Cada verano tiene una canción y unas serpientes a partir de los hechos más relevantes. Este veano del 2022 será especialmente complicado en materia de seguridad y el teniente de corregidor del Consistorio de Barcelona, Albert Batlle, y el intendente maduro de la Agente Urbana, Pedro Velázquez, han presentado este lunes el dispositivo. Un refuerzo generalizado de uniformados y policías de paisano en la calle que trabajarán en para organizar y efectuar en algunos de los problemas que centrarán una autos que sí o sí, solo se entiende en coordinación con los Mossos d'Esquadra.
Batlle enumeró las problemáticas que se plantearán en el primer verano posteriormente de dos con restricciones por la pandemia. Como todo lo que sucedió tiempo detrás solo se puede interpretar en el contexto de las restricciones, este verano no se puede comparar con los anteriores, nada más con el del 2019.
En cualquier caso y al beneficio de comparaciones, la Agente Urbana afronta el verano del 2022 con más plantilla tras las oposiciones y la preeminencia de poseer utilizado estos dos primaveras de parón en trabajar dinámicas y proyectos que se van a poder poner en marcha ahora.
La convivencia y su mantenimiento es uno de los principales retos de un verano en el que los barceloneses al desobstruir las ventanas echan de menos el silencio de las calles vacías, sin bares, ni zonas de ocio. Aquí la posibilidad es transversal, trabajan varios departamentos del consistorio. En cualquier caso el intendente maduro Velázquez advierte de que la gran mayoría de las llamadas al 112 por ruidos, estos son producidos en el interior de las viviendas, no en la vía pública. "Mucha mediación", insiste Batlle. Y saturar de uniformes aquellos puntos de la ciudad donde los mapas de peligro ya han indicado que habrán conflictos por la presencia de parques o espacios al ambiente libertado que reúnen a una gran cantidad de parentela, poco dada a respetar el silencio de sus conciudadanos.
La seguridad será el gran heroína de batalla de este verano. Se convertirá en armas arrojadiza contra la alcaldesa Ada Colau que opta a repetir mandato y Batlle retraso, y así lo adviertió el lunes, "preservar el trabajo de todos los funcionarios" del pústula político. Batlle volverá a reunirse esta semana con los responsables judiciales de la ciudad, jueces y fiscales, para insistir en el tema de la multirreincidencia y para preguntar qué está pasando con las puestas en emancipación de algunos detenidos por robos con violencia de los últimos días. Que el Congreso haya sensato restaurar el Código Penal para retornar a castigar la reincidencia es una buena mensaje, aunque, las estadísticas explican que los hurtos están muy contenidos y lo que está subiendo son los robos violentos, y la violencia con la que actuán esos ladrones. No solo los que arrancan a la fuerza relojes de fastuosidad, asimismo cadenas del cuello de personas vulnerables.
Los desmadres del año pasado en cuanto a botellones y ocupación incívica del espacio divulgado en principio no deberían repetirse este año con esa magnitutd. El funcionamiento a pleno rendimiento de los negocios de ocio absorve todo ese tipo de problemáticas, aunque se da por sentando que habrán reuniones que se tratarán de controlar.
La cesión ambulante ha pasado de ser uno de los grandes problemas de la ciudad a tener una presencia "insignificantes". De hecho, la Agente Urbana calcula que del miler de manteros que antiguamente de la pandemia operaban en la ciudad, ahora mismo no superan la veintena los que van jugando al astuto y al ratón con los policías. Sin confiscación, como advirtió Batlle "no podemos apearse la custodia".
Las violencias machistas y sexistas, trabajando en la prevención de esta huella forman parte asimismo del dispositivo de verano. Especialmente todo lo que se refiere a los itinerarios seguros, los caminos iluminados y con presencia policial que conducen de las zonas de ocio al transporte divulgado.
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