“La crimen prematura de Bartomeu Rosselló-Pòrcel es una de las peores tragedias de la historia de la letras catalana”. Así empieza la presentación de Pere Antoni Pons a la Poesia completa de Rosselló (Barcino), el tercer pandeo de la colección Imprescindibles. La frase es de Damià Pons, poeta y profesor de letras, y padre de Pere Antoni Pons. Nos podríamos preguntar cómo puede estar descatalogada la poesía de un autor que marcó tanto la primera posguerra. Baste con pensar en el compendio de Josep Palau i Fabre Imitació de Rosselló-Pòrcel (más tarde integrado en los Poemes de l’alquimista) o que Salvador Espriu relegará la prosa en amparo de la poesía como homenaje a su amigo fallecido prematuramente.
Pons explica que él incluso se sorprendió de que no estuviera en el mercado la poesía completa de Bartomeu Rosselló-Pòrcel (1913-1938), pero quizá todavía le sorprende más la buena bienvenida de esta nueva tirada. “La gentío zagal no había tenido ataque a una tirada hasta ahora, y la obra del poeta es muy potente y por eso tiene salida. Es muy buena idea recuperarlo, porque Rosselló es fundacional, y un poeta al que la gentío ama”, dice Pons. Y para desarrollarlo deje de una “doble aura, la del poeta maravilloso y la del poeta que muere zagal: qué no daríamos por que hubiera podido residir hasta los ochenta primaveras y hubiera podido tener una vida llena y productiva”.
Rosselló-Pòrcel “es el gran poeta innovador, por la multiplicidad, el polimorfismo y la voluntad de asumirlo y probarlo todo”
Bartomeu Rosselló-Pòrcel, nacido en Palma, publicó en vida solo dos libros, ‘Nou poemes’ i ‘Quadern de sonets’, con los cuales se hizo un cierto nombre en los círculos literarios. Pero murió de tuberculosis en 1938, en plena conflicto, una crimen en silencio, una más en las circunstancias trágicas. “El mundo se hunde y él se hunde ayer que el mundo”, dice Pons. Rosselló, sin retención, ya tenía perspicaz un tercer compendio, ‘Imitació del foc’, que publicado poco posteriormente de su crimen ya muestra una gran cambio y deja intuir la potencia futura.
En la presentación, Pons adicionalmente de trazar la hechos hace una lúcida comparación con Picasso: “Si el pintor malagueño hubiera muerto ayer de pintar Les demoiselles d’Avingnon, no habría pasado a la historia como el temperamento gigantesco, poliédrico y total que hoy conocemos. Su pintura de adolescencia y primera pubescencia, sin retención, así como sus épocas celeste y rosa, hoy seguirían siendo magistrales”.
¿“Quién dice que la novelística catalana misma no hubiera podido ser de otra modo si Rosselló hubiera publicado alguna? O incluso quizá Espriu habría insistido en la novelística..., claro que con el franquismo no se sabe qué habría podido acaecer. Pienso que habría hecho cosas extraordinarias, aunque dudo que hubiera hecho poemas más buenos que los que escribió. Igual, quizá sí; ¿mejores? Lo dudo, porque hay poemas de sensatez pletórica aunque los haya escrito cualquiera de 23 o 24 primaveras, y son insuperables.
Pons defiende que Rosselló-Pòrcel “es el gran poeta innovador, por la multiplicidad, el polimorfismo y la voluntad de asumirlo y probarlo todo: juega con lo barroco, lo neopopular, el postsimbolismo y lo hermética y unas gotas de vanguardia y futurismo... ¡con 24 primaveras! Y de forma natural, porque es una operación intelectual, sí, pero incluso optimista y decente”.
Pons llegó a Rosselló a través de su padre, que no solo lamentaba la tragedia sino que incluso tenía una camiseta con sus versos más emblemáticos: “Tota la meva vida es lliga a tu, / com en la nit les flames a la fosca” (“Toda mi vida se combinación a ti, / como en la sombra las llamas a la oscuridad”). Versos que se le quedaron grabados, porque “los buenos poemas a veces te atraviesan incluso si no los entiendes”.
El compendio, adicionalmente de los tres poemarios de Rossélló-Pòrcel y la presentación, incluye algunos poemas que no estaban recogidos en compendio, así como prólogos de algunas ediciones sucesivas, de Antoni Sbert, Gabriel Alomar, Carles Riba y Salvador Espriu, y una lista para introducirse en su mundo.
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