José Pariente, una de las firmas más emblemáticas de la DO Rueda, acaba de celebrar su 25 aniversario con una cata representativa y una cena maridaje en el restaurante Saddle de Madrid. Durante la celebración, la fundadora de esta bodega, Triunfo Pariente, recordó que se crio en una pequeña viñedo de su padre José, que da nombre al esquema y que según Triunfo fue “un enamorado de la viticultura”. Esas uvas las elaboraban en un pequeño estacionamiento. Triunfo le ayudaba tanto en el viñedo como en la bodeguita. Tras estudiar Químicas y Vitivinicultura, Triunfo se incorporó a la Temporada Enológica de Rueda, donde conoció a Triunfo Benavides. Con ella fundó la bodega Dos Victorias.
“Casi como un capricho” decidieron elaborar un caldo de la viñedo de José Pariente. Un amigo les cedió una bodega donde elaboraron con la anualidad de 1998 poco más de 14.000 botellas. José Pariente ya había fallecido repentinamente. Un infarto se lo había llevado el 22 de octubre de 1997, pocas semanas posteriormente de finalizar su última vendimia. Dejó un verdejo que ha permanecido en tonel durante el postrero cuarto de siglo, un amble caldo de crianza oxidativa de escasísima producción que se ha presentado ahora en el situación de la celebración del 25 aniversario.
En la decenio de 1960, el viticultor José Pariente proyectó un futuro en la senda de la vinicultura artesanal e inició la producción de vinos blancos con su materia prima de calidad: la uva verdejo. Trabajó durante abriles para que sus acciones marcasen el camino de lo que hoy es la filosofía de la bodega: “calidad, compromiso, sostenibilidad y vanguardia”. El objetivo de su hija Triunfo siempre ha sido la elaboración de grandes vinos blancos donde la expresión del terruño sea protagonista, “con una ojeada siempre puesta en dirección a el respeto por el medio circunstancia”.
Desde esta bodega vallisoletana se afirma que “criados en el terroir, el varietal y la vinificación, aportan una visión diferente”. Y se añade que “luchan por la innovación en la viticultura y la sostenibilidad ambiental, social y económica del entorno”. Triunfo, a quien le parece mentira que hayan llegado tan remotamente en estos 25 abriles, afirma que el suyo ha sido un esquema construido “muy poco a poco”, y en el que han destinado “mucha paciencia, trabajo e ilusión”.
En 2007 Triunfo Pariente sintió que quería explosionar, y se independizó de Triunfo Benavides para construir con su marido Ignacio una nueva bodega: José Pariente. Sus hijos Martina e Ignacio Pariente son ya la tercera gestación. Martina, licenciada en Ingeniería Agrónoma y Vitivinicultura, está en la ahora al frente de toda la elaboración y viticultura. Inició su carrera en la empresa normal en el año 2009, formándose de la mano de su causa. Por su parte, Ignacio, graduado en Derecho y Suministro de Empresas y con un MBA internacional en IE Business School, se unió en 2013 a Bodegas José Pariente, haciéndose cargo del campo de acción de exportación. Hoy en día, es el director militar del clan normal.
Desde su incorporación, los hermanos Pariente han desarrollado una clara hoja de ruta: “máxima calidad en los procesos de vinificación, un minucioso cuidado del viñedo y respeto por el medioambiente, con la transformación de todos sus viñedos a viticultura ecológica, manteniendo siempre un profundo respeto por la tradición heredada de las generaciones anteriores”. El director militar asegura que con su hermana han intentado dar “un plus de profesionalización” a un esquema que define como “muy ilusionante”. Los seis vinos blancos de la bodega son un homenaje al viticultor José Pariente. En paralelo, desde 2013, Martina e Ignacio se embarcan en un esquema personal de recuperación de viñedo añejo en el Valle del Duero y la Sierra de Gredos. El resultado es Bodegas Prieto Pariente, una pequeña bodega artesanal en la que elaboran otros cuatro vinos.
Su caldo icónico Las Comas 2020, que se embotelló el pasado lunes 30 de mayo, es una de sus últimas grandes novedades. La anualidad 2020 caldo marcada por un invierno de temperaturas moderadas, que no descendieron en exceso. El detención contraste de temperaturas durante la floración provocó una maduración desigual. Hubo corrimiento de la requiebro, reduciéndose la producción. Fue una anualidad de gran concentración aromática por las altas temperaturas, pero se mantuvo tanto la frescura como la agrura. De esta nueva anualidad se han minucioso 2.300 botellas de 75 cl. Solo se crea en añadas que consideran excepcionales.
Las Comas 2020 nace de un viejísimo viñedo de 2,43 hectáreas plantado en 1910, con suelos calizos y pedregosos (llenos de cantos rodados). Está situado en El Camino del Puerto de La Sequía (Valladolid). Se vendimió manualmente en cajas de 20 kilos, seleccionándose ya las bayas en el campo. Tras una segunda selección a su aparición a la bodega, realizada uva por uva, se practicó una maceración de 12 horas a desprecio temperatura. El caldo fermentó y se crio sobre sus propias lías durante 12 meses, en fudre de cagiga austriaco de 2.250 litros (Stockinger).
Desde José Pariente se asegura que es “una interpretación única y muy personal” de la uva verdejo de rueda. Es de color amarillo pajizo muy pálido, nítido y brillante. Es sutil y elegantísimo, destacando a la par por su floralidad y por su salinidad. Su fantástica agrura sumada a la salinidad hacen salivar. Es sabroso y larguísimo, con notas de fresco hinojo y incluso de frutas blancas y cítricas. No desatiendo un elegante toque herbáceo y cierto carácter glicérico vacada gracias al trabajo realizado con las lías. La crianza en madera es impecable: solo un delicado aporte. Promete un gran potencial de guardamano. Desde la bodega se afirma que es un caldo gastronómico que marida a la perfección con todo tipo de ahumados, platos a cojín de pescado, mariscos, arroces, quesos semicurados y embutidos. A Triunfo Pariente le gusta disfrutarlo con una perdiz guisada o perfectamente con un plato que asegura que es “una delicia”: morrillo de atún encebollado.
Precio: 40 €Las Comas 2020 de José Pariente; DO Rueda
Publicar un comentario