Este es un artículo que se tiene que escribir, en parte, en primera persona. El producto lo requiere. Las funciones principales del purificador Dyson Cool Formaldehyde son refrescar y eliminar partículas del clima. Esta época de finales de la primavera es una de las peores para un alérgico al polen, así que todo lo que los elimine del círculo es bendecido por quienes lo sufrimos.
Toda la matiz de los purificadores Dyson dispone de filtros HEPA (siglas en inglés de capturador de partículas de incorporación eficiencia), que no sólo retienen los diferentes tipos de polen, sino además otros tipos de partículas, como polvo, moho, humo, ácaros, bacterias y otros contaminantes. El maniquí Cool Formaldehyde incorpora, encima, un filtro catalítico que elimina el formaldehído, un compuesto químico (HCHO), considerado cancerígeno, que es más tratable de encontrar en el interior de las viviendas que al clima soberano, ya que lo pueden emitir pinturas y barnices, colchones, muebles, productos de saneamiento, alfombras, aglomerados y contrachapados, aparatos electrónicos, quitaesmaltes, bolas de naftalina, juguetes y chimeneas.
Desde la experiencia de un alérgico al polen, poner en marcha un rato el Dyson Cool Formaldehyde es como ocurrir de un círculo hostil a uno de comodidad en muy poco tiempo. Las molestias en luceros, trompa y tragadero desaparecen rápidamente, porque lo que las provoca se queda en los diferentes filtros de la máquina. Es posible que la neutralización del formaldehído (lo convierte en dióxido de carbono y agua) que hace este purificador sea indetectable para una persona (los niveles que mostró en las pruebas eran extremadamente bajos, internamente de la franja de seguridad), pero las sensaciones al respirar son mucho mejores cuando el ingenio funciona que cuando está triste.
Incluir una característica como la asesinato del formaldehído, que muy pocas personas demandan o saben que existe, puede parecer una técnica de marketing que trate de destacar la precisión extrema del dispositivo en la saneamiento del clima doméstico, pero es cierto que esta sustancia la emiten varios productos que están en nuestras casas y parece una buena idea neutralizarlo. Por otra parte el purificador hace desaparecer del círculo el polen y otras partículas con celeridad, lo que hace mucho más agradable respirar en la estancia.
El purificador hado de Dyson dispone de cuatro sensores para monitorizar las concentraciones en el clima de las diferentes partículas, el dióxido de ázoe (NO2), los compuestos orgánicos volátiles, el formaldehído, la temperatura y la humedad relativa del clima, que monitoriza de forma constante. Por lo caudillo, los niveles suelen aparecer en la franja segura, pero todo puede alterarse de repente por situaciones reales en un hogar, como puede ser que se produzca humo en la cocina o la chimenea, la utilización de velas y productos químicos como un insecticida, por ejemplo. En esas situaciones es en las que el Dyson Cool Formaldehyde muestra su eficiencia,
La puesta en marcha del purificador es muy sencilla. Sólo hay que colocar los filtros que vienen separados en la caja, enchufarlo y ponerlo en marcha. El pequeño mando a distancia que lleva para manejar el ingenio, como otros de la marca, está imantado. Se coloca en la parte superior del purificador cuando ya se ha utilizado y así es tratable encontrarlo.
Las variables de funcionamiento este purificador Dyson son la velocidad de ventilación, de 0 a 10; la oscilación del ingenio, de 0 a 45, 90, 180 0 350 grados; la dirección del flujo de clima; el modo noctívago, que reduce la velocidad y el ruido; el modo coche; y el temporizador. Todas esas funciones se pueden hacer funcionar con el mando a distancia y además mediante la app de Dyson, que permite utilizarlo a cualquier distancia y ponerlo en marcha sin carencia de estar en casa.
El potente chorro de clima que rejón el Dyson Cool Formaldehyde por su zona anterior refresca el círculo. Hay que tener claro que no se negociación de un climatizador, pero su corriente airea la estancia de forma más capaz que un ventilador clásico, al mismo tiempo que su sistema de filtrado va purificándolo de forma constante. A diferencia de otros modelos, este tiene la posibilidad de sustituir la salida de clima anterior por otra más suave por la parte posterior, lo que permite beneficiarse de su filtración sin carencia de refrescar el círculo.
En el modo maquinal, la máquina ajusta sus parámetros de forma inteligente en función de los datos que le proporcionan sus sensores sobre temperatura, humedad y sustancias que existen en el círculo. En el modo incertidumbre, la máxima velocidad de ventilación admitida es 4. El ruido es más tolerable que en modelos precedentes, aunque hay que tener en cuenta que, a viejo velocidad de ventilación, más sube su convexidad. Es posible que si se está viendo la televisión, el purificador a máxima velocidad obligue a subir un par de puntos el sonido.
En la saco, tiene una pequeña pantalla circular que ofrece datos sobre la captura de partículas, la velocidad de ventilación y cualquier otra opción que se active mediante el mando o la app. Las gráficas sobre la presencia de sustancias, temperatura y humedad se registran de forma permanente aunque el ingenio no esté en funcionamiento, siempre que esté enchufista a la corriente. Eso permite conocer cómo ha evolucionado cada variable en la estancia no sólo cuando se está en casa, sino que además se puede controlar a distancia.
Es destacable la suavidad de funcionamiento. A diferencia de modelos anteriores de Dyson, el Cool Formaldehyde, cuando se encuentra en funcionamiento rotatorio y se apaga, regresa muy lentamente a la posición auténtico centrada. Es uno de esos detalles que pueden parecer nimios en este tipo de aparatos, pero que se suman a la registro de experiencias de adjudicatario satisfactorias de este dispositivo. Con otros, es habitual intentar detenerlo cuando se encuentra en esa posición de partida. Evidentemente, es casi difícil conseguirlo. Este maniquí lo hace solo.
El purificador Dyson Cool Formaldehyde está en la matiz más incorporación de este tipo de aparatos. Su época ideal de uso comenzó hace unas semanas y se alargará durante los meses de calor. Su capacidad de contrarrestar sustancias del clima es sobresaliente y sus ráfagas de clima son capaces de apearse moderadamente la temperatura en una estancia. Despeja un círculo cargado con mucha presteza. Su precio, 559 euros, está a la categoría de sus prestaciones.
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