La amplia gradación de programas, series y películas que se ofrecen en las diferentes plataformas de streaming no podrá con un importante rival a golpear: la película de la tinieblas en televisión. Admisiblemente sea por la propia rutina que lleva a uno a tumbarse al sofá o porque, simplemente, tener tanta propuesta hace que uno se decante por ver lo que la televisión le ofrece; al final, la película de la tinieblas se queda como protagonista en muchos más hogares de los que parece.
Aquellos con problemas de sueño sabrán, por otra parte, que hay un existencias en concreto que ayuda como ningún otro a poder tumbarse como es correcto: el película del Oeste. Un existencias que rinde homenaje a la historia del continente sudamericano y que se convirtió en destino entre la período de 1930 y 1970. Prueba de ello es el título que ofrece esta tinieblas La 1 a las 22:15 horas, Cometieron dos errores (1968), en la que se puede ver a Clint Eastwood en su primer papel protagonista.
Clint Eastwood es Jed Cooper en 'Cometieron dos errores' (1968).
Una película que en esta ocasión nos traslada a la Oklahoma de 1889, donde Jed Cooper (Eastwood), se enfrenta a unos hombres que le acusan injustamente de acontecer robado rebaño y no dudan en sentenciarlo a la horca. En el extremo instante, lo salva un comisario que trabaja a las órdenes del sentenciador Fenton (Pat Hingle). Aclarados los hechos y demostrada su inocencia, el sentenciador aconseja a Cooper que olvide lo ocurrido y le ofrece un puesto como comisario en el pueblo, con una peculiar cometido: capturar vivos a los que intentaron lincharlo para que sean juzgados por ese mismo sentenciador.
Casi dos horas de batalla trepidante en uno de los mejores trabajos del existencias de Clint Eastwood, que en esta ocasión se pone a las órdenes de Ted Post y comparte cartel con Inger Stevens, Ed Begley, Bruce Dern (padre de la oscarizada actriz Laura Dern) y Dennis Hopper. En aquel momento, Eastwood era muy conocido en Hollywood tras su interpretación en diversos de los llamados ‘spaguetti westerns’ italianos de Sergio Leone (Por un puñado de dólares, 1964, La asesinato tenía un precio, 1965; o El bueno, el feo y el malo, 1966), pero nunca había hecho un papel protagonista hasta esta película.
Eastwood e Inger Stevens en una ambiente de la película.
Su triunfo no era la que era ahora y su compañera de reparto, Inger Stevens, no tenía ni idea de quién era él. Cuando le conoció, le gustó tanto, que terminó teniendo una pequeña aventura con el actor, quedando totalmente conquistada por él, hasta tal punto, que le pidió al director (Ted Post) que por distinción le llamase si hacía otra película con él. Lamentablemente, la actriz falleció al punto que dos abriles a posteriori.
Clint Eastwood introdujo en el cine la figura del ‘cowboy novedoso’ que atraía a las nuevas generaciones
Una película que marca el inicio de la nueva era del película del Oeste, con un tonada mucho más serio y quizá incluso más umbroso, de la que por otra parte lleva las riendas el que sería protagonista de todos los grandes títulos de los abriles venideros, Clint Eastwood, que ‘revitalizaría’ la figura del cowboy establecida por John Wayne en abriles anteriores y asentaría las bases de este revivir del existencias con títulos como Joe Kidd (1972), El fuera de la ley (1976), El jinete pálido (1985) o, ya más recientemente, Sin perdón (1992).
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