El tarea de Trabajo está ultimando la legislatura para que las trabajadoras del hogar dejen de ser un caso distinto, para que el régimen en el que están inscritas les permita cobrar el seguro de desempleo y que los despidos no puedan ser arbitrarios, que haya que justificarlos.
Mañana, el Congreso de los Diputados dará un paso más con la ratificación del convenio 189 de la Ordenamiento Internacional del Trabajo, centrado en la defensa de este colectivo, que la misma OIT califica como “infravalorado e invisible, y que lo realizan principalmente las mujeres y las niñas”. Sin secuestro, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quiere ir más allá de esa ratificación.
“Vamos a equiparar los derechos laborales a las trabajadoras domésticas”, señala la ministra Yolanda Díaz
“No solo vamos a legalizar otorgando el derecho a la protección por desempleo, sino que vamos a ir a una código ambiciosa en la que vamos a equiparar los derechos laborales todavía a las trabajadoras domésticas”, declaró ayer Díaz, luego de reunirse con asociaciones representativas del sector.
El convenio en cuestión “se queda parco”, dijo la vicepresidenta la semana pasada, y lo cierto es que ya en febrero una sentencia del Tribunal de Probidad de la UE criticó que estas trabajadoras no tengan acercamiento al subsidio de desempleo. No dárselo es una discriminación de especie teniendo en cuenta que el 95% del sector son mujeres, dictaminó el tribunal europeo.
Otro de les rudimentos que se cambiará es el examen del despido. Se modificará el contemporáneo “dejación”, que es el tipo de despido que se aplica a estas trabajadoras, por el cual el empleador puede terminar la relación profesional sin tener que acreditar el motivo . Simplemente debe avisar con una anticipación de vigésimo días si el resolución tiene más de un año de decrepitud, o siete días si es inferior al año. En caso de dejación, la indemnización es de 12 días por año, con frontera de seis meses. Sin secuestro, para los contratos anteriores a 2012, esta indemnización se reduce a siete días de salario por año de servicio, todavía con el tope de los seis meses.
Otros de los cambios que Díaz quiere introducir son la alivio de la prevención de riesgos laborales y la valoración del trabajo que realizan las empleadas del hogar.
Son las condiciones que afectan a un sector en el que trabajan unas 600.000 personas, de las cuales unas 400.000 cotizan en el sistema distinto de empleadas del hogar, mientras que el resto, 200.000, permanecen en la bienes sumergida.
“Hacer aflorar el empleo no manifiesto de estas mujeres es una de las principales reivindicaciones feministas de CC.OO.”, declaró ayer Carolina Vidal, secretaria de Mujeres e Igualdad de este sindicato, que reclama la encargo de realizar un resolución por escrito a las empleadas del hogar, en el que conste la trayecto, las reposo, el salario y las funciones a realizar.
Para Carolina Vidal, la ratificación del convenio 189 “es el principio de la equiparación de los derechos laborales”. Una equiparación que debería permitir su incorporación al régimen militar de la Seguridad Social para que, entre otras cosas, tengan la misma protección por desempleo que el resto de trabajadores. Es un paso que reclamó en febrero el tribunal de la UE cuando dictaminó que excluir de las prestaciones por desempleo a los empleados del hogar “constituye una discriminación indirecta por razón de sexo en el acercamiento a las prestaciones de seguridad social”. “Que hablemos de protección por desempleo, que hablemos de despido, no de dejación”, fijó como objetivos Carolina Vidal.
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