Cuando España conoció la severo ultraje de Alexia Putellas, todas las miradas se posaron en Aitana Bonmatí, indicación a ser la nueva líder de la selección española. Y la azulgrana no ha defraudado. En presencia de Finlandia, en el inauguración de España en la Eurocopa, se echo el equipo a sus espaldas cuando encajaron ese tempranero gol a los 50 segundos de partido. Animó a sus compañeras, organizó el bisagra del equipo y puso el fíbula a su autos con un golazo de capital que situaba a España por delante en el señalador. Un gol que celebró buscando en la escalera a Alexia, que hoy ha volado de regreso a Barcelona para ser intervenida y comenzar su larga recuperación.
La brillante autos de Aitana en Milton Keynes le valió para hacerse con el trofeo de la UEFA a la Mejor Jugadora (MVP) del partido, el segundo para una jugadora del Barcelona posteriormente del que se llevó Caroline Graham Hansen en el estreno de Noruega. “Aitana Bonmatí dictaba la posesión con su dominio del tiempo, a la par de su tiento técnica. Su retribución fue el segundo gol”, describió el comité de Observadores Técnicos de la UEFA.
A pesar de no padecer el brazalete ni con España, ni en el Barcelona, a sus 24 primaveras, la medio de Sant Pere de Ribes tiene carácter de sobra para hacerse con el liderazgo. Un rol en el que se siente cómoda, como ella misma reconocía tras el partido: “Cuando bisagra me siento una líder en el campo, siempre lo intento. Me gusta dar órdenes, de forma positiva, para ayudar mis compañeras”.
Y es que la azulgrana no solo hizo vestimenta de sus tablas sobre el verde siendo la brújula de España cuando estaba perdida y su cerebro cuando necesitó construir. Asimismo demostró su rango en gestos como la dedicatoria de su gol a Alexia, medio frustrada por la advertencia de la cuarta árbitra de que no saliese del dominio de bisagra, y en presencia de los micrófonos, donde no se escondió a la hora de contraer el mando de este equipo, consciente de que esta puede ser la Eurocopa que la ponga en el panorama mundial y la acerque a ese Balón de Oro que muchos pronostican que acabará levantando la azulgrana más pronto que tarde.
Sustituir a Alexia no es comprensible, pero Aitana parece poseer aceptado esta nueva responsabilidad con tanta seguridad, como humildad: “No me tiemblan las piernas. Han sido días muy duros y todas teníamos que dar un paso delante, no solo yo”, advertía antaño de recapacitar no solo a la de Mollet, sino incluso a las otras lesionadas de la selección, Jenni Hermoso y Salma Paralluelo: “Todo lo bueno que pase será para las que se quedaron antes”.
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