Quique Badia: "La mayoría de extranjeros que viajan a Ucrania buscan notoriedad"

Esta semana se ha conocido el fallecimiento del primer castellano en la disputa de Ucrania. Se alcahuetería de Donaire Adrover, un mallorquín de 31 abriles que viajó al país en conflicto para enrolarse en la Multitud Extranjera del ejército ucraniano. El pipiolo ingeniero de Felanitx parece que no murió en combate, pero se sabe que sí que colaboró con el ejército en el dominio de telecomunicaciones en Lviv. 

Al inicio del conflicto el gobierno de Kyiv abrió las puertas a los voluntarios internacionales. Unas 20.000 personas mostraron interés, despertando un intenso debate sobre las motivaciones ideológicas de las personas que iban a la disputa y la potencial peligrosidad de que recibieran formación marcial. 

Según revela el detallado referencia publicado recientemente por la ordenamiento Counter Extremism Project, solo unos cientos finalmente han viajado al país. Muchos, ni siquiera han entrado en combate. Esta investigación, según explica el periodista e investigador de la UAB Quique Badia, autor del capítulo sobre combatientes españoles, revela un perfil mucho menos ideologizado que el de las personas que participaron en el conflicto en 2014.

Se ha hablado mucho de la presencia de extremistas, especialmente de extrema derecha, en la disputa de Ucrania. Pero por lo que se refleja en el estudio, su presencia ha sido pequeño que en 2014. Qué es lo que ha cambiado?

El conflicto ahora ha pasado a ser parte de la discusión pública. Antaño era un engendro muy insignificante, enredado. Rusia no estaba directamente implicada. Se trataba de una confrontación, supuestamente, contra unas repúblicas secesionistas. Fuera de la concurrencia que está muy politizada era difícil entender. Cuando estalla la disputa se produce un propósito llamamiento equiparable al que se vivió en Siria con la ataque del Estado Islámico sobre Kobane. Pasa a formar parte del debate divulgado y mucha concurrencia diferente, y asimismo concurrencia de perfil ideologizado que está muy irresoluto de conflictos muy concretos, se siente interpelada.

¿Cuales serían los perfiles?

Nos estamos encontrando a mucha menos concurrencia ideologizada. Sobre todo es concurrencia que búsqueda notoriedad, que van a la disputa para dejarse ver. Hay un caso de un pequeño que tiene un OnlyFans, por ejemplo. En su Instagram parece una persona relativamente regular, no hay carencia que le identifique políticamente de ninguna forma, pero es un chaval que tiene experiencia marcial, es ex paracaidista. Por las fotos que cuelga, parece que ha entrado en combate. Parece que lo que búsqueda es notoriedad, tiene una cuenta con su cara y otra con un pseudónimo donde no muestra su rostro pero sí va narrando lo que va pasando. Además hay concurrencia ideologizada, pero mucha menos que en 2014. Hay un carca valenciano, por ejemplo, que se graba a sí mismo con la metralleta. No sé si ha entrado en combate o no, pero como exiguo estaba o parece ser que estaba y se vanagloriaba de ello. Pero es difícil de asimilar el pandeo del flujo de personas que se está movilizando desde España desde 2014 porque mantienen un perfil bajo. 

Sí sabemos, porque nos lo dicen los del regimiento Azov, que ha habido españoles del mundillo Ultrasur. Pero no hemos podido identificar nunca a personas en concreto. Lo que sí que sabemos es que en Madrid hay una persona ucraniana que forma parte de este ecosistema que los está captando. Otro género es el de la concurrencia que va por razones humanitarias. Y otro que podía ser interseccional, que es el de personas con problemas de salubridad mental, de depresión. Hay un caso muy concreto publicado en prensa de un pequeño de Barcelona que explica que lo estaba pasando muy mal y que en Ucrania ha enfrentado un propósito.

Siquiera queda claro que la mayoría entre en combate.

La disputa que se está librando ahora no es la disputa de 2014. Las fuerzas armadas ucranianas se enfrentaban a milicias prácticamente de voluntarios, de concurrencia que recibía instrucción marcial mínima y que iban con una armas que les sobraban a los rusos. Actualmente se enfrentan directamente con las fuerzas armadas rusas, que están actuando con una brío que yo no veía desde Chechenia. No tienen delante a milicianos y a algún que otro tanque, ahora se enfrentan a bombas termobáricas, bombas de racimo… Las fuerzas armadas ucranianas no se pueden permitir el fastuosidad de mandar a una persona sin experiencia marcial a primera carrera en lugares donde están arrasando ciudades.

¿Quizás siquiera los necesitan?

No es que no los necesiten sino que es un escollo para las fuerzas armadas ucranianas porque tiene que tener una persona anglohablante que esté todo el rato con él para traducir las órdenes en una situación de estrés. Si no está la persona que te hace de enlace, esto te condena prácticamente a fallecer. Lo que han hecho es agruparlos en unas brigadas específicas donde hay todo un género de internacionales. Pero si tenemos en cuenta el número de personas involucradas en este tipo de regimientos internacionales, unos centenares, es poco comparado con el número de personas que han mostrado interés en ir, que eran unos 20.000. Y de esos centenares, parece que son muy pocos los que al final acaban entrenando en combate. Generalmente el perfil de la concurrencia que entra en combate tiene congruo experiencia marcial previa y pueden ir un poco solos.

Por consiguiente, siquiera es que estén allí para marcar la diferencia. ¿Cual es el interés que tiene el gobierno ucraniano en hacer un llamada internacional?

No son una prioridad. De hecho las fuerzas de defensa territorial han recibido unos 100.000 voluntarios ucranianos. Tanto nacionales que vivían allí como expatriados que han llegado de fuera. No necesitan a centenares de personas que al final no sabes cuántos acaban entrando en combate, esto no marca la diferencia en ningún momento.  Pero es un engendro congruo enredado. En 2014 las Fuerzas armadas ucranianas están absolutamente deshechas. No habían entrado nunca en combate. Había muy poca concurrencia con experiencia marcial, su armamento era heredado del ejército soviético y tenía delante a unas milicias que estaban armadas por los rusos y que adicionalmente, en algún momento -como es el caso de Crimea-, sabemos que había efectivos rusos sobre el circunscripción. Aquello fue una derrota absoluta. Es ahí donde empiezan a surgir una serie de movimientos que se condensan o acaban cristalizando en los batallones de voluntarios que provienen de las escenas neonazis locales. 

En aquel momento el gobierno ucraniano no se puede permitir el fastuosidad prescindir de según qué esfuerzos militares y toma la valentía de integrar a estos batallones adentro de las fuerzas armadas regulares sometiéndolas a la miembro franquista, que es un cuerpo que cuelga del Empleo de Interior. A partir de aquí, la perspectiva más política todos estos movimientos crean sus propios partidos, como el Cuerpo Doméstico, dirigido por Andrei Biletski, el antiguo comandante del batallón Azov. Supuestamente esta concurrencia pasa a hacer vida política pero, a pesar de que es cierto que no ejercen un control eficaz sobre los batallones, toda la concurrencia que ahora está al frente son concurrencia que se han formado con Biletski, que vienen del mismo oficio. Denis Procopenko, el presente comandante, que se ha hecho célebre porque ha aparecido grabándose a sí mismo en la acerería Azovstal, es un tío que viene de las aficiones radicales del Dinamo de Kyiv y tiene este perfil de extrema derecha. Se ha establecido una dinámica de captación de militantes que nunca sabes si argumenta a las evacuación del ejército ucraniano o a las evacuación de un género político con una memorándum muy determinada. 

No queda claro que el flujo de militantes que hemos trillado desde 2014 hasta ahora efectivamente sea resultado o se explique por la escazes del gobierno ucraniano que pueda marcar la diferencia, no va por aquí la cosa. Es más correctamente una forma de estrechar vínculos o de construir un movimiento transfronterizo adentro de una determinada ámbito política, pero es difícil asimilar por la compleja relación con el regimiento Azov. Al estar adentro de las fuerzas armadas sería adulterado afirmar que todos los que están allí son neonazis porque recientemente ha entrado concurrencia que no tiene perfil ultranacionalista. Pero no es menos cierto que aproximadamente del universo Azov hay toda una serie de milicias que no forman parte de las fuerzas armadas que van a su éter y sí que están captando militantes que, cuando estalla la disputa con Rusia, ya estaban allí.

¿Qué es lo que puede ocurrir cuando estas personas regresen a sus casas? ¿Están preparados los países de origen?

Nadie de los grupos contendientes desde 2014 hasta ahora figuran como grupos terroristas para España ni prácticamente en el decorado europeo. Excepto en Italia y Polonia, donde es un delito, ningún país persigue el hecho que tú te vayas con una milicia. En 2015 la policía española detecta que hay un flujo de militantes, sobre todo en el ámbito de la izquierda, que se enrola con los secesionistas prorrusos y les intentan incoar un delito muy general, el de poner en censura la neutralidad de España, que se paga con ocho abriles de prisión. Pero cuando haces una afirmación como esta, los estándares probatorios son altísimos porque tiene que salir claro y que salga Zelenski a afirmar que le declara la disputa a España porque un loco del partido comunista de no donde está combatiendo con los rusos. Al caer estas causas, la policía ahora se muestra mucho más cauta al hacer seguimientos de este tipo de casos. 

Existe una circular de la Fiscalía que pide que se hagan entrevistas de pulvínulo voluntaria a la concurrencia que vuelve para detectar otros ilícitos, es afirmar, si estas personas están involucradas en tráfico de personas o cosas que no son necesariamente activo estado en un conflicto, pero no hay un seguimiento como el que haríamos a una persona que se acaba enrolando con el Estado Islámico. Aquí las fuerzas de seguridad están ligadas de manos. Hay un poco de preocupación porque algún día volverán, tendrán conocimientos de como utilizar armas de primer orden, pero el CITCO no lo ve todavía como una amenaza seria. No obstante, los países escandinavos están preocupados porque ya tienen a concurrencia que incluso está haciendo formación adentro del movimiento Azov (que no del regimiento) para los internacionales.

¿Dirías que la importancia de la extrema derecha en el conflicto ucraniano se ha magnificado?

Quien lo ha magnificado ha sido Rusia, que acento de desnazificar. Es evidente que ni Ucrania es un país carca, ni Zelenski es carca, ni se está persiguiendo a los rusohablantes. Pero mentiría si dijera que la extrema derecha no tiene una presencia anómala adentro de la estructura del Estado. Es cierto que la coalición de partidos de extrema derecha fracasó estrepitosamente en las elecciones de 2019 y lograron solo un 2,5% de los votos. Pero no es menos cierto que la rama de Relaciones Internacionales del movimiento Azov tiene al frente a Olena Semenyaka, una carca que viene de la ámbito black metal nazi que, a su vez, es asesora de un miembro del partido de Zelenski, el delegado de la iniciativa Intermarium, que pretende suscitar una alianza marcial entre países de la frontera rusa. 

Es una anomalía que el partido del gobierno tenga como asesora a una persona de un entorno inequívocamente neonazi. Es una anomalía que Denis Procopenko, una persona que viene del mundo de las aficiones radicales, sea considerado un héroe. Pero la sociedad ucraniana considera al regimiento Azov como héroes. Porque ahora, para el ucraniano medio, la concurrencia que ha aguantado en Mariúpol con el chaparrón que les estaba cayendo son héroes. Puede que a medio plazo esto no sea un problema, porque el movimiento Azov no es solo el regimiento como tal, es toda una red de centros de entrenamiento, un movimiento muy atractivo entre la pubescencia, incluso tienen un restaurante en Kyiv que se ardor Reconquista (en castellano)… Puede que en unos abriles, lo que es un problema de seguridad, de concurrencia violenta que monta pollos en las calles, se acabe convirtiendo en un problema de orden marcial adentro de Ucrania. 

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