Memorizar a trabajar la borra para realizar joyas o flores decorativas. Éste es el objetivo de los talleres que se han empezado a impartir este año en escuelas del Ripollès y el Valle del Ges para servirse un producto de calidad que no tiene salida al mercado. El esquema se enmarca en el software Nos Mengem Les Valls para dar a conocer el sector primario y los productos de proximidad.
La comercialización de la borra ya se encontraba en una situación delicada y con la pandemia se volvió más difícil. Hasta tal punto que la Asociación de Pastores del Ripollès acumuló un sobrante de 7 toneladas de borra sin comprador. Este año siguen teniendo dificultades para encontrar una salida al producto y fórmulas como los talleres intentan despabilarse soluciones al problema.
"Sabe mal que un producto bueno como éste haya quedado dejado, cuando se podría servirse perfectamente", explica Martí Vila, ranchero de Can Picola de Ogassa. Cada primavera-verano esquilan las ovejas y obtienen la borra. "Antiguamente, el coste para extraerla era ridículo y se hacía hacienda de la saldo de borra y ahora es al revés, el coste de sacarla es más detención que el que se obtiene en la saldo y no hay salida", lamenta.
A escalera comarcal, las doce explotaciones que forman parte de la Asociación de Pastores del Ripollès acumularon un total de 7 toneladas de borra ripollesa entre 2020 y 2021. Este año calculan reunir unas 4 toneladas. Su presidente, Miquel Casas, explica que el mercado "ya estaba mal, porque el precio se había devaluado mucho" y que la pandemia acabó de rematarlo. Fue en ese momento que vieron la escazes de despabilarse una alternativa con aprieto y pensaron en los talleres para escuelas mientras seguían buscando empresas interesadas. Una vez limpiaron la borra, se quedaron con un bulto de 3,5 toneladas, de los cuales unos 600 kg se han destinado a talleres y el resto se pudo traicionar a una empresa de Alicante.
El stock de los dos últimos primaveras pudo colocarse, pero ahora volverán a tener la borra de la esquilada de esta primavera. "Y seguimos sin encontrar compradores, habría que extenderlo a toda Catalunya para estrechar los costes de transporte", se lamenta el ranchero. Ayer de la pandemia, había empresas en el Vallès que compraban, pero han diversificado su negocio y ya no quieren. Vila calcula que acumularán unos 1.000 kg de borra en su explotación -más de un kilo por animal-, que a posteriori habrá que acicalar para poder venderla.
Manipular la borra en la escuela
Una cuarentena de alumnos de la escuela Tomàs Raguer de Ripoll han participado este mayo en uno de los talleres en la explotación de Can Picola. A posteriori de conversar con el pastor y ver el yeguada, han aprendido la técnica de fieltrar borra con la ayuda de agua y carantoña y el roce de las manos. Los alumnos han realizado flores decorativas y asimismo joyas. "Me he hecho un anillo y un collar y me ha gustado mucho", explica Nati, una de las alumnas participantes, que ha quedado "impresionada" de ver a tantos corderos pequeños con sus madres.
Elisabet Clota, técnica de la Asociación Leader Ripollès-Ges Bisaura, señala que el taller es una forma de dar "visibilidad" a la problemática de la borra y poner en valía al sector primario. "En un futuro debería retornar a revalorizarse como expediente y no como residuo para que fuera un ingreso más para el ciclo productivo del ranchero", remarca.
Las ovejas de Can Picola en Ogassa
El taller, por otra parte, forma a mujeres de la zona para impartir los cursos, con la ayuda de una tallerista experta. Desde que han comenzado el taller este curso, algunas escuelas ya han comprado borra directamente a la asociación de pastores y esperan que la demanda vaya en aumento. Mientras tanto, siguen buscando empresas interesadas en este producto.
Distinguir corderos de cabras
Las maestras coinciden asimismo en la importancia de este taller para enseñarles a distinguir un cordero de una chiva, pero asimismo enseres ya en desuso. " Les enseñamos un pico-colchones antiguo y nos decían que eran raquetas; se pierden los nombres y las herramientas pero vale la pena recuperarlo asimismo", afirma Paquita, una de las maestras del centro. Cree que éste es un taller muy didáctico donde los alumnos aprenden muchas cosas de su entorno.
Por su parte, la regente de la Asociación Líder Ges-Bisaura, Àngels Guiteras, subraya la importancia de estos talleres. Con el software Nos Mengem Les Valls, se quiere poner en valía el sector primario y los productos de proximidad así como la contribución a la prevención de incendios, entre otros. El software está financiado por el Área de Energía Climática, inmediato con el Consejo Comarcal de El Ripollès y ayuntamientos del Valle del Ges. Este curso está previsto que 11 escuelas del Ripollès y 3 más del Valle del Ges participen, llegando a unos 1.700 estudiantes. El taller de la borra es una de las actividades programadas.
Publicar un comentario