Accidente mortal y colas kilométricas en la AP-7 en la operación retorno del puente de Sant Joan

La operación retorno del puente de Sant Joan resultó ser menos complicada de lo previsto gracias, en parte, a un regreso escalonado de los automovilistas que decidieron anticipar su regreso a casa. Era el comprobación del director del Servei Català de Trànsit (SCT), Ramon Lamiel, que, en una entrevista a Catalunya Informació, se mostraba sorprendido por la anticipación y planificación de los viajeros. Entre las 12 h y las 18 h ya habían vuelto a Barcelona y a su radio metropolitana 143.000 vehículos, el 55% de los previstos por el Servei Català de Trànsit. Y a las 20 h, el 75% ya habían regresado a casa.

Una mujer perdió la vida en un incidente en Sant Celoni, en el que una beocio resultó crítica

Que fuera menos complicado de lo esperado no significa que no se registraran colas y retenciones, que las hubo, especialmente por la mañana. La autopista AP-7 sumó más de 35 kilómetros a lo derrochador de varios tramos. Y esas colas, no por previsibles fueron menos agobiantes para los conductores que quedaron atrapados en ellas. Encima, tres accidentes en esta vía de entrada capacidad a la mérito de Fogars de la Selva (la Selva), Gelida (Alt Penedès) y Sant Celoni (Vallès Uruguayo) complicaron el regreso para los 260.000 vehículos que Trànsit calculaba que eran los que faltaban ayer por retornar a Barcelona y a su radio metropolitana. El resto hasta entrar a los 450.000, que son los que estima el SCT que salieron de Barcelona y su radio de influencia en dirección a las playas de la Costa Brava y la Costa Daurada, habían anticipado ya el regreso a casa.

A lo derrochador del día, la AP-7 llegó a sumar unos 35 kilómetros de colas en distintos tramos

El incidente más solemne de la AP-7 fue el registrado a las 16.40 h a la mérito Sant Celoni en dirección a Barcelona en el que se vieron implicados un turismo y un autocar. A raíz del choque, una colisión por significación, una de las ocupantes del turismo falleció y los otros tres resultaron heridos de distinta consideración, entre ellos una beocio, de carácter crítico. Otra mujer sufrió heridas de formalidad y un hombre, menos solemne. Todos ellos fueron derivados en dirección a el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona y el Servei d’Emergències Mèdiques (SEM) activó el helicóptero medicalizado. Un hecho que obligó a cortar completamente la autopista durante un tiempo hasta que se pudo destapar uno de los tres carriles. Una situación que originó retenciones de 9 kilómetros hasta pasado el término de Hostalric (Selva).

Trànsit habilitó 100 km de carril adicional, pero hasta el obstrucción de esta publicación no fueron utilizados

La afluencia de vehículos en la red viaria por la mañana fue muy superior a la prevista. Las retenciones en el conjunto de carreteras catalanas alcanzaron los 70 kilómetros. Un ejemplo de esa densidad de tráfico fueron los 18 kilómetros intermitentes que se registraron antiguamente de las tres de la tarde entre Sant Celoni y la Roca del Vallès, en la AP-7; los cinco kilómetros, en esa misma vía, a la mérito de Maçanet o los 13 que se llegaron a acumular a la mérito de Fogars de la Selva a raíz de un incidente sin víctimas en el que se vieron implicados tres turismos. En el sur, la circulación no fue especialmente problemática. Por la mañana, se contabilizaron cinco kilómetros de colas a la mérito de Castellbisbal, cuatro, a la mérito del Vendrell, los mismos que en La Ciñuela.

De los 260.000 coches que el SCT esperaba que volvieran a Barcelona, a las 20 h lo habían hecho el 75%

Más tarde, la situación en la AP-7 mejoró y, en militar, las congestiones, retenciones y circulación intensa fueron menos kilométricas que las registradas horas antiguamente. En la AP-7, a parte de la afectación en Sant Celoni por el incidente, a las 17.30 h había ocho kilómetros de trasero a la mérito de la Roca del Vallès; tres, en Granollers y 5,5 en Sant Sadurní d’Anoia. En varios tramos, el SCT habilitó a mediodía kilómetros de carriles adicionales en sentido contrario al habitual para ahuecar el tráfico. Hasta el obstrucción de esta publicación no se habían llegado a utilizar, aunque se estudiaba destapar un tramo en la AP-7 septentrión. Según Trànsit, las restricciones de circulación de camiones entre las 17 h y las 22 h, además ayudaron a descongestionar el tráfico.

Más allá de la AP-7, otras vías con complicaciones fueron la N-II con unos diez kilómetros de circulación lenta y parones entre Vidreres y Tordera para enlazar con la C-32 septentrión o autopista del Maresme, que funcionó como vía alternativa a la AP-7. Esta carretera registró congestiones a primera hora de la tarde a la mérito de Alella. Otras vías en las que hubo retenciones fueron las carreteras de regreso de las playas de la Costa Brava, como la C-31, a la mérito de Castell-Platja d’Aro y la C-65, a su paso por Llagostera, y que empalman con la autopista AP-7.

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