Catalunya padece este jueves la tormenta perfecta de incendios. La coincidencia de tres grandes fuegos forestales simultáneos en Artesa de Segre (Noguera), Castellar de la Ribera (Solsonès) y Corbera d'Ebre (Terra Ingreso) en un contexto climatológico infeliz por la ola de calor, han puesto en alerta roja a todos los cuerpos de emergencia. A última hora de la tarde de este jueves se le sumaba un nuevo foco, en Lladurs (Solsonès) que ha hasta la coronilla unas 100 hectáreas aunque su "potencial es enorme, puede aparecer hasta las 50.00 hectáreas", explicaba el patriarca de Bombers David Borell, en rueda de prensa. "Lladurs, está vivo, nos preocupa mucho", aseguraba el conseller d'Interior, Joan Ignasi Elena. "La prioridad es trabajar para perimetrar este incendio y así contenerlo". Los equipos de emergencia dedicarán todos los esfuerzos para estabilizarlo a lo liberal de esta oscuridad y el día de mañana.
Cerca de medio millar de bomberos de la Generalitat, adjunto a voluntarios y agricultores y vecinos de las zonas se han movilizado para contener los fuegos, que tienen todavía delante al personal de la Dispositivo Marcial de Emergencias (UME) que ha realizado un gran despliegue especialmente en el foco más peligroso de la marcha, el de Artesa de Segre. "No se estabilizará hoy" pero está controlado, comentó el conseller d'Interiro esta tarde.
"Pido extrema prudencia, no nos podemos permitir ningún otro incendio", ha avisado el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, desde el Parc Central dels Bombers en Bellaterra. "No es una situación frecuente y tenemos que evitar sí o sí cualquier otro incendio forestal, hay que frenar cualquier conato", le ha seguido subdirector universal operante de los Bombers, Xavier Borrell.
Fuego de Artesa de Segre
Las autoridades han informado de que entre los tres fuegos hay unas 2.000 hectáreas afectadas. La zona más afectada es la de Artesa de Segre, con 1.300 hectáreas quemadas, aunque ahora "la máxima preocupación y prioridad" es el incendio de Castellar de la Ribera, ha preparado Borrell. A pesar de que la afectación ahora mismo no alcanza las 400 hectáreas, se teme que se convierta en "un incendio muy, muy alto", según Borrell. "Es donde estamos destinando más energía porque tiene un potencial muy importante, hay que proceder lo más rápido posible", ha añadido Elena.
Incendio en Lleida
Los bomberos creen que el fuego de Artesa de Segre puede alcanzar las 5.000 hectáreas
Hasta ahora los principales esfuerzos se centraban en el fuego de Artesa de Segre, que aunque ya afecta a unas 1.300 hectáreas, se ha podido restringir su progreso por el lado este. De este modo, de las 20.000 hectáreas de afectación proyectadas inicialmente se ha pasado a una estimación de 5.000.
El incendio en Artesa de Segre puede terminar calcinando 5.000 hectáreas de parque natural 
Eso sí, los Bombers no creen que estas se puedan dominar, porque no pueden trabajan en el lado este por la difícil topografía del ámbito. "El objetivo es que no salga de los ejes de confinamiento, que vaya quemando los siguientes días de forma controlada, pero que no salga de estos márgenes", ha expuesto Borrell.
Por otra parte de los cuerpos de emergencia, voluntarios y un centenar de agricultores han apoyado esta mañana a los bomberos labrando el ámbito para tratar de crear cortafuegos contra el avance de las llamas.
Bombers analizan la situación de uno de los incendios en los que trabajan 
Mejores son las previsiones para el incendio de Corbera d’Ebre, que aunque todavía afecta a cerca de 400 hectáreas, está en grado de estabilización. En concreto, los Bombers han informado de que está perimetrado en un 80%, lo que ha permitido destinar parte de sus fortuna a los otros fuegos que queman en Catalunya.
Bombers de la Generalitat trabajan con un plan que pasa por tratar de estabilizar los incendios de Corbera d'Ebre y Castellar de la Ribera, por otra parte de amparar perimetrado el de Artesa de Segre. Todo ello con unas condiciones climatológicas que siguen siendo adversas: "Prevemos un día muy duro de calor, con tormentas secas y rayos que pueden crear pequeños focos", avisaba esta mañana Elena. Este miércoles ya fue así.
Imagen del incendio de La Fatarella (Tarragona). 
Orfelinato en Artesa de Segre
El Consistorio ha capacitado 100 camas en el pabellón municipal
Las autoridades han explicado que este miércoles tuvieron que desocupar a una veintena de vecinos por el fuego en los núcleos habitados aproximadamente de Artesa de Segre, por otra parte de una casa de colonias en las que había 54 personas –40 de ellos menores–.
Para atenuar la preocupación de los vecinos, el Consistorio de Artesa ha capacitado en el pabellón municipal 100 camas facilitadas por Cruz Roja, una Entidad Municipal Descentralizada del municipio, y el Hostal Muntanya ha reservado ocho habitaciones con el mismo fin.
Ola de calor e incendios
Incertidumbre entre los vecinos afectados
En el bar La Biclicleta de Artesa, una veintena de mujeres desayunan mientras una llora pensando en la casa de sus padres, en el núcleo de Baldomar. En la entrada de esa pequeña pueblo de poco más de un centenar de vecinos, una patrulla de los Mossos impide el paso de vehículos para amparar el trajín de los vehículos de cese. El sucesivo pueblo es La Clua, una antigua comuna hippy, en la que casi nada una veintena de inquilios permanecían este jueves confinados por la proximidad con el frente de llamas. Muchos desalojaron sus casas cuando vieron que el fuego se acercaba peligrosamente; aunque entre cuatro o cinco permanecieron siempre en el pueblo pendientes de las casas, la Iglesia y los animales.
El incendio empezó el jueves sobre las merienda de la mañana, en una finca agrícola de Baldomar, según explicó a La Vanguardia el responsable de los Agents Rurals de La Noguera, Cosme Barrera. Ayer al mediodía, los investigadores accedieron a la finca y delimitaron el punto en el que sin ningún apartado de dudas empezó uno de los tres focos de fuego que se desarrollaron en esa zona.
Los responsables de la explotación trabajaron el miércoles, amontonando el trigo, pero según declararon a los Agents Rurals durante el jueves no movieron las máquinas por las condiciones climatológicas tan adversas que alertaban de temperaturas que alcanzarían los 42 grados, rumbo y una tormenta sequía acompañada de mucha descarga eléctrica.
"No descartamos ninguna hipótesis", insistía el responsable de los Agents Rurals que advirtió de esos otros dos focos, en medio del bosque, a la cima de Rialb, a 32 kilómetros, y que con seguridad provocaron los rayos.
Desde la ventana de su casa de Rubió, Vania tiene el frente de llamas a unos cuatro kilómetros. El paisaje que ahora no le deja ver una densa montón de humo amarillento y seco, pertenece a la Sierra de Montsec, un parque natural protegido que con el cambio de la dirección del rumbo del jueves por la tarde está siendo pasto de las llamas. "Entiendo que algún campo de cultivo de algún payés de Os de Balaguer se habrá hasta la coronilla", explica el novicio al teléfono.
Al mediodía del viernes, el rumbo desvió la trayectoria del frente de llamas, abandonando los núcleos habitados de La Clua y Baldomar y avanzando con gran velocidad cerca de el oeste, entrando sin freno en la Sierra del Montsec.
Al mediodía del viernes, los responsables de Bombers decidieron concentrar todos los esfuerzos y potencial de cese en el fuego de Castellar de la Ribera, por las circunstancias de ese incendio y los numerosos nucleos urbanos que salpimentan la zona.
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