No es vergüenza, es delito

Dudaba si escribir una columna sobre este tema por evitar una especie de meta Streisand, pero a estas staff lo que le ha ocurrido a Santi Millán está por desgracia remotamente de cualquier posible amplificación. Ya todo el mundo lo sabe, ya todo el mundo lo ha gastado.

Santi Millán ha sido víctima de una filtración, algo con consecuencias penales

Santi Millán ha sido víctima de una filtración, poco con consecuencias penales

Telecinco

Lo primero que ha dicho el actor de momento es acoplado lo que tenía que sostener: “La notificación aquí es que se ha cometido un delito”. Esa respuesta se ha convertido casi en habitual desde que la ofreció la actriz Jennifer Lawrence en el 2014. Entonces, ella, al igual que muchas otras actrices, sufrió un pirateo y vio como sus fotos íntimas inundaban internet. “Solo porque soy una figura pública, solo porque soy una actriz, no significa que me merezca esto. No va con el cargo. Es mi cuerpo y es mi comicios”, respondió. Y sentó las bases sobre el diccionario que hay que usar con estos asuntos: “No es un escándalo. Es un crimen sexual. Es una violación de intimidad y es asqueroso. Cualquiera que mire esas fotos está perpetuando un delito sexual y debería acobardarse de la vergüenza”.

No es vergüenza, es delito Video

El presentador Santi Millán, víctima de la filtración de un vídeo sexual

Cualquiera que comparta el vídeo o incluso haga un tuit en referencia a él debería “acobardarse de la vergüenza”

Cuando sucedió aquello, faltaban aún tres primaveras para que se codificase el #MeToo como tal, pero estaba claro que poco empezaba a cambiar. Al punto que siete primaveras antaño, la actriz Vanessa Hudgens, que entonces era la sino de High School Musical, tuvo una reacción muy distinta cuando se filtró una foto suya desnuda, seguramente presionada por Disney. “Quiero disculparme con mis fans. Estoy avergonzada y me avergüenzo de haberme sacado esas fotos”, dijo ella. Luego la compañía del ratón Mickey lo llamó “un error de cordura”. Ahora vemos esos dos comunicados como un victim blaming de manual.

Si en poco tiempo hemos trayecto ese camino, es porque las mujeres, que son las principales sufridoras de este tipo de crímenes –la serie Intimidad lo refleja aceptablemente–, han arriesgado su posición y su reputación para cambiar ese estilo. Por cierto, lo que dijo Lawrence se aplica además a Millán. Cualquiera que comparta el vídeo o incluso haga un tuit en referencia a él que llevará a mucha gentío a buscarlo debería “acobardarse de la vergüenza”.

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