El centro de Roma tendrá adentro de poco un nuevo hotel de cinco estrellas. Un edificio de 8.000 metros cuadrados que será renovado completamente para crear setenta habitaciones, una terraza y un restaurante bajo la marca de una de las más conocidas multinacionales del sector hotelero. Al entrar, los huéspedes serán recibidos por una imagen falta convencional: el teta del intelectual Antonio Gramsci, uno de los fundadores del Partido Comunista Italiano (PCI), en 1921.
Y es que este nuevo hotel en Roma ocupará el edificio del número 4 de la Via delle Botteghe Oscure, (textualmente, talleres oscuros) la histórica sede del PCI, el que fue el partido comunista más popular fuera de la Unión Soviética. Situado a pocos pasos de plaza Venecia, este edificio, llamado il bottegone , es uno de los escenarios imprescindibles para entender la política italiana durante segunda fracción del siglo XX.
En la entrada del hotel seguirá estando el teta de Gramsci y la suerte de cinco puntas de Giò Pomodoro
Fue comprado en el 1946 por 30 millones de viejas liras por el partido entonces comandado por Palmiro Togliatti, el líder más importante de la izquierda italiana tras la caída del fascismo. En su ventanal se asomó Enrico Berlinguer para celebrar los históricos resultados de 1976, cuando un tercio del electorado votó comunista. Ahora, el corro financiero Tosinvest ha anunciado un acuerdo de arriendo con una filial conjunta formada por AG Group y el Clase Rossfin, con el apoyo de la gestora Colliers para que se convierta en un hotel al trascendencia de pocos.
Su intención es restaurar el edificio respetando la obra de la frente y muchos de sus fundamentos históricos, han dicho en un comunicado. Entre ellos, la suerte de oro de cinco puntas ensamblada en el pavimento, diseñada por el tallista Giò Pomodoro, el teta de Gramsci y una bandera de la Comuna de París expuesta en una mampara. El encargado de anunciarlo fue el presidente de Tosinvest, Giampaolo Angelucci, que es el hijo de Antonio Angelucci, fundador de un imperio que va desde las clínicas a los periódicos conservadores, y a sus 77 abriles todavía es diputado de la Forza Italia de Silvio Berlusconi. El día que Sergio Mattarella fue reelegido presidente de la República, Angelucci acudió a elegir en un Ferrari. Si Togliatti levantara la cabecera...
“Lo importante es que se preserve en la entrada las obras artísticas de Pomodoro y el teta de Gramsci para que siga siendo un refrendador de la historia de este edificio”, remarca el político del Partido Demócrata Gianni Cuperlo, que trabajó allí en su pubertad comunista.
Cuperlo recuerda como, en sus abriles, el edificio acogía la entera estructura de dirección del PCI, con un clínica médico que visitaba semanalmente a los hijos de sus representantes. “Era una comunidad que reproducía un sistema de bienestar político –cuenta–. Fue un patrimonio que perduró en el tiempo y quien lo conoció conserva un reminiscencia muy vivo”.
Entre ellos, los miembros de la llamamiento vigilancia, fieles militantes que se convirtieron en vigilantes de seguridad durante los convulsos abriles de plomo en que la sede estaba protegida 24 horas. No hay que olvidar que el democristiano Aldo Moro, secuestrado por las Brigadas Rojas y cuyo crimen todavía hoy sigue rodeado de incógnitas, apareció en el interior de un coche el 9 de mayo de 1978 en Via Caetani, escogida escrupulosamente por situarse a medio camino entre la sede de la Democracia Cristiana (DC), en la plaza del Gesù, y Botteghe Oscure. Su asesinato enterró el “compromiso histórico”, expresión usada por Berlinguer para referirse a la incipiente alianza entre la DC y el PCI en plena hostilidades fría.
El primer carretera acogía el unidad internacional; el segundo, las oficinas de la dirección; el tercero, dependencia; el cuarto, ordenamiento; el botellín, unidad de trabajo, y el sexto y zaguero, prensa y propaganda. Además en ése zaguero se encontraba el pequeño estudio que Togliatti y Nilde Iotti, que sería la primera presidenta de la Cámara de Diputados, usaron para convivir durante el principio de su pasión. Togliatti, 27 abriles maduro que ella, estaba casado con Rita Montagnana, una mujer influyente en el PCI. Esa aventura representó otro terremoto en los comunistas.
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