esta nueva ley está la cometido de acoger los residuos orgánicos con bolsas compostables y una clara reto por los sistemas de adhesión eficiencia de recogida selectiva.
Paraire ha explicado que los municipios "más eficientes" en la recogida de esta fracción son los que disponen del servicio puerta a puerta, cerca de de unos 300. Otro centenar están en proceso de implantación. "Hay que seguir implantando sistemas como el puerta a puerta, y no solo en los pueblos, sino todavía en los municipios más grandes. Ahora es el momento de las grandes ciudades", dijo Paraire, que prórroga que la nueva norma luces el "mayor consenso" posible antiguamente de aprobarse.
En Catalunya, desde que se implantó la recogida de fracción orgánica hace 25 abriles, se han recogido 6.000.000 de toneladas. Unos residuos que si hubieran terminado en el vertedero, habrían generado casi 4 millones de toneladas de CO2.
La representante de la Comisión Europea en temas de medio hábitat Caterina Savelli indicó, durante su intervención en el congreso, que España todavía tiene beneficio de mejoramiento en cuanto a la tasa de reciclado de los residuos municipales, incluyendo el compostaje. En 2019, esa monograma era del 36%; un circunstancia superior a la media europea pero acullá del 50% afectado. El objetivo europeo planteado en 2025 eleva la monograma al 55% y en 2035, al 65%.
Peor son los datos en el uso del vertedero, que en España representaba el 52% en 2019, más del doble que la media europea que está en el 23%. En 2035, los residuos municipales llevados al vertedero no pueden aventajar el 10%.
Según los datos facilitados por España a la Agencia Europea de Medio Bullicio (AEMA), el pasado mes de abril, Savelli ha explicado que "España está en peligro de incumplir los objetivos para residuos municipales en 2025. No se considera que esté en peligro de incumplir los objetivos para residuos de envases, aunque queda conveniente por hacer para mejorar el reciclaje de papel y cartón y de envases de aluminio y plástico", señaló la experta.
Para mejorar esos datos, Savelli propone entre otras medidas, la creación de tasas de desperdicios e incineración y sistemas de cuota por gestación; impulsar la cometido de la recogida separada de al menos el papel, el metal, el plástico, el vidrio y bioresiduos en el año 2023 y textiles y residuos peligrosos como aceites de motor y baterías en 2024.
Todavía insta a hacer más pedagogía entre la población, a disminuir la gestación de residuos mediante medidas de prevención, y a mejorar los sistemas de recogida separada. "Los sistemas de cuota por gestación tienen escasa implantación", ha afirmado Savelli.
Durante el congreso todavía ha intervenido Margarita Ruíz, subdirectora normal de residuos en el Tarea de la Transición Ecológica y Retos Demográficos, que ha desgranado la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Riqueza Circular.
La principal novedad de esta ley en comparación con las anteriores está en la incorporación de dos impuestos, obedeciendo las directrices de la Comisión Europea, que se aplicarían a partir del mes de enero de 2023.
Por una parte habría un impuesto específico sobre envases de plástico no reutilizables, con una tasa de 0'45 euros por kilo; y por otra, un impuesto sobre el desperdicios, incineración y coincineración de residuos.
La ley fija todavía una reducción considerable del peso de los residuos producidos, de modo que en 2030 se deberán crear un 15% menos que en 2010.
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