¿Cuánto gasta mi frigorífico? El rey del consumo de electricidad en casa se apunta al ahorro

Si algún te ofreciera 2.338 euros por la calle, ¿dirías que no? Esa cantidad es lo que se puede presentarse a atesorar en 11 primaveras comprando un frigorífico de inscripción eficiencia energética en vez de uno convencional. La prueba la ha hecho Samsung con su maniquí más válido de la grado Bespoke, la maravilla de la corona de su catálogo y uno de los dos únicos modelos con epíteto A vendidos en España en 2021.

Se lleva el 14% de suma de la luz

El frigorífico es uno de los electrodomésticos más caros de casa, ya que está constantemente en funcionamiento. Además es una inversión a abundante plazo, ya que se calcula que el ciclo de vida medio de estos aparatos es de unos 11 primaveras. Y será el único dispositivo en funcionamiento las 24 horas del día hasta el postrero segundo de su vida.

En total, serán 96.360 horas enchufista a la red eléctrica y tirando de la luz. Al precio del kilovatio/hora supone un pago considerable. 

Desde Red Eléctrica Española advierten que estos gigantes engullen el 14% de nuestra suma de la luz. Si sumamos el pago de todos nuestros electrodomésticos del hogar (lavadora, lavavajillas, microondas, horno…), el frigo se merienda el 30,6% del consumo eléctrico del mes, según datos de Endesa. Casi tres veces más que el segundo electrodoméstico más gastón, la lavadora, que se lleva ‘solo’ el 11,8% de la electricidad.

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Samsung se ha asociado con Youreko para calcular el coste energético a lo abundante de todo el ciclo de vida de los electrodomésticos 

Samsung

Antaño de comprar, mirar la epíteto

Con estas cifras en la mano y pensando a abundante plazo, emplazar por un frigorífico que enfríe aceptablemente y gaste menos compensa. Para hacer una estimación de cuánto nos va a suponer en la suma de la luz un electrodoméstico están las etiquetas de eficiencia energética. 

La clasificación la determina el fabricante según la tecnología utilizada. Inicialmente iban de la A a la F, siendo la A la más válido y la F, la menos. Con el tiempo, la tecnología mejoró y se añadieron las etiquetas A+, A++ y A+++, un follón de cultura y símbolos que acabó por confundir a los consumidores.

Ocurrir de un frigorífico con certificación energética G por uno con A supone una reducción de su consumo de más del 50%

A finales de febrero de 2021, el BOE recogía la nueva clasificación europea para los electrodomésticos. Esta vez, la clasificación va de la A a la G y afecta a los frigoríficos (incluidas las vinotecas), lavadoras, lavasecadoras y lavavajillas. Ocurrir de un frigorífico con certificación energética G por uno con A supone una reducción de su consumo de más del 50%.

Los frigoríficos A, los más ahorradores

Donado lo que cuesta el recibo de la luz sería razonable pensar que los frigoríficos de clase A, los que menos gastan, copan el mercado. Sin secuestro, no es así. Del millón y medio de frigoríficos vendidos en 2021 (1.151.076 para ser exactos), el etiquetado A casi nada tiene presencia. Entre los 20 modelos más vendidos, ningún tenía epíteto A. Más aún, la mejor epíteto en ese ranking es una discreta C en 10ª posición y de la firma Samsung. Pero todavía hay esperanza, ya que el fabricante surcoreano todavía lidera el mercado con los mejores etiquetados de eficiencia energética a nivel mundial y encabeza las ventas con epíteto A.

Si todos los nuevos frigoríficos vendidos hubieran sido de epíteto C, los españoles nos ahorraríamos 109 millones de euros anuales en la suma eléctrica. ¿Y qué pasa con los de la epíteto A? 

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El maniquí Bespoke con epíteto A de Samsung cuenta con una placa Metal Cooling que reduce la dispersión del frío

Samsung

Estos modelos son más eficientes, pero poco más caros y aún les cuesta ganarse el merced de los consumidores. Entre todos los frigoríficos vendidos el año pasado, solo dos modelos exhibían la epíteto de máxima eficiencia energética. El primero, en un discreto puesto 114, corresponde a Samsung. En un año de tarifas eléctricas en medra enloquecido, si todos los nuevos frigoríficos tuviesen epíteto A, se habría ahorrado 136 millones de euros en la suma de la luz. Con el coste del kilovatio/hora en 2022 el hucha sería incluso superior.

El reseña del pago en electricidad es un hacedor muy a tener en cuenta a la hora de designar un frigorífico. Pocas veces es tan cierto ese refrán que dice que lo de lance sale caro: atesorar unos euros al comprar un maniquí menos válido puede suponer acreditar cientos de euros más al punta de una decenio en la suma de la luz. Para poner en valía el pago contiguo de cada frigorífico, lavadora o lavavajillas, Samsung se ha asociado con Youreko, una calculadora del coste energético a lo abundante de todo su ciclo de vida, comparándolo por otra parte con otros modelos similares del mercado.

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El frigorífico Samsung de epíteto A tiene 3 litros más de capacidad 

Samsung

¿Qué hace que un frigorífico gaste menos?

Algunas tecnologías no solo mejoran las prestaciones, como disminuir el ruido o entibiar más rápido, sino que lo hacen tirando menos de la electricidad. Es el caso del compresor Digital Inverter de los frigoríficos de Samsung, que ajusta automáticamente su velocidad en respuesta a la carestia de refrigeramiento. De esta forma, se convierte en un electrodoméstico más silencioso y más válido desde el punto de tino energético.

Una buena mensaje para la sostenibilidad medioambiental, ya que genera menos huella de carbono. Y, desde luego, un alivio para el faltriquera, porque gasta menos luz. Tradicionalmente para evitar que el frigorífico gaste de más hemos procurado no inaugurar la puerta sin carestia y, al hacerlo, no tenerla abierta más de la cuenta. Pero por otra parte, el maniquí Bespoke con epíteto A de Samsung cuenta con una placa Metal Cooling que reduce la dispersión del frío y contribuye a conservar la temperatura interior, sin importar cuántas veces se cala o clausura la puerta.

El compresor Digital Inverter de los frigoríficos de Samsung ajusta automáticamente su velocidad en respuesta a la carestia de refrigeramiento

Encima de estas tecnologías, los trucos de toda la vida nos van a ayudar a que el susto de la suma no sea tan tremendo. Por ejemplo, modular aceptablemente la temperatura (50C para el frigorífico y -180C para el congelador), no situarlo cerca de fuentes de calor (radiadores, ventanas con sol, horno…), no acumular todos los alimentos en el mismo estante para que el frío se distribuya correctamente, descongelar cada tres meses y acicalar la parrilla trasera una vez al año. Por supuesto, ausencia de velar alimentos calientes.

Templar más y deducir menos

Aumentar la capacidad interior afinando las paredes interiores permite meter más importación y desembolsar menos luz. El frigorífico Samsung de epíteto A tiene 3 litros más de capacidad (387 frente a 384) y al punta de su vida útil puede presentarse a atesorar hasta 212€ euros al año.

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La tecnología Twin Cooling Plus™ permite conservar distintos alimentos durante más tiempo

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A su vez, la tecnología Twin Cooling Plus™ permite conservar distintos alimentos durante más tiempo, sin que se mezclen los olores ni los sabores. Consiste en dos sistemas de refrigeración que funcionan por separado en los dos compartimentos. Consigue un 30% más de frescura en los alimentos. Aquí no se ahorra exactamente en la suma de la luz, sino en la cesta de la importación, porque los alimentos aguantan más y en mejor estado.

Son pequeños detalles que no conviene perder de tino antaño de decantarnos por un electrodoméstico esencial en nuestra cocina y que va a acompañarnos muchos primaveras.

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