Tres presuntos asesinatos consumados, los de Marta Pelado, Arliene Ramos y Lady Marcela Vargas, y ocho agresiones sexuales documentadas, algunas con intento de homicidio. Todo en poco más de un año; entre el 25 de julio del 2018 y el 7 de noviembre del 2019 en València. Estos son los crímenes cometidos sobre merienda mujeres que están siendo juzgados desde esta semana en la Audiencia de València con un único dibujado: Jorge Ignacio Palma, colombiano, narcotraficante y de 40 primaveras, que se enfrenta a 130 primaveras de prisión. Un hombre que según el relato de la fiscal buscaba prostitutas por su vulnerabilidad social; las forzaba a consumir droga, les introducía “rocas” de cocaína del tamaño de un garbanzo en la vagina y el ano sin su consentimiento para provocarles la inconsciencia, el desmayo, convulsiones, fuertes arritmias y la asfixia, para someterlas a sus juegos sexuales. Y que según el tarea manifiesto “nunca se ha compungido de sus actos, ni antaño ni ahora”¿Es este hombre un nuevo enemigo en serie de mujeres?
Los peritos forenses, los psiquiatras y psicólogos que lo han atendido, no tienen duda: Jorge Ignacio Palma es un “depredador venenoso” y un “enemigo serial”. El prestigioso catedrático de psicología criminal Vicente Gallardo y su colega Juan de Jehová Vargas, señalan en un crónica presentado en presencia de el mediador instructor que “a nuestro inteligencia los eventos investigados adquieren la finalidad de homicidios sexuales, donde el fin posterior es obtener una satisfacción sádica de naturaleza sexual: contemplar la angustia de la víctima causada por la intoxicación de la droga”. Y añaden que “lo fundamental en el homicidio sexual sádico es la fabricación total del dominio y control sobre la otra persona. Es el hecho de asimilar que él ha causado la homicidio que se está desarrollando en presencia de sus propios fanales la imaginación esencial del homicida sexual sádico”.
Los peritos forenses coinciden en que estamos en presencia de un “depredador venenoso” y un “enemigo serial”
Jorge Ignacio Palma fue conocido tras la desaparición de Marta Pelado hace cuatro primaveras. El dibujado justificó que esta verde había muerto por causas naturales y que él la descuartizó y repartió sus restos mortales por diferentes contenedores. La Control Civil nunca ha incompatible el fallecido ni él ha querido clarificar dónde está; lo que asemeja este caso al de Marta del Castillo. A partir del caso de Marta Pelado, y del coraje de su mamá, la Control Civil comenzó a atar cabos: había otros casos sin resolver con indicios semejantes. Adicionalmente, varias mujeres, al ver su rostro en las televisiones, denunciaron que habían sido igualmente víctimas de este sádico que usó, en todos los casos, la misma metodología criminal.
El mandón de la Control Civil que coordinó el caso ha descrito que el dibujado usaba siembre el mismo patrón para someter a sus víctimas. “Una vez que conseguimos el relato de cada una de las víctimas, vemos que refieren el mismo patrón de conducta sexual por parte de Palma”. Él siempre o casi siempre se muestra deseoso o interesado en perseverar “fiesta blanca”, con drogas, en las relaciones sexuales. Todas coinciden en que a la aparición él saco una cantidad importante de cocaína, hablan de que la tiene que coger con ambas manos. Y a continuación, según los testimonios recogidos en la investigación, “se muestra muy tozudo con las que no quieren consumir cocaína; a las que dicen que sí les da un friega en el que introduce (bolas de cocaína) con sus dedos en la zona rectal, órganos sexuales. Todas coinciden en que la preparación no es consentida y les provoca la inconsciencia”.
Las víctimas que hasta el momento han relatado su terrible experiencia con Jorge Ignacio Palma coinciden plenamente en la conducta del supuesto enemigo. Las contrataba, las obligaba a consumir droga, en algunos casos las adormecía metiendo algún producto en una copa, les metía la droga en la vagina y el ano, las dejaba inconscientes y en algún caso colapsaban, momento en el que él aprovechaba para asesinarlas.
Todas las supervivientes, adicionalmente, coinciden en que es un hombre frío, que no mostraba sentimientos. Se ha podido ver estos días durante la presencia vocal, en la que ni siquiera el relato de los hechos que se le imputan ha conseguido modificarle el mueca, como si él no fuera la persona que está siendo juzgada por un grupo popular. Lo que apuntaría la lectura de los peritos forenses de que es posiblemente el enemigo en serie conocido más importante de los últimos primaveras.
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