La capital de Estados Unidos sigue dando muestras de una tremenda fortaleza, de lo cual se beneficia un mercado profesional que no da ninguna muestra de agotamiento. En junio, la primera capital mundial generó un total de 372.000 nuevos empleos no agrícolas, solo 12.000 menos que en mayo. La tasa de desempleo, en mínimos históricos, se mantuvo en el 3,6% de la población activa por cuarto mes consecutivo, según informó ayer la Oficina de Estadísticas Laborales del Sección de Trabajo. Si Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, y su equipo de gobernadores tenían alguna duda sobre si seguir con su ritmo agresivo de subidas de tipos de interés sin dañar la capital, ahora se sentirán más cómodos para representar sin tantas preocupaciones.
El crecimiento neto del empleo en junio se mantuvo así en confín con la fruto mensual promedio 383.000 puestos de trabajo correspondiente a los tres meses anteriores y se sitúa a 524.000 empleos –tres décimas– del nivel de empleo previo a la pandemia, en febrero del 2020. Esta recuperación se ha conseguido a posteriori del esfuerzo extraordinario de la Fed, que sacó toda la artillería en marzo del 2020, y de los estímulos aprobados por la Empresa Biden en los últimos dos abriles.
El empleo en el sector privado ha recuperado las pérdidas netas relacionadas con la pandemia y es ya 140.000 puestos de trabajo viejo que en febrero del 2020, mientras que el empleo sabido aún arrastra un deuda de 664.000 empleos. En el mes de junio, se observaron aumentos notables en el número de empleos en los sectores de servicios profesionales y empresariales, el ocio, la hostelería y la atención de la salubridad.
Por su parte la tasa de desempleo de EE.UU. en junio fue del 3,6% por cuarto mes consecutivo, manteniéndose el número de desempleados esencialmente sin cambios en 5,9 millones. Estas cifras difieren poco de los títulos de febrero del 2020, cuando el paro era del 3,5% y se contabilizaron 5,7 millones de desempleados.
La Reserva Federal realizará la próxima reunión del Comité Federal del Mercado Extenso, el entraña en el que se adoptan las decisiones de política monetaria, los próximos 26 y 27 de julio. Tras las últimas alzas de tipos, el precio oficial del capital está ya situado en la horquilla del 1,5%-1,75% y el referencia de empleo de ayer ayudará a los banqueros centrales a seguir el plan previsto. Cuantos más signos de recalentamiento de la capital observen, más razones tendrán para elevar los tipos.
Todo conduce en esa dirección. El presidente de la Reserva Federal de Nueva York, John Williams, dijo ayer que “para determinar cuánto y a qué velocidad subirán los tipos, observaremos de cerca cómo contesta la capital a las condiciones financieras más estrictas y cómo evolucionan la inflación, las expectativas de inflación y las perspectivas económicas”. La deuda a corto plazo dispara su rentabilidad y el dólar roza la paridad con el euro.
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