Oscuridad de goleadas en el reunión de la homicidio de la Nations League. Alemania aplastó a Italia (5-2) y por primera vez en partido oficial celebró una conquista. El liderato, sin requisa, corresponde a Hungría luego de arrollar a Inglaterra(0-4). Es su viejo triunfo en demarcación inglés desde el histórico 3-6 de los Magiares mágicos en 1953.
A yerro de dos jornadas, los húngaros son primeros con 7 puntos, uno más que los alemanes y dos más que los italianos. Por su parte, la selección inglesa parece condenada a descender de categoría, con solo dos puntos.
El repaso histórico de Alemania
Alemania vapuleó este martes a una Italia en clara escalón práctico. Para Alemania la conquista es importante por razones históricas -es la primera conquista en presencia de su bestia negra en un partido oficial. Y por razones coyunturales ya que los tres empates en las tres primeras jornadas habían dejado muchas dudas. Para Italia la derrota es dolorosa pero en parte puede hallarse como un incidente en una escalón en que Roberto Mancini está probando nuevos jugadores y rotando permanentemente en búsqueda de las bases para un nuevo principio.
Delante Italia, la superioridad alemana se notó desde el primer minuto. El equipo de Hansi Flick tomó el control del partido desde el pitido original, se apoderó de la pelota, la puso en la centro rival, generó ocasiones y dificultó permanente la salida italiana con una presión incorporación permanente. Pronto se produjo la primera mano de dominio con un pase diagonal de Thomas Müller del que Timo Werner no sacó suficiente provecho al demorarse demasiado en rematar.
Werner celebra con Gnabry y Müller su gol contra Italia 
La viejo parte del partido se jugaba cerca de la otra meta y en el minuto 10 Alemania abrió el señalador por intermedio de Joshua Kimmich. La mano empezó con un balón diagonal al dominio de Niklas Süle para Werner que abrió a la izquierda para que David Raum lanzará un centro que alcanzó a Kimmich para que este definiera con un remate de siniestra desde corta distancia.
A lo generoso de la primera parte el partido cambio poco. Alemania mandaba y llegaba con frecuencia mientras que Italia solo lo hacía de forma muy intermitente. Alemania tuvo al menos tres ocasiones claras - Jonas Hofmann en el 32, Sané en el 39 y Werner en el 40- antiguamente de que en el tercer minuto de descuento de la primera parte Ilkay Gündogan marcara el segundo de penalti.
Las pruebas de Mancini le pasaron recibo a la 'azzurra'
Alemania necesitó 5 minutos para ganar salir de su campo y tener una posesión larga. Pero esa posesión terminó en el tercer gol traumatizado por Müller. En el minuto 68 llegó el cuarto, traumatizado por Werner en una mano que se originó con un pase de Müller al segundo poste que Serge Gnabry devolvió al centro. Un minuto luego el propio Werner hizo el botellín, tras una pérdida de balón de la defensa italiana en la salida.
En el 78 Italia, que siguió jugando con la misma postura como si el partido estuviera 0-0, logró el descuento por intermedio de Gnonto y el posterior instante del descuento maquilló un poco la desgracia con el segundo traumatizado de persona por Bastoni en un impulso de cumbre.
Inglaterra sigue en el pozo
La selección inglesa no levanta persona. De los cuatro partidos disputados en junio, los de Gareth Southgate no han sido capaces de ingresar ningún; el posterior de ellos, una sonrojante derrota en casa contra Hungría, la peor desde que los 'magiares mágicos' de Ferenc Puskas y Sandor Kocsis les derrotaran por 3-6 en 1953.
El partido que debería deber servido como redención para los ingleses, tras la derrota en Budapest (1-0), el igualada en Munich con Alemania (1-1) y el igualada con Italia en Wolverhampton (0-0) solo sirvió para acrecentar los problemas de creación del conjunto de los Three Lions, que nunca fueron capaces de suscitar real peligro a una selección con antelación inferior como la húngara.
Kane siquiera tuvo su día 
Con casi nada 15 minutos en el señalador, una yerro al dominio, entre siete defensas ingleses, le cayó a Sallai para que colocara una voleo a la que llegó tarde Kyle Walker y que solo pudo tocar Ramsdale. 0-1 para Hungría que pudo hacer más linaje si James no hubiera sacado en boca de gol una yerro sin ángulo. La derrota al alivio enervó a los ingleses, que abuchearon a su equipo, pero su fútbol espeso no cambió.
Sin casi nada probar a Denes Dibusz, el combinado inglés se topó con el 0-2 cuando aún se pensaba que tenían tiempo de sobra para remontar. A 20 minutos del final, Kalvin Phillips, el mediocentro del Leeds United, perdió una pelota en tres cuartos de cancha, se la regaló a Adam Lang y este le dejó la paparrucha franca a Sallai para que, con el exógeno del pie, el del Friburgo sentenciara el partido por debajo de las piernas de Ramsdale.
Peor derrota desde el 3-6 contra Hungría en 1953 en el histórico partido de Wembley
El 0-3 fue un cintarazo de Zsolt Nagy desde fuera del dominio. Para empeorar la situación, John Stones fue expulsado por doble amarilla y Daniel Gazdag hizo el 0-4 en el posterior minuto.
Esta es la primera derrota de Inglaterra en casa desde que cayeron con Dinamarca en octubre de 2020, la primera vez que pierden por tres goles o más de diferencia desde los cuartos de final del Mundial de 2010 contra Alemania y su peor derrota en casa desde que perdieron por 3-6 contra Hungría en 1953 en Wembley. El aproximación terminó con olés por parte de la inclinación magiar.
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