La propuesta no puede ser más seductora: paga tus compras a tu ritmo, mediante cómodas cuotas mensuales que no superan lo que te puedas desembolsar en un aperitivo o en una cena. Y disfruta de lo que hayas comprado desde el primer día. Sin ahogos ni reparos.
Hasta aquí, lo que te ofrece lo que se conocen como tarjetas revolving -por más que ése no sea en ningún caso el nombre comercial del producto- es ideal. Asumes un interés elevado, pero completamente legítimo, referenciado a la Tasa Anual Equivalente (TAE) tras la revisión que el pasado mayo hizo el Tribunal Supremo de la doctrina que sobre la materia fijó en una sentencia del año 2020.
El problema llega con las revisiones de la cuota, a veces asociada a nuevas compras o simplemente modificada a la desaparecido a voluntad del usufructuario al disponer de una término de crédito abierta en su arreglo. Eso puede sufrir a que el tiempo de amortización del crédito acabe alargándose y que un interés original fijado el un 20%, si no más, acabe convirtiéndose en un interés efectivo mucho más elevado.
Se llega a dar incluso la paradoja de que, si la entidad de crédito no interviene para evitarlo y exigir un incremento de cuota, las cuotas negociadas de amortización no consigan cubrir el interés y se conviertan en indefinidas.
"Una adquisición de 1.000 euros con una maleable revolving que se pague en cuotas mensuales de 25 euros generan unos intereses de 464 euros, que casi igualan la parte de lo adeudado", señala el hábil de Asufin Antonio Gallardo.
El pasado 10 de junio, la Agència Catalana del Consum intervino para incoar un expediente sancionador a 14 entidades financieras que operan en Catalunya por infringir la ley de consumo, introducir cláusulas ilegales en los contratos o aplicar tipos de interés abusivos. Las multas propuestas alcanzan un montante de 1,12 millones de euros.
El director de la Agència, Francesc Sutrias, señaló que se habían determinado tanto tipos de interés como cláusulas abusivas en los contratos. "Si las cuotas son muy bajas hay que estar alerta, porque probablemente no se cubrirá el interés y la deuda irá creciendo", consideró.
Atrapado o no en las cuotas de una maleable revolving, quien haya contratado este tipo de producto debe asesorarse sobre sus derechos en cualquier oficina de consumo o entidad de consumidores, como aconsejan tanto Gallardo como Sutrias.
"Hay que tener en cuenta que las tarjetas revolving son un producto financiero desigual del resto de la financiación al consumo y su tipo de interés refleja están sujetas a longevo incertidumbre por las mayores dificultades para el recobro en caso de impago", alerta, por su parte, José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca.
El Bandada de España tiene en su web una aparejo para evaluar tanto las cuotas de crédito de este tipo de productos como los plazos de amortización.
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