Cuando en octubre de 1938 Orson Welles radió La aniquilamiento de los mundos, miles de neoyorkinos se echaron a la calle atemorizados en presencia de el inminente fin de la civilización a manos de los marcianos. Marcello Mastroianni, Ugo Tognazzi, Philippe Noiret y Michel Piccoli su reunían en La holgado bouffe (Situación Ferreri, 1973) decididos a vencer comiendo los más exquisitos manjares hasta reventar. Pánico, apetito, voluptuosidad... la proximidad del ocaso del mundo parece desatar los instintos más primarios del ser humano.
Pero no siempre. Un sol radiant, una película dirigida por Mònica Cambra, Ariadna Fortuny, Claudia García de Jehová, Lucía Herrera, Alboroto Puime y Mònica Tort, que se estrena esta sombra en el D'A Film Festival, plantea la arribada de un meteorito que destruirá la tierra sí o sí adentro de siete días. No hay dorso antes. Mila, una pupila de 11 abriles, vive esos últimos instantes de vida rodeada de su hermana, Ingrid, una adolescente de 17 abriles, su matriz y su viejo en una masía aislada en la zona de Tarragona.
Los postreros días de la clan transcurren con nacionalidad sin aspavientos ni tintes trágicos. Mila (Laia Artigas) propone organizar un fiesta e invitar a los vecinos para cuando llegue el meteorito que acabará con todo. Ingrid (Nunu Sales) anda enamorada. El viejo (Jaume Villalta) parece un poco despistado y la matriz (Núria Prims) sufre porque no sabe cómo comportarse con la niñas: ¿merece la pena regañar, enseñar o poner límites a las hijas en presencia de la certeza de que ya ausencia importa?
"Hemos retratado el fin del mundo tal y como lo viviríamos nosotras, porque al acercarse el final te planteas qué es lo importante para ti y para nosotras, son las relaciones con las personas que queremos", señala el quinteto de jóvenes directoras en una entrevista con La Vanguardia. Cuando arranca el filme, los personajes ya tienen muy asumido que no hay ausencia que hacer, "no es una película de intentar sobrevivir, sino de diligenciar el final", añaden.
Una gobierno que no es obvio para nadie, pero mucho menos para la protagonista, porque solo tiene 11 abriles "y a esa perduración no se puede atreverse, dependes de los mayores, y siquiera puedes hacer cosas que no te corresponden. Hay un momento en que la hermana viejo quiere compartir con Mila un botellón y le ofrecen pimple y porros, pero no es su momento para hacer ese tipo de cosas. Mila tiene que aceptar que hay cosas que no vivirá y esa es su tragedia".
La resignación forma parte de los personajes de Un sol radiant, pero es una palabra que las directoras de la película no conocen. Coincidieron en la Universidad y decidieron hacer un teaser como trabajo de fin de fracción, pero llegó la pandemia y el plan quedó aparcado. Pero Ariadna, Clàudia, Lucía y las dos Mònicas no tiraron la toalla y vieron en ese contratiempo "una oportunidad única para hacerlo mejor". Así que ese teaser se convirtió en un auténtico largometraje cuya preparación ha durado cuatro abriles.
"Contactamos con la productora, buscamos al equipo, la financiación y la colocación, hicimos el cásting..." Poco a poco las cosas fueron saliendo acertadamente. Una iniciativa de crowdfunding les reportó un dinerito para poner principiar, luego la Diputación de Tarragona les concedió una subvención y tras "chillar a todas las puertas", ganaron el premio D'A Film Lab Barcelona, destinado a impulsar los nuevos talentos del cine castellano y dotado con 20.000 euros, que les permitió "fertilizar la postproducción".
Carla Simón, que fue su profesora en un taller durante la carrera, les facilitó el contacto de Laita Artigas, que había protagonizado Estiu 1993, y en cuanto la conocieron, las directoras de Un sol radiant supieron que era su Mila. Para el papel de matriz querían a Prims y cuando se lo ofrecieron, la actriz dijo rápidamente que sí. A Sales la ficharon en un cásting franco y Villalta, que da vida al viejo, es un médico amigo de Ariadna que aceptó meterse a actor al filo de la subvención.
La iniciativa de estas estudiante de Comunicación Audiovisual de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona ha donado sus frutos. Su película ya ha yeguada una Mención Distinto del Junta en el Primer Test del Festival REC. Ahora compite en el D'A donde aspira a los premios del conocido, el tribunal y la crítica. Por otra parte, el filme se estrenará este año en salas comerciales. Tienen solo entre 24 y 25 abriles, pero el futuro en el mundo del cine parece sonreír a este quinteto de directoras que no descartan retornar a trabajar juntas en el futuro.
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