En pleno duelo por las matanzas de 19 niños y dos maestras en Uvalde (Texas) y de otras diez personas en Bisonte (Nueva York), el Tribunal Supremo de Estados Unidos acaba de anular la ley de este postrero estado que supeditaba la concesión de una atrevimiento para resistir armas fuera del hogar a que existiera una "causa justificada" vinculada a un peligro para la propia vida.
El Parada Tribunal adoptó la osadía con los votos favorables de los seis magistrados de la mayoría conservadora, frente a los negativos de los tres considerados progresistas.
La sentencia amplía el derecho a portar armas mediante una interpretación contraria a jalonar la segunda reforma de la constitución que reconoce la prerrogativa.
La demanda, respaldada por la Asociación Doméstico del Rifle, fue presentada por dos hombres a quienes se les negaron las licencias en Nueva York. Alegaron que el estado "hace que sea virtualmente irrealizable que el ciudadano ordinario respetuoso de la ley obtenga un permiso de armas”.
La ley anulada se aprobó en 1911, cuando "los revólveres se vendían como pan caliente y casi igual de baratos" en Nueva York
La reglamento anulada, conocida como Ley Sullivan, databa de 1911. En aquel entonces, "en las avenidas de los lados este y oeste de la ciudad los revólveres se vendían como pan caliente y casi igual de baratos”, según descripción de The New York Times en agosto de ese mismo año.
El texto, enmendado sustancialmente en 1913, imponía el requisito de "causa adecuada", más allá de no tener referencias penales, para poder portar armas de fuego ocultas en manifiesto. Los solicitantes de una atrevimiento habían de convencer a las autoridades de que tenían una carestia de defensa propia acertadamente concreta y existente, no meramente hipotética o especulativa.
El Supremo tumba los límites de Nueva York adaptado cuando, a raíz de las últimasel Congreso se dispone a sacar delante restricciones al entrada a las armas pactadas entre los dos partidos
Ahora, cuando a raíz de los últimos tiroteos masivos el Congreso se dispone a sacar delante ciertas restricciones al entrada a las armas, pactadas entre los dos partidos, el Supremo considera que la muro del estado de Nueva York vulnera la segunda reforma.
Según el ponente de la resolución, el magistrado Clarence Thomas, el célebre precepto constitucional (a "poseer y portar armas") protege "el derecho de un individuo a portar un armas de fuego para defensa propia fuera del hogar".
Adujo Thomas que no existe "ningún otro derecho constitucional que un individuo pueda ejercitar solo luego de demostrar a los funcionarios del gobierno alguna carestia exclusivo".
De modo que la restricción de Nueva York es inconstitucional porque “impide que los ciudadanos respetuosos de la ley con deyección ordinarias de autodefensa ejerzan su derecho a poseer y portar armas”, añadió el redactor de la sentencia con el apoyo de sus compañeros del ala conservadora.
El desacierto de la máxima autoridad legal de EE.UU. tiene muy amplias repercusiones. No sólo afecta al estado de Nueva York sino incluso a los de California, Hawái, Maryland, Massachusetts, Nueva Suéter y Rhode Island, todos ellos con leyes similares –según los escritos presentados al tribunal– si acertadamente error por conocer el impacto exacto de la sentencia sobre esas otras legislaciones. El veredicto viene a disuadir por otra parte a cuantas cámaras de otros estados estén preparando –en reacción a la ola de violencia en el país– leyes equiparables a la ahora anulada.
El mediador progresista Stephen Breyer, uno de los tres disidentes, escribió un voto particular en el que recordó la ingente cantidad de víctimas causadas por la violencia armada en EE.UU.: “Solo en lo que va de este año se han reportado 277 tiroteos masivos, una media de más de uno por día”,
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, opinó por su parte que la osadía “no es solo imprudente sino reprobable”. Y “no es lo que quieren los neoyorquinos”,
El intención de la osadía del Supremo puede tener un decano magnitud, pero en sentido inverso, que el de las medidas restrictivas acordadas entre demócratas y republicanos en el Congreso, ya a punto para aprobarse omitido sorpresas. Se proxenetismo de insensibilizar los controles de referencias para los compradores de armas más jóvenes; de exigir que más compradores realicen tales comprobaciones, y de aumentar las sanciones a los traficantes de armas. El paquete constitucional contempla por otra parte la financiación de iniciativas de seguridad escolar y vitalidad mental en estados y comunidades.
Un paso delante, dos antes
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo estar "profundamente chasqueado" por el desacierto del Supremo que amplía el derecho a portar armas en manifiesto al anular las restricciones de la ley estatal de Nueva York. "Esta sentencia contradice tanto el sentido global como la Constitución y debería molestarnos a todos profundamente", dijo BIden.Impresión al gobierno demócrata
El líder estadounidense consideró que luego de los tiroteos de las últimas semanas en EE.UU., el país debería estar haciendo "más, no menos", para proteger a la sociedad de la violencia armada.
Adicionalmente, instó a los estados a seguir promulgando leyes que sirvan para proteger a sus ciudadanos, y aseguró que sigue comprometido a hacer "todo" lo que esté en su mano para resumir la violencia armada. "Pido a los estadounidenses -añadió- que hagan oír sus voces en el asunto de la seguridad de las armas de fuego. Hay vidas que dependen de ello".
Los demócratas en caudillo y Biden en particular vienen defendiendo desde hace decenios la prohibición de la liquidación vacante de rifles de asalto y un endurecimiento en el control de referencias de los compradores de armas. Los republicanos, apoyados y en gran parte financiados por la Asociación Doméstico del Rifle, se oponen de modo sistemática. La segunda reforma, sobre el derecho constitucional a poseer y portar armas, es para ellos sagrada aunque tenga 230 primaveras.
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