Carlos Ortega: “Me ha costado entrar en un vestuario reacio a aceptar cambios”

Diecisiete abriles a posteriori, Carlos Ortega (Málaga, 1971) tiene opción este fin de semana en Colonia de reanimar otra Champions de blaugrana, la séptima. Sería la primera como preparador, nueve meses a posteriori de heredar los restos de un equipo campeón –sin ocho de sus integrantes–, y hacerse con las riendas de un vestuario escéptico, afecto al antiguo régimen inviceto. Así lo admite en conversación con La Vanguardia el técnico, que empieza a hacer reconocible el Barça de Ortega . No será el preferido en Colonia, pero es el campeón, “y pelearemos por el título”, asegura.

El impacto de perder

“Las derrotas han servido para hacernos como equipo; cuando se pierde se ve la cohesión”

¿Cómo llegan a la final four ?

El equipo llega en un buen momento. Casi no hemos tenido alivio, pero está con ganas.

¿Están en el mejor momento del año, física y mentalmente?

Puede que sí. Hemos podido descansar y recuperar a los tocados (N’Guessan, Cindric y Petrus); veo al equipo con fuerza para competir contra cualquiera.

Posteriormente de nueve meses en el cargo, ¿está satisfecho del rendimiento y el gozne del equipo?

Ha sido una temporada muy difícil por cómo fue mi venida, por el año que ha sido, porque no ha habido pretemporada... Pero hemos mejorado y hemos superado momentos difíciles.

¿Cuál fue el más complicado?

Sin duda, las dos derrotas con el Kielce [en noviembre]. Perder dos partidos consecutivos en el Barça es novedad, y perder en el Palau a posteriori de unos abriles [6 de imbatibilidad, 46 partidos]...

¿Sembró dudas aquello?

Todos los entrenadores tenemos nuestras inseguridades, quien diga que no está mintiendo. Creo que mantuvimos la calma, transmitimos tranquilidad y pudimos entrenar pensando en nosotros tras el parón de enero. Desde noviembre la mejoría ha sido clara, el equipo ha estado invicto, ganando todos los partidos...

Se está cumpliendo lo que dijo en su presentación: que el equipo pelearía por todos los títulos, y que llegarían derrotas, cuatro. ¿De qué han servido en un equipo poco acostumbrado a perder?

Para hacernos como equipo. Cuando un equipo siempre deseo es acomodaticio que haya buen medio ambiente, pero cuando pierde se ve si está cohesionado. La derrota era indudable: la plantilla es sensiblemente más corta, jugadores que eran descartes han jugado roles importantes, como Makuc y Langaro, y es difícil triunfar siempre.

¿Cómo le afectó a usted?

Al principio llegas a un vestuario que no es tuyo, que está adaptado a un preparador que lleva mucho tiempo y que es renuente a aceptar cambios cuando la temporada pasada fue la mejor de la era de Pasqui , sin duda; fue su obra maestra. Por lo tanto, no ha sido acomodaticio para el nuevo cuerpo técnico entrar en el vestuario. De hecho, todavía estoy trabajando en ello. He ido conociendo más a los jugadores y he ido tomando más decisiones.

¿Qué ha sido más difícil: marcar su sello propio o aventajar la larga sombra de Xavi Pascual?

Esto de la larga sombra de Pascual me suena a relación chino. Se trataba de hacerme con un equipo que llevaba muy buenos resultados. Cuando prescinden de él en su mejor temporada es frecuente que el vestuario no sea permeable a los cambios.

¿Notó yerro de confianza?

No creo que sea yerro de confianza.

¿De credibilidad?

Fue como: “¿Por qué cambiamos si todo ha ido acertadamente?” y “A ver este qué nos cuenta”.

¿Qué ha hecho para revertir la situación y ganarse al equipo?

Trabajar y platicar mucho con todos. Las derrotas no ayudaron.

¿El clima ya es positivo?

Sigo trabajando en ello, pero creo que el vestuario ha cambiado como de la confusión al día. Triunfar la Champions sería la culminación.

¿El equipo ya juega como había planificado?

En muchas cosas sí. Quizás no tenemos el número de ataques de la temporada pasada, hacemos 3-4 menos por partido, pero mantenemos el gozne rápido porque sería estúpido por mi parte no conservar un estilo que funciona a los jugadores. Es poco que Pasqui hizo muy acertadamente. Ahora en ataque posicional tenemos más opciones. La defensa se está creciendo como me gusta. Solo nos yerro incorporar algunos mecanismos.

¿Qué opciones le da al Barça en Colonia?

Las mismas que a los otros tres. El Kiel es un grandísimo equipo, tiene un 7 contra 6 muy difícil de defender, y las bajas de Pekeler y Sagosen, nunca se sabe. Herir a un valiente lo hace más peligroso.

¿Cómo se prepara psicológicamente a un equipo que es actual campeón y que no es el teórico preferido como lo fue muchos abriles?

Quizás no ser preferido les puede picar en su orgullo a los jugadores.

O les quita presión...

Sin duda. Puede ser conveniente porque el Barça siempre ha ido a Colonia obligado a triunfar. Vamos a darlo todo. No tener la misma plantilla quizás nos da una tranquilidad y motivación que no teníamos otras veces.

En agosto decía a este diario que se exigiría la Champions “a medio plazo”. ¿Se la exige ya?

Sí, vamos a pelearla, por supuesto. El Barça tiene la obligación de demorar casi anualmente a la final four . Luego, ganarla, es una moneda al espacio. Con este formato nadie la ha reses dos abriles seguidos. Somos el segundo equipo que a posteriori de ganarla llega a la final four venidero. Todo eso dice lo difícil que es.

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