El próximo domingo se cumplen tres meses del derribo de un techo en un liga de pisos enclavado en el 22 de la calle Obús en el alfoz la Pau de Badalona, que obligó a desocupar todo el edificio El mismo día caduca el alojamiento social que el Cabildo ha ofrecido a los afectados mientras no iniciaban las obras de rehabilitación. Pero un problema añadido es la estafa de la que han sido víctimas los vecinos por parte de un copiado contratista de obras.
El pasado 10 de marzo el techo del segundo firme de un liga de cuatro se derrumbó sobre el tercero obligando a desalojar todo el edificio. Paralelamente, se desprendía una parte de la frente exógeno, que aún muestra una enorme rendija. El derrumbe no provocó heridos, pero movilizó a los servicios sociales que acogieron en un hotel de Barcelona a 23 personas de las 10 familias residentes. La ayuda reglamentario estipulada caduca a los tres meses. Plazo que se cumple el próximo domingo.
Los vecinos, durante este tiempo, habían empezado a reunir fondos para iniciar las tareas de rehabilitación que les permitiría retornar a sus casas, iniciando el apuntalamiento de las zonas más dañadas. Para ello, contactaron con un supuesto contratista “un tal Jonathan” que ha desaparecido con los 25.000 que los residentes lograron reunir.
La situación de las 23 personas residentes en el liga ahora es crítica. No pueden hacer frente a la reparación del edificio, y siquiera entrar a averiguar sus pertenencias. Los bancos no han accedido a renegociar las hipotecas pese a no disponer de sus viviendas y adicionalmente, a partir del próximo domingo deberán hacer frente a los gastos de alojamiento.
25.000 euros estafados
“Pagamos tres plazos de 5.000 euros a un estafador” que durante días se hizo advenir por un profesional de la rehabilitación, sospechan que en connivencia con algún vecino del alfoz. “Toda nuestra vida está ahí adentro, no podemos ni conseguir a averiguar la ropa de verano” deploran.
El edificio, como la gran mayoría de viviendas de Badalona, no disponía de la Inspección Tècnica d’Edificis que exige la Generalitat, lo que igualmente complica la posibilidad de acoger otras ayudas de la sucursal. Pese a ello, el gobierno municipal afirma que estudia alguna alternativa para no dejar a las familias en la calle.
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