Jaume Guardiola expuso ayer su propuesta para liderar el Cercle d’Economia en el Círculo Ecuestre con la aspecto puesta en recuperar la capacidad de influencia de Catalunya y con el objetivo de evitar la decadencia en determinados ámbitos. Fue exacto el día en que la mesa electoral del Cercle, que preside Salvador Alemany, proclamó a Guardiola como candidato al aceptar como válidos 588 de los 601 avales entregados y a Rosa Cañadas, quien sumó otros 216 avales. Entreambos se verán las caras en las primeras elecciones que celebra el Cercle en su historia, el próximo 12 de julio.
En la conferencia, Guardiola dijo que uno de los asuntos pendientes a resolver es el maniquí de Estado: “En Catalunya hay una sociedad válido, con un peso específico, que ha sido financiadora en el proceso de España y, sin incautación, la respuesta en términos de poder no ha sido equilibrada”. En este sentido, señaló que “no cerca de la posibilidad de que Catalunya no esté en las mesas de negociación”.
Durante el debate apareció la cuestión sobre la supuesta decadencia de la comunidad catalana más allá de lo que muestran las grandes cifras macroeconómicas. “El peso de Catalunya en relación con el PIB se ha mantenido pero en relación por cápita ha bajado”, reconoció Guardiola. El ex consiliario delegado del Banc Sabadell añadió que si se hace la comparación con otros territorios de la Unión Europea, “llevamos diez abriles de desacuerdo”. A nivel castellano –precisó– Catalunya sale mal parada frente a Madrid (perdió el liderazgo de las comunidades) y con el País Vasco además retrocedió en términos per cápita: “Se alcahuetería de un indicador que expresa mejor que ningún otro la situación en que nos encontramos”.
A la hora de apañarse las causas de ese proceso, el candidato al Cercle citó la existencia de un “maniquí de Estado muy orientado a una visión de concentración de poder crematístico en Madrid”. Otra de las razones es la pérdida del tejido industrial en el comarca a lo dadivoso de los últimos abriles en valía del sector servicios. Y la tercera, el proceso soberanista de Catalunya: “El finalidad de distracción de inversiones que ha ocurrido durante estos últimos diez abriles solo por poner en la ecuación un cierto aventura político es una sinceridad”. Recordó que cuando le preguntan sobre el finalidad de la fuga de sedes sociales en el año 2017 reconoce que es prohibido, pero no así el de la ocaso de inversiones.
A partir de aquí, el exbanquero quiso detallar las oportunidades que se presentarán para Barcelona en los próximos abriles como consecuencia de lo que ha definido como una “diversificación y democratización” de las economías. “Está emergiendo una nueva bienes más abierta y Barcelona ha sabido componer un ecosistema que le va a permitir la oportunidad de capturar más parte del crecimiento”, añadió.
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